Traducido por Gorka Larrabeiti
Hugo Chávez es un demonio. ¿Por qué? Pues porque ha alfabetizado a dos millones de venezolanos que no sabían leer ni escribir aunque vivían en un país que posee la riqueza natural más importante del mundo, que es el petróleo.
Viví en ese país algunos años y sé bien cómo era. Lo llamaban «Venezuela saudí» por lo del petróleo. Había dos millones de niños que no podían ir a la escuela porque no tenían documentos. Luego llegó un gobierno, este gobierno diabólico, demoníaco, que hace cosas elementales, como, por ejemplo, decir: «Los niños deben ser admitidos en la escuela con o sin documentos».
Fue el acabóse: he ahí la prueba del hecho de que Chávez es un tipo malo, malísimo. Como él posee toda esta riqueza, y como el petróleo es carísimo debido a la guerra en Irak, lo que él quiere es aprovecharse de todo ello con fines solidarios. Quiere ayudar a los países sudamericanos, especialmente a Cuba: Cuba le manda los médicos, y él lo paga con petróleo. Esos médicos fueron también una fuente de escándalo. Dicen que los médicos venezolanos estaban furiosos por la presencia de esos intrusos que trabajaban en los barrios pobres. Cuando yo vivía allí como corresponsal de Prensa Latina, jamás vi un médico. Ahora, médicos, los hay.
La presencia de médicos cubanos es otra prueba del hecho de que Chávez está en la Tierra de paso, pues pertenece al infierno. Por ello, al leer las noticias, tenemos que traducir todo. El demonismo parte de este origen para justificar la máquina diabólica de la muerte.
Este artículo se publicó el 12 de enero de 2013 en Latinoamerica e tutti i sud del mondo, revista que dirige Gianni Minà.
Fuente: http://www.giannimina-latinoamerica.it/2091-la-demonizzazione-di-chavez/