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La construcción europea al servicio de los mercados financieros

La Europa «austeritaria» culpa a los estados de las consecuencias de los rescates

Fuentes: El Salmón Contracorriente

La Europa austericida no asume su responsabilidad y culpa a los estados serviles de las brutales consecuencias de los rescates que les ha exigido. Así lo pone de manifiesto el libro ‘La construcción europea al servicio de los mercados financieros’, que acaba de lanzar Icaria. «La autoría del diseño del programa pertenece a las autoridades […]

La Europa austericida no asume su responsabilidad y culpa a los estados serviles de las brutales consecuencias de los rescates que les ha exigido. Así lo pone de manifiesto el libro ‘La construcción europea al servicio de los mercados financieros’, que acaba de lanzar Icaria. «La autoría del diseño del programa pertenece a las autoridades del estado miembro afectado», se excusan CE y BCE. «Los ministros de Finanzas de cada país son quienes deben asumir la responsabilidad política», se defiende el Parlamento Europeo.

El libro menciona un cuestionario que el Parlamento Europeo dirigió antes de las elecciones europeas de 2014 a altos responsables de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE), el Eurogrupo, el Consejo Europeo, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), con la presunta intención de fiscalizar la actuación de la Troika en los países de la Eurozona sometidos a «programas» de rescates financieros. Cuestionario que impunemente o no respondieron, o lo hicieron a medias. Las respuestas son escasas e insatisfactorias, cuando no inexistentes. Todos coinciden en exculparse trasladando las responsabilidades a los demás.

El BCE, «en un terreno legal incierto»

Y las responsabilidades no son menores. El propio informe del Parlamento Europeo (PE) donde se incluye el cuestionario certifica que «la desigualdad en la distribución de los ingresos ha crecido por encima de la media en los países [rescatados]» y «los recortes sociales y el creciente desempleo están aumentado los niveles de pobreza». Además, duda de la transparencia de los Memorándum de Entendimiento (MoU) y de la propia legalidad tanto de la Troika en su conjunto como del BCE. De éste, recuerda que su mandato está limitado por el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) a la política monetaria, por lo que «la participación del BCE en cualquier asunto relacionado con las políticas presupuestarias, fiscales y estructurales se encuentra en un terreno legal incierto».

Veamos cómo los austericidas se quitan el muerto de encima. Por ejemplo, el FMI se negó a contestar argumentando que no tiene que rendir cuentas a los parlamentos, lo cual es sorprendente, teniendo en cuenta que él mismo impone sus políticas a los propios parlamentos. Herman Van Rompuy contestó que «no está involucrado», cuando como presidente del Consejo Europeo representa a los estados miembros de la UE. Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, eludió la pregunta diciendo que las instituciones de la Troika son las más indicadas para contestar, mientras el Banco Central Europeo devolvía la pelota al Eurogrupo.

Todos estos responsables llevan años implicados en las políticas de austeridad llevadas a cabo por los gobiernos bajo el mandato opaco de la Troika, apoyándolas y presionando a los estados para que las apliquen. Ahora bien, a la hora de contestar a un cuestionario del Parlamento Europeo, eluden sus responsabilidades y echan la culpa a los estados a los que arrebataron su soberanía. Tanto la CE como el BCE lo tienen claro: «La autoría del diseño del programa pertenece a las autoridades del estado miembro afectado».

Los parlamentos nacionales, excluidos de la toma de decisiones

Incluso una vez ya aprobado el informe, el Parlamento Europeo, en nota de prensa del 13 de marzo de 2014, llegó a excusarse de la siguiente manera: «La Eurocámara ha lamentado, también, que las instituciones europeas se hayan convertido en el chivo expiatorio de los efectos adversos de las reformas en lugar de los ministros de Finanzas de cada país, que son quienes deben asumir la responsabilidad política de las mismas». El hecho de que los parlamentos nacionales hayan sido excluidos de la toma de decisiones es otro de los aspectos más criticados por el PE.

La demostración de que el PE no tenía vocación de llegar hasta el final en su presunta fiscalización a la Troika, sino más bien lavarle la imagen y eludir sus propias responsabilidades en sus graves actuaciones en la víspera de las elecciones del Parlamento Europeo de 2014, la tenemos en su silencio ante el cuestionario enviado por parte de la Plataforma por una Auditoría Ciudadana de la Deuda del Estado español (PACD) y del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM). Tanto el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del PE como europarlamentarios de todos los colores políticos, además de los propios firmantes del informe y el europarlamentario socialista español Alejandro Cercas, autor de un informe más crítico sobre la Troika, fueron interpelados para responder a unas sencillas preguntas. Nadie tuvo a bien responder, demostrando que son parte del problema y no de la solución y que a pesar de pedir más transparencia a la Troika, ellos no la practican.

Nota:

Dicho cuestionario fue enviado el 27 de febrero de 2014 en inglés, francés y castellano por parte de la Plataforma por una Auditoría Ciudadana de la Deuda del Estado español (PACD) y del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) a los dos autores del informe sobre la Troika, al Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (PE), así como a distintos europarlamentarios y al servicio de prensa del PE. Hasta la fecha no hemos recibido respuesta alguna. Se puede encontrar el cuestionario en el libro La construcción europea al servicio de los mercados financieros. De la CECA al TTIP, Europa antepone el capital a las personas, Icaria, Asaco 2016.

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?La-Europa-austeritaria-culpa-a-los