El plazo pasó y el norte de Irlanda sigue sin acuerdo sobre las transferencias de Londres a Belfast. La mejora del tono de las negociaciones y el acercamiento de posturas convenció a las administraciones británica e irlandesa a alargar el plazo para que los partidos norirlandeses superen esta crisis política por sí mismos, pero la condición unionista de abolir la Comisión de Marchas se ha convertido en un obstáculo insalvable que podría colapsar el Gobierno.
Otra fecha límite rebasada aunque, claro está, para el líder del DUP, Peter Robinson, no es un contratiempo. Porque según declaró el primer ministro norirlandés en el quinto día de negociaciones, su partido no tiene ningún interés en fechas límite.
La decisión de Londres y Dublín de retrasar la publicación de sus propuestas para facilitar la transferencia de las competencias de Justicia y Policía desde el Gobierno británico al Ejecutivo de Belfast, que había sido anunciada para el mediodía del viernes, así como el hecho de que el primer ministro irlandés, Brian Cowen, cancelara todas las actividades de la tarde del viernes, al igual que su colega británico Gordon Brown, despertaron cierto optimismo ante la posibilidad de que los partidos norirlandeses y, especialmente Sinn Féin y DUP, alcanzaran su propio acuerdo.
A ello se unió la reunión que la delegación de Sinn Féin mantuvo con sus oficiales de partido para informarles del contenido de las negociaciones. Muchos quisieron ver en esta cita el cierre de un acuerdo.
Pero una vez más, fueron los unionistas los que pusieron fin a las esperanzas con su condición previa al acuerdo: la abolición de la comisión de Marchas, una institución que muchos nacionalistas consideran su único salvavidas contra la preponderancia unionista en barriadas nacionalistas.
A las puertas de la residencia del secretario de Estado británico, Shaun Woodward, el castillo de Hillsborough, donde los partidos se reunieron en presencia del delegado británico y del ministro de Exteriores irlandés Micheal Martin, Peter Robinson remató los esfuerzos del día con un «hemos avanzado en la cuestión de las transferencias pero todavía quedan cuestiones por resolver». Fue uno de los representantes de Sinn Féin, Conor Murphy, el que resaltó que la demanda del DUP, que con la desaparición de la Comisión quiere facilitar las marchas orangistas, es la que está frenando el proceso.
Destacó que esta reclamación, incluida en las negociaciones a petición de la Orden de Orange, carece de sentido. Como comentó el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, el jueves, «quien crea que el precio de la transferencia de la Policía y la Justicia es un paseo por Garvaghy Road o Ardoyne, es ridículo».
Así pues, a pesar de las declaraciones del ministro unionista Sammy Wilson de que lo mejor para todos los partidos sería que el acuerdo fuera «made in Ulster» y los comentarios de algunos participantes que informaban sobre los esfuerzos de acercamiento entre los partidos -con encuentros entre Robinson y el republicano Adams-, todo apunta a que, posiblemente, Dublín y Londres tendrán que liderar el proceso.
Entre las propuestas que barajan los gobiernos se incluye el plan de que la transferencia de ambas competencias tenga lugar en mayo, y la mejora de las estructuras que deciden el recorrido de las habituales marchas orangistas, con la introducción de foros cívicos locales, pero sin confirmar la abolición de la Comisión de Marchas, tal y como desea el DUP.
Los orangistas organizaron encuentros secretos entre DUP y UUP
Una vez más, la cadena pública BBC desentraña un nuevo secreto que atañe
a los partidos unionistas. Si hace tan sólo unas semanas era la aventura extramatrimonial y financiación irregular de la esposa del primer ministro del DUP Peter Robinson, ahora le toca el turno a los vínculos entre unionistas y orangistas.
El programa Hearts and Minds (Corazones y Mentes) informó de que Robinson, y el líder del UUP, Reg Empey, se reunieron en la sede de la Orden de Orange en Belfast, donde hablaron sobre la posibilidad de alcanzar pactos electorales y la creación de un bloque unionista en el Ejecutivo de Stormont. En el encuentro estaban también el segundo del DUP y ministro de Finanzas del Ejecutivo norirlandés, Nigel Dodds, y el parlamentario del UUP David McNarry. Éste fue presidido por el Gran Maestro de la Orden de Orange, Robert Saulters, y el Gran Secretario, Drew Nelson.
El DUP y UUP volvieron a juntarse hace dos semanas, en una reunión presidida por el portavoz de los conservadores norirlandeses, Owen Paterson. Sin embargo, los conservadores británicos, con los que el UUP ha formado una coalición electoral en el norte de Irlanda, no fueron informados de la primera reunión, y Paterson ha pedido una reunión urgente con Empey para pedirle explicaciones. El diputado unionista McNarry confirmó a la BBC dicha reunión, pero incidió en que UUP y DUP seguían siendo «dos entidades definidas y separadas».
El ministro del DUP Sammy Wilson afirmó que si hay oportunidades para la cooperación, sería «correcto y apropiado» hacerlo.