De acuerdo al historiador Quetzal Argueta, el gobierno aprovechó los atentados en París y Saint Denis, del 13 de noviembre de 2015 para reorientar la discusión pública, crear un clima conservador, desmantelar derechos y contener la expresión política de los ciudadanos. El miedo fue aprovechado por la derecha para generar la sensación de que los […]
De acuerdo al historiador Quetzal Argueta, el gobierno aprovechó los atentados en París y Saint Denis, del 13 de noviembre de 2015 para reorientar la discusión pública, crear un clima conservador, desmantelar derechos y contener la expresión política de los ciudadanos. El miedo fue aprovechado por la derecha para generar la sensación de que los migrantes eran los culpables del desmantelamiento del estado benefactor. Cuando los franceses se dieron cuenta de que habían prohibido sus derecho a manifestarse, en aras de la lucha contra el terrorismo decidieron ir a dejar sus zapatos a la plaza de la República para dejar constancia de que ninguna ley les impediría expresar se su inconformidad con los modelos neoliberales de prevención, adaptación y mitigación del cambio climático propuestos para ser aprobados en la COP21 que se realizaría unos días más tarde en París. La gente no se dejó intimidar y mantuvo la defensa del planeta y de la diversidad cultural y su oposición a los agro-negocios. El 30 de noviembre la plaza quedó tapizada de zapatos orientados hacia la plaza de la Nación donde debía haber terminado la marcha.
Según Ana Teruel («El gobierno francés aprueba su polémica reforma laboral entre fuertes protestas», El País, 24/mar/16)) a principios de marzo un primer borrador de la reforma laboral. El 9 de marzo se manifestaron 450 mil personas contra la iniciativa que precariza el trabajo. De acuerdo a Fermín Grodira («Francia afronta una huelga general en estado de emergencia», Público, 23/m/16) la iniciativa fue empujada por la Comisión Europea y el gobierno alemán. La ley autoriza despidos en empresas que estén a punto de entrar a zona de perdidas y los despidos de personas enfermas si así lo autoriza el contrato colectivo (en vez de la ley).
El día 24 de marzo, hubo una gigantesca nueva movilización y la policía reprimió a los manifestantes. El colectivo Convergencia llamó a una Nuit Debout (noche en pie) para no regresar a la casa después de la manifestación del 31 de marzo, e instaurar una Asamblea Ciudadana Permanente, una convergencia de luchas para mejorar la logística, la comunicación y la serenidad del movimiento contra la Ley El Khomry. La ocupación que incluyó 25 ciudades se extendió hasta el 11 de abril. De acuerdo a Quetzal, la asamblea conjuró el fantasma del peligro inmigrante y resituó la discusión política en términos de las causas de la crisis del estado de bienestar francés y mostrar que los dictados de Bruselas y de Merkel eran los responsables de la precarización.
El gobierno enmienda la ley pero mantiene su espíritu patronal
Ese mismo día 24, el gobierno francés presentó ante el consejo de ministros, un nuevo borrador de la reforma laboral. La ley se denomina «Nuevas libertades y nuevas protecciones para las empresas». Según el gobierno se trata de una iniciativa para resolver el problema de 3.9 millones de desempleados que representan el 10% de la PEA. El gobierno eliminó la flexibilidad de los horarios laborales, el tope a las indemnizaciones y la derogación de la semana de 35 horas. La nueva versión obtuvo el respaldo de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo. Sin embargo, 7 organizaciones estudiantiles y varios de los grandes sindicatos entre los que destacan la Confederación General del Trabajo y Fuerza Obrera, convocaron a una Huelga general para el 31 de marzo. Para Laura Variet del Partido Anticapitalista Francés, el movimiento es muy original porque reúne a obreros y estudiantes. Rememora la victoria de 2006 cuando se derrotó el Contrato de Primer Empleo propuesto por Sarkozi. Participan estudiantes de Rennes 2, París 1 y París 8. Los estudiantes de París 1 acordaron en asamblea ir a reunirse con los trabajadores ferroviarias, los choferes de autobuses y los obreros automotrices para establecer una alianza. El 17 de marzo la policía entró a Paris 1. Del 19 al 26 de mayo hubo tensas jornadas de huelga y protestas que culminaron con el el estallido de una gran huelga de los trabajadores nucleares en 16 de las 19 centrales nucleares y con un gran apagón en París. También pararon 4 de las 8 refinerías. Los ferrocarrileros enfrentan simultáneamente una reforma ferroviaria, y han parado 4 de cada 5 trenes. Otros sector importante los conforman los trabajadores del puerto de Havre. Los controladores pararon el 15% de los vuelos. Los electricistas le cortaron la luz a las empresas y se la restablecieron a los barrios pobres.
