El martes 20 de enero de 2015, Syriza y Podemos organizaron una sesión de reflexión y de debate en el Parlamento Europeo con la participación del CADTM y del Bloco de Esquerda para tratar las diferentes estrategias que se podrían desarrollar para hacer frente a la trampa de la deuda pública en Europa. Esta sesión, […]
El martes 20 de enero de 2015, Syriza y Podemos organizaron una sesión de reflexión y de debate en el Parlamento Europeo con la participación del CADTM y del Bloco de Esquerda para tratar las diferentes estrategias que se podrían desarrollar para hacer frente a la trampa de la deuda pública en Europa. Esta sesión, que duró dos horas y media y estuvo moderada por la eurodiputada Teresa Rodríguez, fue la ocasión para tener una discusión agradable y sin cortapisas entre las diferentes formaciones políticas y el CADTM sobre algunos puntos de divergencia y otros de convergencia con respecto a la estrategia que se debería seguir frente a los acreedores.
La experiencia de las reestructuraciones nos muestra que los actos unilaterales son necesarios
Éric Toussaint, portavoz del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo y doctor en Ciencias Políticas, hizo una introducción sobre las experiencias de reestructuración, auditoría, suspensión de pagos y anulación de deudas en las últimas décadas.
Sin extenderse sobre los detalles de esas experiencias, compiladas en una entrevista disponible en la web del CADTM (ver http://cadtm.org/Reestructuracion-auditoria) se expusieron ejemplos de:
- 1.- Reestructuraciones con condiciones favorables a los países deudores por razones geopolíticas (Alemania occidental en 1957, Polonia con gobierno de Lech Walesa en 1991, Egipto con gobierno de Mubarak en 1991, e Iraq bajo dominio estadounidense en 2004).
- 2.- Una excepción en la que una reestructuración fue aprovechada, por error, por un gobierno alternativo (Bolivia en 2005).
- 3.- Suspensiones unilaterales de pago de la deuda, seguidas de negociaciones, como en el caso de Argentina, o sin negociaciones, como en el caso de Ecuador.
Una enorme mayoría de reestructuraciones (hubo 600 entre 1950 y 2010) resultaron desfavorables a las economías y a los pueblos de los países afectados. Éric Toussaint muestra que la reestructuración constituye una expresión y un mecanismo forjados por los acreedores. Considera que vale más no escoger la reestructuración como solución ya que es un terreno minado por los acreedores, que lo balizaron a su favor.
Éric Toussaint terminó el relato histórico, particularmente interesante, con el caso de la reestructuración griega realizada en 2012, bajo el único interés de los acreedores. Esa operación recuerda dramáticamente la experiencia de las reestructuraciones de las deudas del Tercer Mundo. Hay que sacar conclusiones de esa experiencia reciente para el gobierno griego dirigido por Syriza, que acaba de constituirse.
En el escenario actual, los acreedores públicos -que tanto en el caso de Grecia o como en el de Portugal y en otros países sometidos a un memorándum, son los principales acreedores- no tienen la voluntad de adoptar la actitud que tuvieron, aunque los tiempos no son comparables, ante el trato de favor otorgado a la Alemania occidental de la posguerra. «Varios partidos de la izquierda radical (como Podemos, Syriza y el Bloco de Esquerda) proponen ahora una reestructuración y declaran que «quieren negociar con los acreedores». El debate no es tanto sobre la actitud de apertura o no a una negociación, sino sobre si esa negociación puede acabar en un resultado realmente positivo para el país y el pueblo. Sin suspensión de pagos, sin auditoría, sin otras acciones soberanas de desobediencia a los acreedores, no vemos muy bien cómo una negociación puede dar un buen resultado. Y, de todas maneras, puede ser que sea necesario actuar con la máxima energía si la negociación no se consigue o no acaba favorablemente.»
La auditoría de la deuda es a la vez un instrumento de sensibilización, de demostración y un ejercicio que permite fundamentar una decisión soberana por parte de un Estado
Después de haber señalado que es importante -como lo hace el documento de los amigos portugueses- incluir la cuestión de los bancos, del control de los movimientos de capitales y de una reforma fiscal radical, cuando se desarrolla una estrategia frente a la deuda pública, Toussaint nos insiste finalmente en la importancia que tiene como arma una auditoría de la deuda: «El ejemplo de la auditoría ecuatoriana de 2007-2008 muestra que es una herramienta importante. Es un acto soberano que tiene como objetivo analizar la deuda reclamada para comprender los procesos de endeudamiento e identificar las partes ilegales / ilegítimas / insostenibles /odiosas. Una auditoría es un instrumento de sensibilización, de demostración, y al mismo tiempo un ejercicio que permite fundamentar una decisión soberana de un Estado sobre la base de argumentos de derecho interno e internacional, o sobre la base de los principios generales del Derecho.»
Una propuesta concreta de un plan de reestructuración
Francisco Louçã, ex coordinador del Bloco y doctor en economía, expuso un plan de renegociación de la deuda redactado por él mismo y otros tres economistas portugueses. Este informe permite impulsar un debate político sobre la base de propuestas concretas. El documento propone que la reestructuración se haga mediante un alargamiento del pago del capital, en hasta 30 años, y una disminución del tipo de interés al 1 %. Propone también una política discriminatoria a favor de los pequeños inversores, de otros pequeños ahorradores, que podrían verse afectados por la reestructuración, así como a favor de la administración pública local. Finalmente aboga por una reforma radical del sector bancario, que pasaría integralmente al sector público después de haber obligados a los accionistas a aceptar una pérdida total.
