Recomiendo:
0

Juicio «Espartaco» contra camorra confirma 16 cadenas perpetuas

Fuentes: AFP / Rebelión

El tribunal de apelaciones de Nápoles (sur de Italia) confirmó el jueves la condena a cadena perpetua dictada contra 16 miembros de la familia Casalesi, el clan más poderoso de la Camorra, el crimen organizado napolitano, en el marco del juicio bautizado «Espartaco». La corte, que se reunió en la prisión búnker de Poggioreale, un […]

El tribunal de apelaciones de Nápoles (sur de Italia) confirmó el jueves la condena a cadena perpetua dictada contra 16 miembros de la familia Casalesi, el clan más poderoso de la Camorra, el crimen organizado napolitano, en el marco del juicio bautizado «Espartaco».

La corte, que se reunió en la prisión búnker de Poggioreale, un barrio de Nápoles, juzgaba a 36 miembros del clan Casalesi, incluyendo a su presunto jefe, Francesco «Sandokan» Schiavone, de 55 años, encarcelado desde 1998 en una prisión de alta seguridad.

El tribunal falló en conformidad con el alegato del fiscal, que había pedido cadena perpetua por una serie de homicidios, sobre todo contra Schiavone y otros tres jefes, Francesco Bidognetti, Michele Zagaria y Antonio Iovine. Los dos últimos siguen prófugos.

Sólo dos acusados, encerrados en «jaulas» al fondo de la sala, donde había numerosos efectivos de las fuerzas del orden, asistieron a la lectura del veredicto en apelación.

Durante este proceso, cinco personas –incluyendo a un empresario que aceptó colaborar con la justicia– fueron asesinadas, y un juez y dos periodistas fueron amenazados en plena audiencia.

Estos episodios forman parte de una «estrategia del terror» que podría continuar después del juicio para disuadir a cualquier persona de rebelarse contra el poder del clan, declaró a la AFP el ex senador y miembro de la comisión parlamentaria antimafia Lorenzo Diana.

«El clan tiene miedo», afirmó el miércoles en el diario La Repubblica Roberto Saviano, autor del libro «Gomorra», que hizo conocer al gran público la magnitud del fenómeno de la Camorra.

Roberto Saviano, que vive bajo protección policial desde 2006, también estaba presente durante la lectura del veredicto, «para mostrar (que no tiene) miedo», dijo.

El escritor se congratuló por el fallo, que consideró «una victoria de la justicia», y pidió que «no se baje la guardia» en la lucha contra la Camorra.

Los Casalesi, un cártel criminal radicado en Casal di Principe, en la provincia de Caserta, extendió gradualmente su poder sobre todo el territorio. En esa guerra llamada «Emergencia Nápoles» se han producido unos 3.600 muertos en 30 años.

Roberto Saviano describe a los Casalesi como «una confederación que reúne a todas las familias camorristas de la provincia de Caserta», formada por «empresarios violentos, gerentes asesinos, constructores y terratenientes, cada uno de los cuales dispone de su propia banda armada y todos vinculados por intereses económicos en la mayor parte de los sectores».

El proceso «Espartaco» es el más importante debido al número de acusados y la gravedad de las penas a las que están expuestos desde el «maxiproceso» contra la mafia abierto en 1986 en Palermo e instruido por los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.

Varios procesos anexos a «Espartaco» todavía no han terminado, incluyendo las investigaciones sobre las relaciones de este clan con la política y las empresas legales. A la salida de la vista, Roberto Saviano declaró: «Es una victoria del Estado, pero sólo es el primer acto de un partido que hay que ganar del todo. Hará falta que no decaiga la atención sobre los Casaleses y sobre lo que su poder criminal ha conseguido en estos años. Hará falta monitorar las otras ramas del proceso «Espartaco», el que tiene que ver con la burguesía profesional (white collars)», con la política cómplice. La historia de estas investigaciones enseña que existen también siervos infieles. Pero tenemos que rendir homenaje en estas horas al compromiso de muchos magistrados e investigadores, así como al trabajo oscuro de tantos cronistas que han contado estos hechos exponiéndose en primera persona».