Los derechos bicentenarios se desvanecen en el aire
De acuerdo a un desplegado firmado por más 60 intelectuales franceses, el El gobierno francés se comporta como un fanfarrón que no da su brazo a torcer a pesar de la avalancha de razones para que rectifique. Ahora amenaza con prohibir las manifestaciones. Con este gobierno siempre se puede esperar algo peor. Cuántas imágenes saturan nuestra visión del presente, los manifestantes atendiendo a sus propios heridos, los policías tundiendo jóvenes, los ciudadanos de Francia haciendo vallas para impedir las golpizas. Cuántas iniciativas ciudadanas, textos, asambleas y reuniones habrán realizado hasta la fecha los trabajadores y los jóvenes franceses. Hollande y Valls aplican una violencia multidimensional, en la calle los policías patean a los que están en el suelo, en los tribunales los jueces dictan injustas sentencias que destrozan vidas, en los medios se justifica el uso de la fuerza. Cuando escucha a esos periodistas que justifican la acción policiaca diciendo que actúan para defender el orden, es perfectamente legitimo preguntar, ¿el orden de quién?, ¿de la Bolsa?, ¿De los mercados? El texto lo firman por ejemplo: Claude Colome quien ha cuestionado el uso de nombres de origen greco-romano en las operaciones destinadas a vejar, detener, deportar migrantes-bárbaros bajo la protección politeísta y simbólica del imperio romano. El historiador ejemplifica: «Ariadna (control de la migración ilegal procedente de Ucrania a Polonia) Vigilancia, Pegasus (el control del aeropuerto Austria a Suecia, pasando por Grecia, Italia, España y Portugal), Hera (control de la inmigración «irregular» de las Islas Canarias y Senegal), Hermes (control de los flujos de migración ilegal Argelia a Egipto a Sicilia y Cerdeña)» El texto también es firmado entre muchos otros por el filósofo Ettiene Balibar, quien participó en el seminario sobre Marx impartido por Louis Althusser que dio lugar al libro «Para leer el capital». El texto conluye: «Los patrones pueden cesar de mandar; no los necesitamos. Cuando paran los basureros, los descargadores del puerto, los electricistas, los ferroviarios, los trabajadores de las refinerías, quienes atienden los hospitales, los maestros y profesores, los carteros, y hasta los trabajadores precarios todo lo que ellas y ellos aportan a la sociedad de pronto se hace más visible, más indudable. Suceda lo que suceda con este gobierno, nosotros continuaremos manifestándonos… ¡y cómo! Pero no solo eso. Seguiremos haciendo huelgas, bloqueos y ocupaciones. Estas son las armas de quienes tienen poco. Pero son armas que pueden golpear bastante más fuerte que sus porras y sus ‘tonfas».
La construcción de la voluntad colectiva
Jacky Dahomay se pregunta si ¿tenemos voluntad colectiva? (Media part, 24/jun/16) La voluntad colectiva permite realizar cosas que serían imposible para una voluntad individual. Qué factores permiten que esta emerja. En general los ciudadanos solemos participar, mediante las elecciones de la formación de la autoridad gubernamental, pero también podemos hacerlo mediante otros mecanismos. La mayoría de los votantes expresaron su deseo de que Francois Hollande fuera Presidente de Francia. Así es pero la verdad es que hay una serie de crisis concurrentes, de los partidos, de las elecciones, de los sindicatos, de las instituciones europeas y todas ellas confluyen en la crisis de la V república francesa. Los representantes del poder financiero están incrustados en las instituciones estatales. Vimos al jefe de la gendarmería se recontratado por TOTAL, y vimos a un alto funcionario del Tesoro obtener un empleo en una empresa financiera. El amasiato gobierno poder financiero distorsiona la función pública. Pero lo más grave de la dominación neoliberal es el control que ha logrado de nuestras mentes. El neoliberalismo nos ha hecho que pensemos nuestra vida como si fuera una empresa. La ley El Khomri no solo cambia las reglas laborales, invierte y pervierte toda la ética social. La democracia no solo vive el día de las elecciones, palpita en la movilizaciones ciudadanas.
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