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La izquierda peruana no tiene quien le escriba

Fuentes: Rebelión

El año 2015 fue uno de los más tristes para quien escribe estas líneas, para la izquierda en particular, y para los trabajadores en general. Y lo digo no solo por la falta de estrategia de poder revolucionario de la izquierda peruana (la conservadora e «insurreccional»). Tampoco lo digo solamente por la crisis de dirección […]


El año 2015 fue uno de los más tristes para quien escribe estas líneas, para la izquierda en particular, y para los trabajadores en general. Y lo digo no solo por la falta de estrategia de poder revolucionario de la izquierda peruana (la conservadora e «insurreccional»). Tampoco lo digo solamente por la crisis de dirección de los movimientos sociales. Lo digo porque históricamente el pueblo ha perdido a una de sus plumas de fuego por justicia social más importantes.

Militó desde muy joven en la izquierda revolucionaria, rompiendo con su extracción de clase y asumiendo una conciencia revolucionaria: La de la clase obrera. «La mayor parte de la generación de Raúl, que es la mía, se inclinaron por el maoísmo, se le consideraba una alternativa, después y por el maestro Ricardo Napurí, que salió de la Fuerza Aérea Peruana, nos inclinamos al trotskismo. Raúl era revolucionario a tiempo completo, saltando de un lugar a otro en los trabajos políticos», declaró el historiador Antonio Zapata (diario Uno, 08/10/15).

Y no es para menos. El maoísmo peruano no tenía mística en ese entonces y era un satélite sectario de Pekín. No había nada sobre marxismo ahí. Es por eso que Raúl, buscando un referente de análisis teórico más original, se vinculó al trotskismo que en ese momento tenía a Napurí (varias veces deportado, co-fundador del grupo praxis que lidero Frondizi, fundador de Vanguardia Revolucionaria, y amigo del Che Guevara), como líder de la nueva izquierda.

Recuerdo cuando lo fui a ver un par de veces al hospital Rebagliati cuando todavía no se sabía que el maldito cáncer lo había atrapado. El mismo me decía, «…los médicos van y vienen, me hacen un montón de análisis, pero hasta ahora no se sabe que tengo…».

Siempre habían camaradas a su alrededor dándole ánimos y él no paraba de reír porque la sonrisa era parte de su esencia así como la lucha política por una verdadera democracia. Aun estando muy mal no dejaba de escribir demostrando el carácter de un hombre con convicciones como lo eran Mariátegui o Vallejo en su tiempo. Y una de estas era la urgencia de escribir para enfrentar las ideas retrogradas de la derecha neoliberal y desenmascararla como una derecha lobista, hipócrita y mafiosa que se alineó con la dictadura fujimontesinista. Y entre esta, al dos veces presidente del Perú, Alan García Pérez, (https://www.youtube.com/watch?v=JAw1Kin6oCA).

Pero no solo escribía desde su oficina sino desde las calles. Mejor dicho, escribía desde el movimiento y para el movimiento social. Nunca olvidaré cuando lo veía alzando el puño en combate contra la dictadura (a veces con Ricardo Letts o Delfina Paredes), en las amplias movilizaciones de masas o vendiendo la prensa del Comité Malpica y la forma tan didáctica y jocosa cuando daba sus conferencias.

Militante entregado a las causas populares nunca dudo un segundo para apoyar a los obreros tercerizados de la minera Casapalca o textiles de Topy Top o para ayudar a desarrollar el Movimiento Sin Techo demostrando la farsa de los derechos laborales, la «ley de exportaciones no tradicionales» o del boom inmobiliario, respectivamente. Nunca lo vi llorar. Pero si lamentarse por la división de la izquierda, por la traición de Ollanta Humala (de quien fue su asesor) o por la falta de renovación de la izquierda. Sin embargo, no era de las personas que se quedaba en la nostalgia sino que se alimentaba de ésta para escribir y orientar a la izquierda en su lucha por la correlación de fuerzas nacional.

Era una persona maravillosa no solo por su sensibilidad humana sino porque se convirtió en un guerrillero de la pluma al escribir notas de análisis diarias disparando como un francotirador guevarista a los poderes facticos de la República criolla.

