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Irlanda da el visto bueno al pacto presupuestario europeo

Fuentes: Gara

El 60,3 % de los electores irlandeses dieron su aprobación en referéndum al pacto presupuestario europeo. La victoria del «sí» motivó una rápida reacción de satisfacción desde las instituciones de la UE, que obtienen así un respaldo a sus políticas de recortes y límite del déficit. El Ejecutivo de Dublín, que había advertido del riesgo […]

El 60,3 % de los electores irlandeses dieron su aprobación en referéndum al pacto presupuestario europeo. La victoria del «sí» motivó una rápida reacción de satisfacción desde las instituciones de la UE, que obtienen así un respaldo a sus políticas de recortes y límite del déficit. El Ejecutivo de Dublín, que había advertido del riesgo de perder las ayudas financieras, se felicitó del «pragmatismo» de los irlandeses.

El pacto presupuestario europeo fue respaldado con una cómoda mayoría del 60,3 % en el referéndum de la República de Irlanda. El primer ministro, Enda Kenny, agradeció a los irlandeses su «pragmatismo y realismo» y se felicitó por «el claro resultado que permitirá aportar estabilidad que el país necesita para crear empleo». Irlanda ha sido el único país que ha sometido a referéndum el pacto presupuestario, que prevé estrictas normas para limitar el déficit, bajo amenaza de sanciones.

En concreto, el sí ganó con el 60,3% de los votos (unas 955.000 personas), frente al 39,7% que votó en contra de ratificar el pacto (unas 629.000 personas.) El resultado de la votación, que se llevó a cabo el pasado jueves, «permite a Irlanda ser seleccionable para los fondos del nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad en caso necesario, añadió Kenny, que había llamado a votar «sí».

De hecho este punto se covirtió en un factor clave para decantar el voto ya que, aunque buena parte de los irlandeses se opone a los recortes que acarrea el pacto, el Gobierno advirtió de que un voto negativo privaría a Irlanda del recurso a futuras ayudas europeas.

El antiguo «tigre celta», hoy bajo la intervención del FMI y la UE, ya está sometido a un plan de austeridad a cambio de las ayudas de 85.000 millones de euros. Este año debe recortar 4.200 millones de euros para bajar el déficit al 8,6% del PIB y en 2013 tendrá que seguir recortando para llegar al 3% en 2015, según las condiciones del préstamo. Con la adhesión al pacto, su déficit se limitará al 0,5% del PIB, apretando aún más los ajustes de las clases más débiles. El referéndum era considerado como un test para la política de austeridad de la zona euro, lo que hizo que desde Bruselas se aplaudiera inmediatamente «el resultado positivo» de la consulta. «Gracias a este voto, el pueblo irlandés se compromete con la integración europea», declaró el presidente de la UE Herman Van Rompuy. «Es un paso importante hacia la recuperación y la estabilidad», añadió.

Señal a los mercados

Una victoria del «no» no habría impedido la entrada en vigor del pacto -ya que es suficiente con que lo ratifiquen 12 países- pero habría enviado una señal negativa a los defensores de los recortes.

«Europa necesita desesperadamente una buena noticia en su búsqueda de la recuperación e Irlanda puede aportarla si se pone en marcha un marco económico apropiado», estimó Kenny, que espera que el pacto, como intenta el presidente francés, François Hollande, introduzca alguna medida de apoyo al crecimiento económico. Tanto Hollande como la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, siguieron de cerca el referéndum y hablaron ayer con el primer ministro irlandés.

Hollande se limitó a «tomar nota de la decisión soberana y democrática del pueblo irlandés» en favor del pacto fiscal, sin hacer valoración alguna de ese resultado, en contraste con Angela Merkel, que mostró claramente su satisfacción.

Para la analista Sonia Pangusion, encargada de Irlanda en el gabinete IHS Global Insight, la victoria del «si» «envía una señal positiva a los mercados». «Significa que Irlanda está determinada a permanecer en la zona euro y a asumir las consecuencias dolorosas de esa elección», como la continuidad de la austeridad y que seguirá «siendo sostenida por el FMI y la zona euro». En 2001 y 2008, los irlandeses rechazaron los tratados europeos de Niza y Lisboa, lo que amenazó con bloquear la construcción europea diseñada, pero un segundo referéndum en 2009 posibilitó un cambio de resultado.

Gerry Adams: «muchos han votado apretando los dientes»

El presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, que hizo campaña a favor del «no» criticando el «tratado de la austeridad», afirmó ayer que muchos electores en su circunscripción habían votado «apretando los dientes». Adams aseguró que ha habido un amplio voto «no» y que «está claro que cientos de miles de ciudadanos que llevan la peor parte de las fallidas políticas de austeridad de este Gobierno han rechazado el tratado». «Los problemas a los que se enfrentaban ayer los irlandeses siguen ahí hoy», añadió. El presidente de Sinn Féin indicó que el Gobierno irlandés ahora tiene que demostrar «con acciones más que con palabras, cómo piensa afrontar la crisis de empleos, la crisis hipotecaria y cómo pretende hacer crecer la economía de nuevo y permitirnos volver a los mercados en 2014», recordando que el Ejecutivo afirmó que el tratado fiscal supondría empleos, inversiones y menos presupuestos duros.

Adams emplazó al Gobierno irlandés a que introduzca «el tipo de estímulo al empleo del que se ha hablado durante esta campaña», ya que, en su opinión, «a menos que haya una inversión seria en la creación de empleo vamos a ver 440.000 personas en el registro del paro y decenas de miles de personas que emigran», recordando sus propuestas de estímulo de 13.000 millones de euros.

En este sentido, el presidente de Sinn Féin aseguró que apoyaría al Gobierno «en cualquier esfuerzo serio para invertir en la creación de empleo», pero que continuará denunciando «el impacto de las fallidas políticas fallidas de austeridad en la vida de las personas y en la economía».

Fuente: http://www.gara.net/paperezkoa/20120602/344833/es/Irlanda-da-visto-bueno-pacto-presupuestario-europeo