En la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, se llevo a cabo la denominada XVII «Cumbre Social del MERCOSUR»: un encuentro semestral de algunas organizaciones sociales y políticas previo a las cumbres o reuniones de presidentes y presidentas del bloque regional del sur integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela como miembros plenos. […]
En la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, se llevo a cabo la denominada XVII «Cumbre Social del MERCOSUR»: un encuentro semestral de algunas organizaciones sociales y políticas previo a las cumbres o reuniones de presidentes y presidentas del bloque regional del sur integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela como miembros plenos.
Estos encuentros van rotando en su sede Pro Tempore por orden alfabético,siendo esta vez el turno de la Argentina, quien eligió a Entre Ríos, como la provincia destinada a organizar los enventos sociales y presidenciales del Mercosur.
Así fue que en el Hogar Escuela Eva Perón de la ciudad de Paraná transcurrieron dos jornadas de talleres y debates con la participación de delegaciones de esos 5 países. Sin embargo algunos acontecimientos llamaron la atención de obervadores asistentes a la reunión.
1. Venezuela, a través del ministerio de comunas, no envió delegación desde Venezuela por falta de pasajes aéreos, si bien habían enviado los nombres de los participantes al encuentro. La situación fue salvada con la presencia de unos pocos compatriotas funcionarios de la Embajada en Buenos Aires.
2. La delegación paraguaya fue poco numerosa, pues sus gobernantes sabotean o bloquean la participación social de las organizaciones más representativas del pueblo guaraní.
3. Los temas propuestos para el debate fueron determinados por la Cancillería argentina que se encuentra controlada por la agrupación juvenil denominada «La Cámpora«, que ha cooptado y manipulado la participación de las organizaciones sociales argentinas orientando las discusiones previamente para direccionar el desarrollo de las mismas hacia los intereses del gobierno argentino.
Casualmente, una «Unidad de Apoyo a la Participación Social» UPS, que forma parte de la Secretaria del Mercosur fue quien manipulo la discusión de la cumbre social argentina, pues es precisamente una argentina (perteneciente también a La Cámpora) quien detenta la Dirección de esa Unidad con sede en Montevideo, cuya función debería ser apoyar y facilitar la asistencia de las delegaciones a estos encuentros regionales, aunque su presupuesto está dirigido en su mayor parte a gastos de la burocracia y talleres de dudosa eficacia.
Asimismo, las agrupaciones argentinas de Unidos y Organizados formaron parte mayoritaria de la asistencia al este encuentro, copando y hegemonizando los debates y talleres del supuestamente democrática y participativa cumbre social.
Aunque esta práctica viciada políticamente es bastante habitual en tododos los países, en Argentina se ha degenerado en una situación anormal comparada con cumbres sociales organizadas bajo prácticas más participativas y protagónicas que la actual, convertida casi en un hecho político partidario gubernamental con invitados del resto de los países que funcionan como actores invitados con un guión predeterminado por La Cámpora y la UPS, con una orientación claramente sesgada que bloquea el debate, el intercambio de ideas y el avance del Mercosur, como bloque que pretende modificar el origen neoliberal con el que iniciaron los encuentros presidenciales y sus respectivas cumbres sociales.
De esta forma y bajo la burocracia de las cancillerias, -ocurre algo similar en el resto de los países- se desvirtuan las reuniones regionales con consignas repetitivas, que sectarizan las prácticas participativas propias de supuestos gobiernos progresistas que pretenden confrontar con el modelo al que se supone vinieron a modificar, pero que reproducen en sus aspectos centrales, burocracia, ineficiencia, corrupción y coexistencia con proyectos políticos neoliberales, aunque se intente relatar una realidad diferente mediante propaganda que ni siquiera causa el efecto esperado por sus propios propaladores.
Estas prácticas develan la falta de compromiso de una agrupación juvenil burocratizada desde sus comienzos que ha despertado el rechazo de propios y extraños, ante sectarismo, falta de valores militantes, carencia de formación política, conocimiento y respeto por quienes conforman la mayor parte del espacio denominado kirchnerismo.
La cumbre social ha sido un nuevo retroceso de estos jóvenes-viejos viciados de la mala política que prevalece en el falso progresismo argentino.
Luciano Gómez es militante político uruguayo.