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La izquierda italiana y nosotros

Fuentes: Sin Permiso

El traductor del texto de Rossana Rossanda que reproducimos en esta misma entrega de SinPermiso, Joaquín Miras (miembro del Consejo de Redacción), acompañó su traducción con una cartita personal al editor de la revista [Antoni Doménech], comentando el texto. El autor y el receptor de la epístola han considerado oportuno hacerla pública, reproduciéndola parcialmente en esta misma entrega semanal.

Sobre el análisis de RR [Rossana Rossanda] respecto de Refundación en el artículo de 20 de noviembre en el que comenta el texto de Bertinotti: es el mismo problema que cuando discutía sobre las tesis de RF [Refundazione Comunista] pero más agudizado, porque no analiza que la explosión de RF se produce tras el desastre electoral, lo que muestra más a las claras si cabe que el de RF es un problema de clase política

Para RR el problema fundamental es de teoría política. Se trata de acertar con la teoría adecuada. Si se juntan fuerzas políticas diversas en un partido, eso será desastroso, porque obedecen a teorías políticas diversas, y lo que puede ser válido como coalición no sirve como partido. No es válida la propuesta de comenzar desde cero, pero porque la teoría política en que se basa ese arranque nuevo es corta o antigua o escasa, o en todo caso, no es preciso porque basta con acertar en la opción ideológica y teórica en las tesis para que todo vaya bien, y no hay que renunciar, en consecuencia, a tantas cosas e influencias. No voy a defender a Ferrero, el defensor de comenzar desde abajo, porque no sé «quién» es, y no sé lo que quiere; pero sí su tesis. Precisamente porque no creo, como RR -y seguramente como Ferrero- que el problema sea de tesis, de propuesta elaborada en el laboratorio. El problema está en que RF son los restos de unos políticos que son clase política, y que no se resignan a estar fuera del sistema de poder. Creo que hay que comenzar la travesía del desierto, porque lo que hay que crear es una fuerza política que cree ciudadanía, nuevo sujeto, que sirva para dar la voz y el protagonismo a los populares, y para someter a los agentes políticos a la voluntad de éstos (¿qué otra cosa puede ser el republicanismo que la ciudadanía?). Y para generar la actividad de la que puede salir una nueva teoría política que no sea ad hoc.

No creo que el esquema sea el que RR defiende. 1) Error en la teoría política; 2) Derrota política. Sino que 1) todo es un problema de clase política; 2) que sus debates son ad hoc y sirven para justificar las decisiones políticas institucionales -dentro/fuera del área de gobierno. Más/Menos electores. ¿Por qué no iba a ser válida la unión de diversas culturas políticas populares -comunistas, obreros, arco iris, mujeres feministas-, si se hace con el fin de ir generando movilización, sin a prioris intelectuales sobre «contradicciones», y sin tratar de usar la suma para conseguir simplemente votos y poder entrar en las instituciones? Pero RR interpreta la fusión de RF con Arcoiris, no como una mera maniobra electoral, para entrar en el gobierno en la gobernanzza, y por lo tanto, como algo desmovilizador (¿la desmovilización la propulsaba el «ala» Arcoiris, o la propia dirigencia de RF y del Arcoiris: los presupuestos del estado, las bases americanas:?…), sino como error de tesis teórica . Pero fue la desmovilización para estar en el gobierno, y no las teorías, o éstas tan solo en la medida en que servían para imponer estas políticas, lo que provocó el desastre. Y este es el otro punto que llama la atención: no reprocha tanto a Bertinotti el haber estado por la entrada en el área de gobierno como por determinadas teorizaciones -¡ah, la TEORÍA!: pero ¿se puede estar hoy en Europa en «disposición de gobernanza» sin tragarse endiñándoselo hasta el fondo, con celo y aplicación el sable de las políticas neoliberales? ¿Y eso es entonces grano de anís, y lo «objetable y recriminable» a Bertinotti es la literatura escrita -escrita ad hoc para lo otro-? Ahora, RR exige que se asuma un programa antiliberal para no desaparecer: un programa así lo escribe un economista en un par de semanas – o dos economistas en cuatro semanas… pongamos, porque ese programa es de «sentido común técnico»-, pero tras la desmovilización y la autoderrota, ¿quién va a ser movilizado en su defensa? ¿Quién se lo va a creer? El mal ya está hecho. Y la destrucción.

Es un asunto pues, de clase política incorporada al sistema, con vocación de estar en la institución como asunto fundamental lo que provocó esto, y ante una situación así, solo cabe la travesía del desierto, ir a las bases, construir una ciudadanía o movimiento antimanipulatorio, y que éste controle en su momento a sus políticos. Esperemos que ahora, con el crecimiento posible de la movilización, surjan en Europa -también hinc et nunc- nuevas fuerzas políticas capaces al menos de movilizar y ser santamente intransigentes en defensa de un programa antiliberal estricto -al menos, reformismo; al menos, defensa popular de estricta observancia-.

La Linke no sabe lo mucho que debe a la política de excomunión, de cinturón sanitario que se estableció en torno a los Gisy y a los Lafontaine. La falta de problemas que han tenido para sostenerse como fuerza verdaderamente democrática , esto es, antiliberal, ha tenido mucho apoyo en esto… amén de la actitud -y aptitud, que los hay que sólo son aptos para la componenda- moral de sus dirigentes; yo espero que en la nueva etapa de movilización se desarrollen movimientos que anclen esa fuerza en la sociedad y siga por ese camino

A casa nostra todo es calcado: IU/Cataluña (EUiA) e ICV Cataluña siguen apoyando el desmonte del área pública del estado -no se puede denominar a esto desmonte del estado «de bienestar», porque eso supondría aceptar la falsedad de que éste ha sido un estado de bienestar-, la privatización de la enseñanza elemental y media, y la de la universidad…en plena crujida del liberalismo, lo mismo que el PSC. Y nadie dice esta boca es mía sobre los miles de millones que Zapatitos «botinitos» suelta a la gran banca, con lo que quedan endeudadas, quizá, hasta nuestra pensiones: se necesita una travesía del desierto, aquí y en Europa, la constitución de nuevas fuerzas políticas honradamente antiliberales decididas a no pactar ese programa y a movilizar. Es el régimen político el que no funciona, esto es, el conjunto de fuerzas políticas que lo constituyen. Republicanismo y democracia son las ideas matriciales que no se perciben en RR…. Si en el concepto paraguas final de RR -«nosotras izquierdas críticas»- caben Bertinottis y consellers de governació actuals …[Joan Saura, dirigente de ICV] el que no cabe y se borra es un servidor, prefiero ser considerado «izquierda acrítica».

*Joaquín Miras es miembro del Consejo de Redacción de SINPERMISO

Texto relacionado: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76441