Traducido por G. L.
Didier Lombard, ex presidente-consejero delegado de France Telecom ha recibido una orden del juez que investiga la ola de suicidios de empleados que ocurrió entre 2008 y 2009. Treinta y cinco personas se suicidaron por razones relacionadas con las condiciones de trabajo. El tribunal podría enjuiciar en pocos días a Lombard, bajo la acusación de «acoso moral» y varios ejecutivos podrían ser llamados a declarar. Los inspectores de trabajo, según revela la investigación, habían advertido en repetidas ocasiones a los dirigentes de France Telecom sobre los efectos nocivos de las prácticas de gestión introducidas en la antigua empresa pública desde 2006. Los empleados, acostumbrados a trabajar para el servicio público, se vieron atrapados en la vorágine del aumento de productividad a toda costa, la competencia entre colegas, los traslados de puesto de trabajo y los continuos cambios de funciones. La revolución de estilo anglosajón en la gerencia de France Telecom coincidió con un cambio tecnológico importante, lo que hizo que los viejos técnicos de la telefonía fija perdieran seguridad en el trabajo. La productividad y los beneficios a toda costa acabaron con vidas humanas.