La «montaña de oro» y los «glotones»

Comparen ustedes el principio y el final de este articulo publicado hoy en un gran periódico … ¿No es de una arrogancia increíble, pero también de una muy reveladora franqueza ?

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Le Soir, 25 de febrero de 2006, la semana financiera :

» Las ganas de moverse nunca atenazan tanto como cuando se está sentado sobre una montaña de oro. Las empresas europeas habían acumulado semejante tesoro en estos dos últimos años que era inevitable que trataran de emplearlo. Y de pronto esta semana financiera ha sido particularmente jovial, las sociedades seguían con su partida endiablada de estratego, más particularmente en Europa (OPA del sector electricidad – nda).
Y podían entregarse a ello tanto más cuanto que ninguna preocupación estadística vino a empañarles los ánimos. En Europa incluso, hay un baño de euforia : el último barómetro Ifo, que mide el ánimo de los patronos alemanes, ¡ no había llegado a este nivel desde 1991 ! (…)
Es verdad, a mitad de semana los mercados estadounidenses se han enfriado un poco con las cifras de empleo (un poco demasiado buenas, con lo que se deja temer, por tanto, que un día u otros los asalariados se vuelvan glotones y relancen la inflación)… «
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¡ Qué pena que este artículo esté escondido en el fondo de las páginas para los inversores! Nos encantaría situarlo con un golpe de varita mágica en la primera página de los grandes medios de comunicación a alcance de cualquiera. En efecto, este artículo nos desvela unas reglas fundamentales de nuestra sociedad :

1. Las grandes sociedades han acumulado una enorme » montaña de oro «.
2. ¿ La van a emplear para subir los salarios o crear empleo? No, únicamente para aumentar sus bienes.
3. Pero, ¿ a quién se critica aquí por el pecado de » glotonería » ? A los asalariados.
4. Así pues, el peligro es que los asalariados » glotones » disminuyan la montaña de oro.
5. En resumen, lo que engorda la montaña de oro es la dieta y la explotación de los asalariados.
6. Y para engordarla mejor, los » mercados » (léase : los capitalistas) necesitan que los asalariados permanezcan sometidos al chantaje del paro. Por consiguiente, los discursos sobre la » política del empleo » no son más que apariencias.
7. Del mismo modo, los discursos estilo » Los beneficios de los ricos crean empleos para todos « no son más que un arma de propaganda masiva en la guerra social.

¿Qué ocurriría en el plano social si los medios de comunicación pusieran en primera página semejantes noticias sobre el sistema en vez del habitual bla-bla-bla?

VÉASE TAMBIÉN :
– Reglas económicas que llevan al paro y a la pobreza : Bush, le cyclone
– Ideología consciente e inconsciente en los medios de comunicación : Rubrique Attention, médias!
– Livre sur les médias