«El carácter sólido y concreto de las propuestas es muy importante para el debate público. Pensamos que puede haber otras posiciones, y puede ser que mejores, pero ninguna ha sido presentada hasta este momento.»
Según Francisco Louçã, el programa de compra de deuda anunciado por el Banco Central Europeo no será suficiente, por el contrario será necesaria una anulación parcial de la deuda mediante un proceso de negociación y de reestructuración. «Puede pasar de todo, para bien o para mal, y eso dependerá de la actitud de un gobierno de izquierda que podrá -y deberá- tomar, con total evidencia, medidas unilaterales.«
Debemos pensar en lo que haremos después de realizar los actos unilaterales
Ignacio Álvarez, miembro de Podemos y profesor de Economía Aplicada, deseaba precisar en primer lugar que Podemos no tiene todavía una posición tan afirmada sobre la deuda como los otros participantes del debate. Sin embargo, Podemos votó una resolución que permitió abrir dicho debate.
Esa resolución deriva de dos constataciones: el programa económico de Podemos no podrá aplicarse sin atacar el problema de la deuda (tanto pública como privada). El marco institucional en el que se inscribe (la Unión Europea y sus tratados) es muy importante y se lo debe tener en cuenta. «Las economías periféricas, si quieren vivir en el interior de ese marco, deberían producir en los próximos años unos superávits primarios superiores al 3,5 %, al 4 %, incluso al 7 %. Lo que es insoportable e imposible.»
En cuanto la auditoría ciudadana de la deuda y la reestructuración, Ignacio Álvarez explica que para Podemos «estas dos cosas deben coordinarse pero no necesariamente excluirse. La reestructuración debe hacerse aunque la auditoría no haya podido terminarse o no haya llegado a las conclusiones. Vemos a la auditoría como un instrumento de sensibilización y de politización. Es así como Éric lo ha afirmado, un instrumento que debe ayudar a definir lo que es ilegítimo.» Y luego precisa la forma que debería tener la reestructuración: «Debe permitir alcanzar una reducción efectiva: tipos de interés, calendario de amortizaciones, servicio de la deuda durante los primeros como proponen nuestros amigos portugueses, y evidentemente el stock de la deuda.»
Podemos propone hablar de reestructuración porque permite dirigirse a una parte mucho más amplia de la población: «Lo que cuenta no son las palabras que utilicemos sino lo que nosotros ponemos por detrás. Estoy totalmente de acuerdo que hay que llevar a cabo actos soberanos. Por otro lado, el debate sobre la deuda no avanzará si no se hacen estos actos por parte de los países endeudados, que deben establecer soluciones colectivas. Pero no podemos financiarnos de la noche a la mañana, no tenemos posibilidades monetarias via nuestro banco central, y eso lo debemos tener en cuenta. Hay que pensar en lo que pasará después de cada uno de nuestros actos unilaterales.»
Los acreedores utilizan su poder para imponer condiciones a las reestructuraciones
Georgios Katrougalos, diputado europeo por Syriza y profesor de Derecho Constitucional, recordaba que todavía no hay nada previsto en el derecho internacional para tratar las cuestiones que plantean las reestructuraciones. Por el momento existen dos grupos informales: el Club de París (acreedores públicos) y el Club de Londres (acreedores privados). Tanto uno como otro utilizan su poder para imponer condiciones particulares a las reestructuraciones con el fin de que sirvan a sus intereses y no a los de las poblaciones deudoras.
«Después de la reestructuración de 2012, el 90 % de nuestra deuda no estaba más en las manos de los acreedores privados (en gran parte, bancos alemanes y franceses) sino en manos de Estados, del BCE y del FMI. Es otro ejemplo de socialización de pérdidas de los bancos. Por consiguiente, quizás sea necesaria una negociación.» Sin olvidar que actualmente la deuda griega se encuentra bajo la jurisdicción del derecho británico y no del griego.
Afirmó que la posición de Syriza es que es imposible pagar la deuda. Pero la razón principal para desobedecer es política y no técnica. La deuda es una herramienta de dominación que no es más un problema sólo de Grecia o de los países periféricos, sino un problema de la Unión Europea. «Es imprescindible llegar a una solución a través de una conferencia internacional, como se hizo para Alemania. Proponemos incluir la necesidad de una moratoria y una cláusula de crecimiento mínimo por debajo del cual el servicio de la deuda quedaría suspendido.»
Que Syriza le tome la palabra a la Unión Europea
Como conclusión, Éric Toussaint explicó que existe un reglamento de la Unión Europea, con fecha del 21 de mayo de 2013, cuyo articulo 7§9 preconiza la realización de una auditoría completa en los países que necesitaron un plan de ajuste macroeconómico.[1] Que Syriza le tome pues la palabra y lo utilice para identificar las responsabilidades en el endeudamiento de Grecia y la deuda que el pueblo no puede pagar.
Nota
[1] Artículo 7, punto 9: Un Estado miembro sometido a un programa de ajuste macroeconómico efectuará una auditoría exhaustiva de sus finanzas públicas a fin, entre otras cosas, de evaluar las razones por las que se ha incurrido en niveles excesivos de endeudamiento y detectar cualquier posible irregularidad. Reglamento (UE) nº 472 / 2013 del Parlamento Europeo y del Consejo del 21 de mayo de 2013 sobre el reforzamiento de la supervisión económica y presupuestaria de los Estados miembros de la zona euro cuya estabilidad financiera experimenta o corre el riesgo de experimentar graves dificultades. http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ...
Fuente: http://cadtm.org/La-deuda-Que-estra…
Traducción: Griselda Piñero