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Ucrania

La complicidad de los medios en el establecimiento de la nueva guerra fría

Fuentes: Rebelión

Hemos estado viendo este año el resurgimiento de la Guerra Fría con la complicidad de algunos de los mayores medios de información a los dos lados del Atlántico Norte (y de la totalidad de los mayores medios españoles de mayor difusión), que se han movilizado para presentar la amenaza que representa Rusia para el mundo […]

Hemos estado viendo este año el resurgimiento de la Guerra Fría con la complicidad de algunos de los mayores medios de información a los dos lados del Atlántico Norte (y de la totalidad de los mayores medios españoles de mayor difusión), que se han movilizado para presentar la amenaza que representa Rusia para el mundo libre liderado por el gobierno federal de EEUU. Rusia ha pasado a ser el enemigo, como lo fue antes la Unión Soviética. 

La llamada a la Guerra Fría quedó explicitada a través de las recientes declaraciones del jefe de Estado de EEUU, el Presidente Barack Obama, que señaló que «nunca vamos a tener una relación constructiva con el Presidente Putin de Rusia… vamos a aislarlo, rompiendo todos los lazos políticos y económicos con el mundo que lo rodea, considerando a Rusia como un Estado paria». El Presidente Obama, utilizando un lenguaje claramente belicista, añadió que «afortunadamente nuestras fuerzas armadas son muy superiores a las rusas«. Y hace unos días, el máximo aliado del Presidente Obama en Ucrania, el gobierno ucraniano, alarmó al mundo indicando que «no puede descartarse la posibilidad de que empiece una Tercera Guerra Mundial«.

Y los mayores medios de EEUU (y de España) se han movilizado para presentar a Rusia como una fuerza imperialista, cuyo comportamiento con la anexión de Crimea constituye una prueba más de esa vocación. En esta campaña, el Presidente Putin es presentado como el renovador del imperio soviético, embarcado en una aventura imperialista como parte de su estrategia para mantener su elevada popularidad en su país. En toda esta campaña sistemáticamente se han ignorado hechos básicos y elementales, tales como:

1) Desde que la Unión Soviética colapsó, hace ya más de veinte años, ha sido la OTAN la que ha continuado la expansión hacia el Este, acorralando más y más a Rusia. No es Rusia la que está acorralando a EEUU o a Europa Occidental. Es el gobierno federal de EEUU y el gobierno de la UE los que están acorralando a Rusia, en contra del parecer de algunos de los intelectuales más influyentes durante el periodo de la Guerra Fría y arquitectos de dicha guerra como George Kennan, que consideró que esta expansión hacia el este de la OTAN era un enorme error y una clara provocación hacia Rusia;

2) El golpe contra un gobierno democráticamente elegido en Ucrania fue realizado con el apoyo de los gobiernos de EEUU y de la UE, y programado por el gobierno de EEUU;

3) Uno de los objetivos de ese golpe era expandir la OTAN hacia el Este, incluyendo a Ucrania;

4) El gobierno establecido (y aprobado por el gobierno federal de EEUU), resultado del golpe, era profundamente anti Rusia, con miembros de partidos nazis (que habían luchado contra la Unión Soviética durante la II Guerra Mundial) en su seno;

5) Que el nuevo gobierno transmitió claros mensajes hostiles hacia Rusia, tales como desproteger la lengua rusa, ampliamente utilizada en las regiones del este de Ucrania;

6) Que las principales bases navales rusas en el Mar Negro estaban en Crimea, parte de Ucrania;

7) Que el nuevo gobierno de Kiev envió tropas militares -con la ayuda del gobierno federal de EEUU- contra las poblaciones rusas que se manifestaban contra el nuevo gobierno antirruso, en una clara violación del Acuerdo de Ginebra;

8) Que lo que está ocurriendo en Ucrania sigue unos planes ya muy avanzados, bien desarrollados por las derechas estadounidenses, próximas al complejo industrial militar contra el cual advirtió el Presidente Eisenhower. Estos planes son conocidos y públicos. Charles Krauthammer, uno de los ideólogos del Partido Republicano, escribió que «nuestro objetivo para Rusia no es establecer la democracia, sino asegurarnos de que terminamos con el trabajo de destruir la Unión Soviética, expandiéndonos más hacia el Este. El mayor precio ahora es Ucrania» (escrito en 2004);

9) La derecha del Partido Demócrata expresaba, a través de Richard Holbrooke (que siempre aspiró a ser el Secretario de Estado, es decir, el Ministro de Asuntos Exteriores de EEUU), que «nuestro objetivo es conseguir que Ucrania se una a la OTAN, rompiendo con Rusia», escrito en las mismas fechas. ¿Quién es el poder expansionista?

Todos estos hechos, sobre los cuales hay extensa evidencia, han sido ignorados por todos los mayores medios de información, y todos ellos, desoyendo su supuesto gran compromiso con la libertad, no dijeron ni pío.

Ni que decir tiene que Putin no es un demócrata. He escrito extensamente criticando el nuevo sistema político existente hoy en Rusia. Ya durante la época Breznev en la Unión Soviética, fui declarado persona non grata, y mis libros, críticos con la Unión Soviética de aquellos tiempos, fueron prohibidos en aquel país, hasta tal punto que los pocos ejemplares de dichos libros que se filtraron en el país fueron confiscados. Pero es una enorme falsedad presentar a Putin y su gobierno como la principal causa de las tensiones en Ucrania, debido a sus supuestas ansias expansionistas. La anexión de Crimea fue la respuesta predecible a la provocación de los gobiernos de EEUU y de la UE, y de su satélite, el nuevo gobierno de Kiev. En esta nueva Guerra Fría (que puede llevarnos a una guerra real), los mayores medios de información, y la totalidad de ellos en España, sistemáticamente se han movilizado, perdiendo cualquier atisbo de objetividad y neutralidad.  

Vicenç Navarro es Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.