Tanto así que se ganó el respeto de uno de sus más conspicuos adversarios e íconos de la derecha peruana (a la misma vez y contradictoriamente nieto del intelectual de izquierda José Carlos Mariátegui). «… Lamento la muerte de Raúl Wiener, que era por lejos el mejor columnista de la izquierda . Escribía muy bien, le metía pasión y era un potente adversario. También era un tipo leído, por lo que respetuosamente sugerí su nombre cuando me pidieron a un rojo para debatir sobre mi abuelo en Somos. A mí me dedicó un gran porcentaje de sus columnas y hasta malévolamente me apodó «Aldo M» . Yo también le contestaba sin anestesia y a los dos se nos pasó la pluma más de una vez . Incluso guardo con afecto varias de esas «cariñosas» columnas suyas…   tenía más olfato estratégico, era más peleón y tocaba más temas actuales. Su partida deja al gremio aún más intelectualmente pobre . Y fue tan corajudo por años contra su cáncer.», escribió Aldo Mariátegui ( Adiós, hombre de Viena , Perù21, 07/08/17).

Esta cuestión demuestra el respeto que le guarda uno de los que fuera su más temible enemigo escritor. Un respeto que Raúl se lo ganó a punta de compromiso con la lucha de los trabajadores para quienes escribía los 365 días del año (siguiéndole el día a día a las maniobras del gobierno de turno para continuar con la opresión y la corrupción), y con el método del materialismo dialéctico (que varios «socialistas» han olvidado hoy). Y más allá de las diferencias que haya con Aldo, pues, éste tiene razón cuando señala que Raúl «le metía pasión y tenía más olfato estratégico», sino lean sus artículos cuando el surgimiento de Hugo Chávez. Mientras que la mayoría de la izquierda denunció al neonacionalismo latinoamericano, Wiener lo saludó y tendió puentes para comprender el proceso bolivariano y hacerlo avanzar hacia el socialismo.

«…nos imaginábamos a partir del 69 que la izquierda peruana que se preparaba para volver a la guerrilla se encontró con el gobierno de Velasco, y tenía dificultades con Velasco, y la izquierda intento presionar al gobierno para que se izquierdizara…al MIR se le ocurrió impulsar el Frente Antiimperialista Revolucionario pidiendo la profundización de la nacionalización de la IPC frente a las amenazas de EE.UU. y eso generó un amplio movimiento de masas donde incluso habían cristianos, esa fue la primera explosión de crecimiento, y obviamente los que ya teníamos experiencia…la militancia era tan curiosa que cuando había alguien que se debilitaba, lo botábamos, años después les decíamos quédate…pero el MIR además tenía un aparato armado, que había quedado de la guerrilla y el grupo armado no sabía qué hacer, paraban armando y desarmando armas, a este grupo se le encargó tomar Radio Programas del Perú para agitar por la nacionalización de IPC…era evidente que la izquierda nunca iba a tomar el poder por las elecciones, entonces nosotros nunca nos imaginábamos así la guerra, yo conocí al Che Guevara a través de una foto cuando murió y tenía los ojos abiertos, y tenía tanta fuerza su mirada que me convertí en un admirador del Che, somos la generación del Che muerto…».

Luego contando su historia de formación política manifestó, «…vino Velasco y cambiamos la ruta, en realidad las definiciones empiezan con Vanguardia con crisis al interior que también tuvo el MIR…Polay no viene del Mir o viene después cuando regresa de Francia…yo me fui del MIR, y tome la decisión de priorizar la estudios, la formación marxista…y llegue a la casa de Aníbal Quijano, quien tenía la biblioteca más maravillosa que había visto… y comencé a leer a Trotsky (que no se podía leer en ningún lado), y me entere que Aníbal era trotskista y todo eso fue muy importante en cuanto a formar un pensamiento propio, y me aproximo al FIR de Hugo Blanco pero me pareció muy pragmático, al PST que estaba con la teoría de dar un golpe contra Velasco y no me convencí, y luego al POMR de Napuri, Villarán y Cuentas porque era de más intelectual y había una discusión más teórica según mi interés, ¿Cómo estaba el POMR? Igualito que el MIR cuando entre, es decir una desgracia…muy desgastada, todos los dirigentes del POMR habían sido de Vanguardia, y allí estuve en la dirección hasta que comenzamos a discrepar a fines del 76, que tiene que ver con el gobierno de Morales, ellos con la idea de que le iban a dar un golpe y nosotros con la idea de que Morales ha traicionado, yo planteaba ¡abajo morales!…lo que he aprendido en la izquierda es quien controla el partido, entonces a mí me botan del partido en el 77 porque el centro internacional me veía con interés, y lo más gracioso es que un día viene Napuri y me pregunta ¿porque fue que te botamos?…luego nos constituimos en Organización Trotskista Revolucionaria que después se llamó POR, ese grupo funciono entre el año 77, publicando un periódico que se llamaba La Comuna, hasta el 82, que comenzamos nuestro acercamiento al PUM…a pesar que yo lance la consigna de asamblea constituyente en el 77, y cuando la lanzo la dictadura, yo dije que esa no era la constituyente, y metí la pata, el paro del 77 cuenta la historia oficial que fue la CGTP, pero la verdad es que fueron cinco federaciones las que lo convocaron, entre estas la federación de seguros que la dirigía mi hermano, por esa vía nosotros influimos en el proceso del paro nacional y cuando lleve esa información al POMR diciendo que se ha constituido un CUL, Cuentas me contesto que «era un paro estalinista contra la huelga nacional», y Napuri dijo «es una maniobra para que nos caiga la represión» y estallo el paro, y Villarán me dijo «mira la luz funciona, todo funciona o en todo caso es parcial», y yo dije que la dirección vaciló y por eso me botaron…», declaró Raúl en una conferencia denominada «Como es que era ser de izquierda» en una universidad nacional (https://www.youtube.com/watch?v=pT0Q4PQP8Ao).

Luego continuó Wiener, «…el mundo después de la segunda guerra mundial era el mundo de la descolonización, el mundo dividido en dos de la guerra fría, el mundo de las revoluciones nacionales, la revolución cubana, EE.UU. interviene países, aplasta gobiernos progresistas, entonces ¿Que podíamos sentir los jóvenes? Lo que sentíamos era que nosotros estábamos por el cambio. En el año 68 está el mayo francés, un año antes murió el Che, pero estábamos en la guerra de Vietnam, y en el 69 se da la ofensiva del Tet y los vietnamitas piensan que pueden ganar la guerra, muere Kennedy, muere Martin Luther King, ¿adónde nos llevaba el curso político? Un contexto muy emotivo… a mí me pasa en el año 71 cuando empiezo a trabajar y me voy a Huancayo. Yo era un organizador dentro del partido. A mí me veían como un tipo de choque porque venía de la UNI pero no como los que teorizan porque esos eran de San Marcos. Y en Huancayo leí las tesis de Abril y me di mi propia interpretación. Me sentí más sólido. Y yo tenía que enfrentar a un adversario fastidioso que era Manuel Dammert, éramos de la misma generación, del mismo Comité Central…cada vez que yo he visto casos de militancia aprista, en el PC siempre hay uno que fue hijo de un dirigente, nosotros que éramos de la nueva izquierda, éramos nuevos, venias a ser nueva izquierda no solo por lo nuevo sino porque proveníamos de sectores medios…ahora en mi familia, fuera de lo locuaz que era mi padre, que a la hora de comer hablaba y hablaba y nadie más hablaba, era una persona con mucho bagaje histórico…mi familia era una familia anticlerical, belaundista, militante de los 50s, medio progresista reformista pero no de izquierda, en el año 65 estuvimos presos yo y mi hermano y lo más importante era que mi papa y mi mama nos apoyaron…».

Y así es como murió, luchando por la unidad de la izquierda voceando los nombres de Verónica Mendoza o Sergio Tejada para liderar esta difícil pelea histórica demostrando su olfato político.

En una conferencia que realizamos en la Casa del Maestro después de la victoria popular electoral del 05 de junio, Raúl Wiener, estaba alegre. «…he vivido el derrocamiento de Allende como militante de la izquierda peruana, y he vivido todos los 70s con Sendero Luminoso y los paros nacionales…y sin embargo mi hija escribió un artículo que decía que su papá estaba de moda porque su papá estaba derrotado, es decir que todo eso que hemos vivido era un cumulo de derrotas…y la primera vez que hemos ganado es este 5 de junio, la primera vez que hemos doblegado en lo estratégico al poder constituido ha sido este 5 de junio…nosotros tenemos que organizarnos en el marco de esta victoria… como convertir los locales de GANA PERU en un movimiento de masas…» (https://www.youtube.com/watch?v=LjTQGkGawI4), dijo en la Conferencia, orientando, creo yo, a una parte de la vanguardia de izquierda a dejar de lado sus apetitos burocráticos y sectarios y sumar fuerzas para garantizar que se ejecute el programa de la gran transformación como si presintiera lo que estaba por venir.

Por eso no es casualidad que su amada esposa escribiera, «… Mi Raúl, mi amado amante, mi camarada, mi amigo y compañero, partió a esa dimensión universal de la energía buena que me acompañará la vida que me queda, escuchando su risa, viendo su mirada alegre, recordando sus gestos tiernos y sus mil batallas por los derechos de los humildes, de todos los olvidados. Mi guerrero de la pluma, mi soñador por un mundo mejor que otros continuarán…», (diario La República, 06/09/15 http://larepublica.pe/impresa/politica/701479-solo-el-cancer-pudo-contra-este-luchador-social-y-periodista-tenaz).

Descansa en paz Raúl. Y que tú legado, compromiso social y mística nos ilumine para seguir en el combate por un mundo justo, democrático y digno como lo soñó el Amauta.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.