El 8 de agosto llegó el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, a Honduras, gran parte de la población cree que su misión es sacarle las castañas del fuego a Juan Orlando Hernández, quien en el 2013 asumió la presidencia de Honduras con un gigantesco fraude, precisamente respaldo por la OEA, la Union Europea […]
El 8 de agosto llegó el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, a Honduras, gran parte de la población cree que su misión es sacarle las castañas del fuego a Juan Orlando Hernández, quien en el 2013 asumió la presidencia de Honduras con un gigantesco fraude, precisamente respaldo por la OEA, la Union Europea y, naturalmente los Estados Unidos tras bastidores, pues en esta ocasión EEUU le encomendó el trabajo sucio a la Union Europea, quien lo cumplió a pie juntillas. Sin duda, de lo que suceda en Honduras dependerá mucho lo que venga contra los países socialistas o en vías de socialismo de America Latina: Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, etc.
Este tema es importante no solo para Honduras sino para toda América Latina, pues Honduras fue el conejillo de indias con el golpe de Estado perpetrado contra el presidente Manuel Zelaya Rosales y el pueblo hondureño el 28 de junio del 2009. Y dependiendo cómo continúe el «Caso Honduras», de ser exitosa, es la receta que piensa dársele a America Latina, especialmente a los países que viven cambios sociales que favorecen a sus pueblos: La hondureñización de Latinoamérica, en otras palabras, la pérdida del país. El caos.
Muy difícil la tiene, si es verdad su discurso cuando asumió la jefatura de la Organización de Estados Americanos, el Secretario General Luis Almagro, quien cuenta en su curriculum el honor de haber sido canciller del presidente uruguayo José «Pepe» Mújica, conocido y querido mundialmente por su honradez, humildad y sincero amor al pueblo.
El pasado 8 de agosto Luis Almagro aterrizó en Honduras, para que la OEA sea una especie de médium entre el indignado pueblo hondureño y el gobierno fraudulento de Juan Orlando Hernández.
Y no es que Hernández, obsesionado por los monólogos, busque un genuino dialogo sino que se vio acorralado por semanas consecutivas del pueblo en las calles en lo que se conoce como la Movilización de las Antorchas, luego que la gota que rebalsara el vaso fuera el periodismo investigativo del periodista David Romero Ellner (director de Radio Globo y GloboTV), quien demostró con pruebas, copias de cheques en mano, que parte del dinero robado al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), fuera destinado a la campaña del entonces candidato del Partido Nacional Juan Orlando Hernández. Y ante el clamor popular en Honduras de que se establezca la CICIH en Honduras, Hernández envió como lobbista a Washington al canciller Carlos Arturo Corrales Alvarez, para que cabildeara con la OEA una salida que deje de lado a la Comisión Internacional contra la Impunidad.
El prontuario delictivo del Partido Nacional de Hernández ha trascendido las fronteras patrias, como uno de los más sonados casos, el del ex presidente Rafael Leonardo Callejas, a quien se le detuvo en Miami, se le canceló la visa y fue deportado a Honduras. Según Washington «por corrupto». Tiempo después su hijo fue capturado traficando oro, pero fue absuelto de inmediato debido a la impunidad reinante en Honduras.
Otro ex «presidente», Porfirio Lobo Sosa, admitió que sabía, siendo «presidente», del robo al IHSS, pero calló para no afectar las elecciones (específicamente a su ungido Juan Orlando Hernández, quien como slogan de campaña utilizó «haré lo que tenga que hacer» (para llegar a la presidencia). De hecho, la corrupción es tal que Fabio Lobo, hijo de Porfirio Lobo, guarda prisión en los EEUU acusado de tráfico de cocaína y según el informe judicial esto lo perpetró durante su padre, Porfirio Lobo, fungía como «presidente».
De allí que se trató casi de un fraude anunciado, y la OEA, la Union Europea y la embajada estadounidense respaldaron ese fraude, mismo que aparte del robo económico va dejando ya la friolera cifra de tres mil hondureños muertos por carencia de medicamentos, según lo registran organizaciones no gubernamentales.
Además, desde el golpe de Estado, las gestiones continuistas de ese golpe, Lobo-Hernandez, han estado teñidas de sangre, aplicando el terrorismo de Estado. Y los líderes de la oposición: Xiomara Castro de Zelaya, Manuel Zelaya Rosales, Salvador Nasralla, los mismos líderes de los jóvenes indignados Ariel Varela y Miguel Briceño, han sido víctimas de persecución, intimidación, amenazas, por parte del aspirante a dictador Juan Orlando Hernández. La prensa una parte ha sido callada a través de la violencia o comprada con dinero del erario público. Y la que queda para denunciar las atrocidades del gobierno de Hernández sobrevive cada dia como si fuera el último.
Por tanto la desconfianza hacia la OEA es inmensa en el pueblo hondureño, tal como lo demuestran las voces que se han manifestado en las Redes Sociales (Facebook), y que tenemos el gusto de presentar tanto para Honduras como para quienes estén interesados a nivel internacional.
Este escrito es la introducción a mi recién publicado libro (por ahora solo disponible en edición digital): «Luis Almagro (Secretario General de la OEA), recibido por Facebook en Honduras», en donde, aparte de mi teoría sobre este tema, recopilo cantidad de mensajes vía Facebook que el pueblo hondureño le remite a través de mi cuenta al Secretario General de la OEA. Puede encontrarlo fácilmente en amazon.com (tiene un precio casi simbólico, que lo exige la editora).
*Roberto Quesada, escritor, periodista y ex diplomático hondureño ante las Naciones Unidas, autor de Big Banana, Nunca entres por Miami, Los barcos, El desertor, entre otros. Es analista internacional de HispanTV, RT, El látigo contra la corrupción (GloboTV, Honduras; colabora para TeleSUR y Rebelion.org
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