Basta con revisar un poco los datos económicos y los problemas sociales de Francia para darse cuenta que la locura se apodera del Elíseo. Las cosas no andan bien en aquel país que conoció la furia revolucionaria de los Jacobinos y la traición de los Girondinos. Nuevo datos asoman que el producto interior bruto (PIB) […]
Basta con revisar un poco los datos económicos y los problemas sociales de Francia para darse cuenta que la locura se apodera del Elíseo.
Las cosas no andan bien en aquel país que conoció la furia revolucionaria de los Jacobinos y la traición de los Girondinos. Nuevo datos asoman que el producto interior bruto (PIB) de Francia, en el tercer trimestre de 2013, ha caído un -0,1% respecto al segundo trimestre de 2013. Esta tasa es 6 décimas inferior a la del anterior trimestre, cuando fue del 0,5% [1]. Lo que ha marcado la misma tendencia de los últimos años.
Francia no escapa a la debacle que se vive en toda la Unión Europea.
Cuando el desempleo en aquel otrora imperio hoy rebasa las cifras oficiales calculadas en 11% (que muchos estiman es superior), el gobierno de François Hollande ha planteado la «necesidad» de flexibilizar, aún más, las leyes laborales para rebajar los ya precarios salarios y eliminar, de una vez por toda, la asistencia sanitaria de todos los franceses por el bien de «todos los franceses».
Las políticas del régimen francés ha terminado por quitar la máscara del ya desprestigiado ultra-neoliberal con disfraz «socialista», Hollande, quién ha prometido un nuevo y gigantesco recorte del «gasto público» de más de 50 Mil Millones de Euros [2], al tiempo que derrocha toda su arrogancia para amenazar a las ex colonias francesas con nuevas guerras bajo el pretexto de «proteger a la población civil de aquellos países».
Por si no fuera poco, la crisis económica y social que afecta al pueblo francés también tiene sus expresiones en la conducta poco decorosa y agresiva de su gobierno.
Francia muestra nuevamente sus garras al mundo. Su experiencia en Libia, Mali y su más reciente en la República Centroafricana no calman las necesidades de sus capitales que exigen más guerras, materias primas baratas y nuevos mercados para reproducirse.
Ante una reciente conferencia en el Elíseo, Hollande reiteró sus amenazas con atacar de forma unilateral a Siria «si la ONU se lo permite» [3]. Al presidente francés no parece bastarle toda la sangre que ha sido derramada por sus mercenarios vinculados Al-Qaeda, y armado por su país, para derrotar al gobierno sirio de Bashar Al Assad. La prepotencia y arrogancia de Hollande ya despierta la curiosidad de muchos psiquiatras en el mundo.
La locura se apodera del Palacio del Eliseo. La baja popularidad del presidente francés François Hollande (17% de aceptación [4]), sus problemas de falda, y su amenaza contra Siria no podrán hacer virar la atención del pueblo francés sobre los verdaderos problemas y amenazas que se ciernen en su contra.
Más temprano que tarde, el sufrimiento que vive aquel pueblo hará despertar nuevamente la tradición rebelde de los franceses y exigirán pasar por la guillotina de todos los burgueses.
Fuentes:
[1] http://www.datosmacro.com/pib/francia
[2] http://www.correodelorinoco.gob.ve/multipolaridad/gobierno-frances-reducira-aun-mas-gasto-publico/
[3] http://www.larepublica.es/2014/01/hollande-francia-podria-atacar-de-forma-unilateral-a-siria/
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