La población de Islandia volvió a rechazar un acuerdo negociado por el gobierno sobre la amortización de la deuda del banco Icesave, en quiebra, en un referéndum celebrado este sábado, según el recuento de dos tercios de los votos. La emisora de televisión RUV informó en la madrugada del domingo que un 58 por ciento […]
La población de Islandia volvió a rechazar un acuerdo negociado por el gobierno sobre la amortización de la deuda del banco Icesave, en quiebra, en un referéndum celebrado este sábado, según el recuento de dos tercios de los votos.
La emisora de televisión RUV informó en la madrugada del domingo que un 58 por ciento de los votos fueron «no» y sólo un 42 por ciento apoyó el acuerdo para el pago del monto que se le debe al Reino Unido y Holanda.
El resultado definitivo de la consulta popular se difundirá en la mañana de este domingo.
Las arcas del Estado deberán pagar los 3.800 millones de euros (unos 5.500 millones de dólares) que adeudan a Reino Unido y Holanda, pues estos gobiernos restituyeron en 2008 a los clientes de Icesave en sus respectivos países los depósitos que tenían contratados en el banco online.
La primera ministra Jóhanna Sigurdardóttir dijo sobre los datos del referéndum que era el «peor resultado imaginable» y que «podía dividir el país en dos». Su gobierno había abogado por el «sí». El ministro de Economía avisó de que se había alcanzado el final del camino de la negociación y que llevarían el caso ante el Tribunal de ls Autoridad de la Vigilancia de la Asociación Europea de Libre Cambio (AELC).
No se harán esperar las reacciones de las agencias de rating. Moody’s anunció que bajaría la calificación de Islandia en caso de un «no». Pero una cosa queda clara: la mayoría de los islandeses creen que sus impuestos no deben servir para pagar el rescate de bancos irresponsables.