Las manifestaciones se suceden en Sarajevo y en otras ciudades de Bosnia contra la situación de bloqueo en que se encuentran unas instituciones de difícil futuro. Desde hace una semana, las manifestaciones se suceden en Sarajevo y también en otras ciudades del país, que sigue «bloqueado» por la mecánica infernal de sus instituciones. El miércoles, […]
Las manifestaciones se suceden en Sarajevo y en otras ciudades de Bosnia contra la situación de bloqueo en que se encuentran unas instituciones de difícil futuro. Desde hace una semana, las manifestaciones se suceden en Sarajevo y también en otras ciudades del país, que sigue «bloqueado» por la mecánica infernal de sus instituciones. El miércoles, miles de personas se manifestaron en Bania Luka, la capital de la entidad serbia.
«¡Abajo el nacionalismo, viva Bosnia-Herzegovina ciudadana!»: la pancarta, redactada en los dos alfabetos de uso en el país, el cirílico y el latino, flotaba por encima de la multitud congregada el martes ante el parlamento de Sarajevo. Más de 10.000 personas acudieron a la cita. Desde agricultores a empleados que llevan meses sin cobrar su salario acudieron, en manifestación, a engrosar la multitud. En solidaridad, los taxistas de Sarajevo bloquearon el tráfico durante varias horas.
Todo comenzó por un motivo «fútil»: un bebé de tres meses que necesitaba un tratamiento urgente en el extranjero no pudo viajar, por no disponer de un pasaporte, porque desde el pasado 12 de febrero, los recién nacidos no pueden obtener un número nacional de identidad, debido al desacuerdo entre los partidos políticos sobre la nueva denominación de municipalidades de Republika Srpska, la entidad serbia del país. A causa a ello, todos los bebés nacidos después de esa fecha están «sin papeles».
El 6 de junio, algunos cientos de personas se concentraron ante el parlamento de Sarajevo. El número de gente congregada no dejó de aumentar a lo largo de todo el día, y los manifestantes decidieron «asediar» el edificio, impidiendo la salida de los mientras no adoptaran una ley que resolviera el problema. Aunque el texto no fue aprobado, levantaron el «asedio» a las 4h la mañana. Después, han continuado las movilizaciones. Los estudiantes se movilizaron tanto en Sarajevo como en Bania Luka, la capital de la República Srpska y también hubo otras manifestaciones en Zenica, Tuzla, Prijedor, Brcko y otras ciudades menos importantes del país.
Es la primera vez desde el final de la guerra de 1995 que un movimiento común reúne a todos los ciudadanos de Bosnia-Herzegovina. Para Darko, militante de un pequeño grupo anarquista de Sarajevo, «el vaso estaba lleno desde hacía mucho. Nos preguntábamos cuando llegaría la gota que lo desbordara». Esta «gota» ha venido quizás de Turquía, país del que Bosnia está, política y culturalmente, muy próximo. La semana pasada en Sarajevo se dieron concentraciones de apoyo a los manifestantes turcos de la plaza Taksim, que posteriormente se se»fusionaron» con las manifestaciones de protesta.
El miércoles, en Bania Luka, miles de personas ignoraron la prohibición de manifestarse emitida por las autoridades. A los estudiantes se les sumaron los jubilados y los antiguos combatientes. Aquí también, la empatía con el movimiento «Occupy Gezi Park» fue rápida. Desde hace más de un año, los ciudadanos y ciudadanas de la ciudad se manifiestan regularmente para intentar salvar el parque de Picin, que las autoridades quieren transformar también en un centro comercial. «En la República Srpska, la gente está acostumbrada a respetar al poder. Todo el mundo vive mal, pero nunca ha el menor movimiento social desde finales de la guerra», explica la periodista Dragana Tadic. «Por tanto, la movilización por el parque representaba algo inédito, el primer inicio de una toma de conciencia ciudadana».
Estas primicias de «primavera bosnia» inquietan mucho a las autoridades. Rajko Vasic, el secretario general del Partido de los Socialdemócratas Independientes (SNSD), la formación de Milorad Dodik, el presidente de la República Sprska, tuvo que presentar su dimisión tras haber tratado de «bastardos» a los estudiantes movilizados de Bania Luka en su blog. En realidad, la clase política es objeto del mismo rechazo en las dos entidades del país. Por otra parte, con excepción del nuevo alcalde de Sarajevo, el muy popular Ivo Komsic, que apareció en una de las manifestaciones, todos los políticos del país están desaparecidos del mapa desde el comienzo del movimiento.
13/06/2013
Jean-Arnault Dérens es desde 1998 responsable de la publicación Le Courrier des Balkans. Contribuye en diversas publicaciones como Le Monde Diplomatique, La Libre Belgique, Ouest-France, Le Temps. Ha publicado varias obras entre ellas Balkans, la crise en Gallimard en la colección Folio.
Artículo publicado en el diario Le Temps el 13/06/2013
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR