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ECRE pide a la UE que paralice las devoluciones de solicitantes de asilo a Grecia

La frontera común europea puesta en cuestión ante el desprecio a los derechos humanos

Fuentes:

El Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados (ECRE), del que hace parte CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), pidió ayer a la Comisión Europea que no devuelva a ningún solicitante de asilo a Grecia, por considerarlo un país no seguro para las personas que necesiten protección internacional y en el que los derechos […]

El Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados (ECRE), del que hace parte CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), pidió ayer a la Comisión Europea que no devuelva a ningún solicitante de asilo a Grecia, por considerarlo un país no seguro para las personas que necesiten protección internacional y en el que los derechos de los solicitantes de asilo son violados rutinariamente.

Grecia es el país de la Unión Europea con el menor porcentaje de reconocimiento del estatuto de refugiado. En 2007 y 2006 sólo se concedió protección al 0,04% y 0,05% respectivamente de las solicitudes. El ECRE ha recogido testimonios como el de Ahmed, solicitante de asilo iraquí arrestado al llegar a Grecia y quien después de estar detenido en una isla remota durante un mes y de vivir en la calle sometido al acoso policial, decidió usar una red de ‘pasadores’ para llegar a Suecia. En este país fue informado de su deportación a Grecia por ser el primer país europeo, miembro del Convenio de Dublín, donde le habían tomado sus huellas dactilares.

Por el Convenio de Dublín, del que España es firmante, el primer país de la Unión Europea al que llegue un solicitante de asilo es el responsable del proceso de su solicitud, y dicha solicitud no podrá ser presentada en ningún otro Estado. El ECRE ha denunciado reiteradamente que este sistema asume, de manera errónea, que los niveles de protección son homogéneos en todos los países europeos, cuando la realidad, en palabras de BjarteVandvik, secretario general del ECRE, es que «la posibilidad que tiene una persona de que le reconozcan su derecho al asilo varía enormemente de un país europeo a otro».

El ECRE pide a todos los Estados de la Unión Europea que sigan el ejemplo de Noruega, donde huyó Ahmed para evitar su deportación. Noruega ha suspendido la aplicación del sistema de Dublín con respecto a Grecia y ha decidido reexaminar todas las solicitudes de asilo de los refugiados que hayan pasado por ese país. Alemania, por su parte, ha paralizado las deportaciones a Grecia de menores no acompañados, y otros Estados están evaluando si sus políticas de devolución de solicitantes de asilo a Grecia respetan los derechos humanos.

El Consejo Europeo de los Refugiados y Exiliados (ECRE) pide a la Comisión Europea:

· Que suspenda los traslados de personas a Estados que no pueden garantizar un completo y justo examen de las solicitudes de asilo o unos estándares mínimos de acogida.

· Que se garantice la reagrupación familiar de refugiados.

· Que se mejore la solidaridad y se compartan los recursos entre los Estados, incluyendo un fondo económico de solidaridad y el uso de equipos de apoyo expertos.

· Que se introduzca un procedimiento especial de asunción de responsabilidad para aquellos casos en los que estén implicados menores o personas vulnerables.

Por último, El ECRE reitera la necesidad de que el sistema de Dublín sea sustituido por otro que salvaguarde los derechos de los refugiados y que garantice que los Estados compartan la responsabilidad en los procesos de asilo. «En diez años de existencia, el sistema de Dublín no ha cumplido todavía sus objetivos, y por tanto le ha fallado a los refugiados y a los Estados miembro. Estamos seguros de que la Unión Europea puede encontrar un mejor sistema que el actual, que rebota a los refugiados vulnerables a través de Europa como bolas de ping pong, con consecuencias devastadoras para aquellos que tengan la mala suerte de aterrizar en países sin un sistema adecuado de asilo», en palabras de Bjarte Vandvik.