En las últimas semanas se han producido nuevas redadas en librerías alternativas de la ciudad alemana con el pretexto de difundir publicaciones prohibidas.
El 26 de octubre se volvió a producir una serie de redadas contra librerías en Berlín. No era la primera irrupción de la policía en cuatro librerías alternativas. En el caso de la Schwarze Risse en Kreuzberg van seis redadas en lo que va de año, en la Schwarze Risse del barrio de Prenzlauer Berg cinco. Otra tienda, la M99 que vende material político de todo tipo, ya suma 54 redadas en su historia. Éstas suelen producirse acompañadas de órdenes de confiscación de panfletos antimilitaristas o algunas entregas de publicaciones autónomas por incitar a la violencia.
En la mayoría de los casos se dirige contra entregas de la revista Interim en las que se explicaba la fabricación de cócteles molotov o se incitaba a acciones violentas. Esta revista era un órgano importante del movimiento autónomo berlinés en los años ’90, su colectivo editor se mantiene en el anonimato y publica artículos enviados a la redacción.
Desde entonces es distribuida en casas okupas o librerías alternativas. Del carácter anónimo de la revista también se sirvieron policías, que participaron en el debate sobre la violencia en la revista entre 2005 y 2006. Este hecho salió a luz con posterioridad en un juicio.
En 2009 hubo dos redadas contra el Schwarze Risse y en 2008 una, en la víspera de la Cumbre G-8 en Heiligendamm. Durante las redadas, la policía suele confiscar las publicaciones en cuestión y a veces el equipo informático, hecho que dificulta el funcionamiento de estas librerías.
En el Schwarze Risse de Kreuzberg, la policía encontró un cartel que promocionaba el sabotaje del último transporte de residuos nucleares y pidió la orden de confiscación al fiscal, no obstante éste no se la concedió. Estas redadas contra publicaciones ilegales son habituales en Berlín, pero ésta no solo fue confiscado algún ejemplar de las revistas. Tras las redadas, la Fiscalía ha abierto investigaciones contra las gerencias de las librerías, responsabilizándolas de los contenidos de las publicaciones distribuidas. Según Sandra, de la librería Schwarze Risse, esta argumentación «no se corresponde con la jurisdicción vigente», que no responsabiliza a los distribuidores del posible carácter ilegal de material distribuido. No obstante, Sven Lindemann, abogado de Schwarze Risse, apunta que la Fiscalía trata de lograr nada menos que un giro en la jurisdicción. Sandra califica la posible sentencia como una «catástrofe» que «abriría el paso a la arbitrariedad contra librerías y kioscos».
Sandra subraya la arbitrariedad con la que se procesa y se obstruye a librerías alternativas, bajo la acusación de distribuir material ilegal.
Al contrario, en las secciones de culturas de los mayores diarios alemanes actualmente es recibido el panfleto-manifiesto francés La insurgencia que viene, que «también incita a actos ilegales». La librera concluye que «es importante quién dice las cosas» y recuerda el caso de una serie de juicios en los años ’90 contra un pacifista por llevar una pegatina que decía «los soldados son asesinos», una cita del periodista antifascista Kurt Tuchosky, en el coche. Varios tribunales le condenaron por insultar a miembros de las Fuerzas Armadas y sólo fue absuelto por el Constitucional, que lo consideró protegido por la libertad de expresión.
Las librerías afectadas consideran probable que la Fiscalía les lleve hasta los tribunales para forzar un cambio en la valoración judicial de la responsabilidad de distribuidores por sus contenidos. Para ello, han impulsado una campaña informativa para denunciar el intento de criminalización y organizaron una manifestación en el barrio de Kreuzberg el 2 de noviembre. El objetivo de la manifestación no fue solo denunciar la actitud de la Fiscalía contra las librerías alternativas, sino otros ataques que también sufren. El 27 de octubre, la librería M99 sufrió un incendio provocado, supuestamente por neonazis, que, según los bomberos, estuvo a punto de destruir todo el edificio.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/La-Fiscalia-berlinesa-contra-las.html