Una asociación católica denuncia que, además de pedirles las huellas dáctilares, se les hace una ficha en la que se puede ver su etnia y su origen. El ministro de Interior niega que la medida sea discriminatoria
Las autoridades italianas empezaron a fichar, mediante la toma de las huellas digitales, a los habitantes que residen en campamentos gitanos, como advirtió el ministerio del Interior.
La comunidad católica de San Egidio se ha mostrado indignada ante este hecho. Su presidente, Marco Impagliazzo, explicó que «la semana pasada las fuerzas del orden iniciaron en un campamento de Nápoles (sur) a tomar las huellas digitales de sus habitantes». La ficha con los datos fue mostrada a la prensa y además de la huella digital –que no aparece en ningún documento de identidad de ciudadanos italianos–, aparece una foto y se especifica también la religión y la «étnia» de pertenencia, entre ellas «gitano de Serbia».
«Estamos muy preocupados. Esa manera de violar las leyes italianas y europeas evoca recuerdos dolorosos, como el régimen autoritario de Vichy en Francia (gobierno en el poder mientras duró la ocupación alemana en la II Guerra Mundial)», comentó el dirigente de San Egidio.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, anunció que realizará un censo de los gitanos, tanto de los menores como adultos, lo que generó una fuerte polémica.
La medida del gobierno fue criticada por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ya que tiene como objetivo identiicar a los niños gitanos.
El gobierno conservador nombró un responsable para ocuparse de los gitanos en Roma, Milán y otras grandes ciudades con el objetivo de acabar con sus campamentos irregulares, acusados de fomentar la inseguridad. Varias organizaciones de asistencia a los inmigrantes han denunciado el clima de odio contra los gitanos y los rumanos en toda Italia, donde el nuevo gobierno de derecha liderado por Silvio Berlusconi decidió endurecer las leyes contra la inmigración clandestina. «Tomar las huellas digitales en general es discriminatorio.
No se trata de un censo porque la medida afecta sólo a una parte de esa comunidad, la que reside en campamentos», subrayó San Egidio. Unos 150.000 gitanos residen en Italia, muchos de origen rumano o de la ex Yugoslavia, aunque en su mayoría son italianos.