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Entrevista a Darío Euraque, director del Instituto Hondureño de Antropología e Historia

«La Secretaría de Cultura del régimen de facto es una edecán de turismo»

Fuentes: El Clarín de Chile/Rebelión

En entrevista exclusiva con Clarín.cl Darío Euraque (1959), doctor en historia por la Universidad de Wisconsin y director del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), habla de su gira por la Universidad de Harvard y del giro de paradigma: «es importante señalar que ahí están depositadas varias piezas del patrimonio maya, desde comienzos del […]

En entrevista exclusiva con Clarín.cl Darío Euraque (1959), doctor en historia por la Universidad de Wisconsin y director del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), habla de su gira por la Universidad de Harvard y del giro de paradigma: «es importante señalar que ahí están depositadas varias piezas del patrimonio maya, desde comienzos del siglo XIX, otras piezas llegaron a la Universidad de Harvard en el siglo XX por acuerdos institucionales, muchas de las esculturas y estelas más bellas de Honduras llegaron a Harvard», ahora las conferencias giran en torno al golpe de Estado.

Autor de los libros: Estado, Poder, Nacionalidad y Raza en la Historia de Honduras (1996); Reinterpreting the «Banana Republic»: Region and State in Honduras, 1870s-1972 (1996); El Capitalismo de San Pedro Sula y la Historia Política Hondureña, 1870-1972 (1997); Conversaciones Históricas con el Mestizaje en Honduras y su Identidad Nacional (2004); Historiografía de Honduras (2008) y Una aproximación general a la sexualidad en la historia hondureña (inédito). Catedrático invitado en Estados Unidos y Chile; conferencista en Inglaterra, México, España, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Perú, Argentina, El Salvador, Nicaragua, entre otros países; en la actualidad es consultor de UNESCO sobre políticas educativas en Latinoamérica.

El 20 de noviembre se desclasificaron algunas llamadas telefónicas de la Ministra de facto Myrna Castro: «La industria de la moda y el fashion week serán uno de los ejes del programa de fortalecimiento de la identidad nacional de la Secretaría de Cultura y Artes», nada que no supiéramos; el doctor Darío Euraque compara la actual administración del Instituto de Antropología e Historia «como una especie de edecán de la Secretaría de Turismo»; y hace una férrea defensa de la Resistencia: «No hay razones para criminalizar a la Resistencia, técnicamente es fácil restaurar una pared pintada con las consignas en contra del golpe de Estado, obvio genera un costo, pero tampoco es que se ha derribado parte de la estructura arquitectónica de la Catedral (…) el graffiti se pinta y se quita, no digo que sea la mejor forma de expresión, pero un golpe de Estado sí es un delito grave, sobre todo cuando los golpistas dicen que pretendían traer ‘gobernabilidad’ expulsando al Presidente Manuel Zelaya». El doctor Euraque fue expulsado de forma ilegal del Instituto de Antropología e Historia de Honduras.

MC.- ¿Cuál fue el eje de sus conferencias en Harvard?

DE.- Las conferencias en Harvard y otras que vienen -voy a impartir 8 en distintas universidades de Estados Unidos-, incluso en Ecuador, todas van a tratar el tema del impacto cultural del golpe de Estado, confrontándolo con la visión y las políticas públicas que nosotros habíamos ejercido en cuanto al patrimonio del país -cuando digo nosotros me refiero al Instituto de Antropología e Historia, donde me desempeñaba como director-, trabajábamos muy de cerca con el Ministerio de Cultura porque se dio una situación peculiar -de ventaja-, ya que el doctor Rodolfo Pastor Fasquelle, titular de la secretaría, y yo, ambos somos historiadores, quizá es la primera vez en la historia de Honduras -¡y cuidado!- creo que también en Latinoamérica, nunca había pasado que los dos titulares -del Ministerio de Cultura e Instituto de Antropología- somos historiadores. Con el doctor Rodolfo nos conocíamos desde hace mucho tiempo, él insiste -y es cierto- que es mayor que yo (risas), porque yo soy muy posmoderno; el hecho es que tenemos un gran compromiso con el rescate de la historia. Volviendo a la pregunta, todas las conferencias giran en torno a cómo el golpe de Estado incide en bloquear todas las políticas culturales que estábamos implementando.

MC.- ¿Cuál fue la recepción de sus conferencias en los auditorios de Harvard?

DE.- Harvard es una institución muy particular, porque tiene una relación muy cercana con el patrimonio cultural de Honduras, pero todo gira alrededor del patrimonio arqueológico, en específico con el patrimonio maya de Copan. Desde el punto de vista del Ministro Rodolfo Pastor Fasquelle, una de las políticas culturales era darle un giro diferente a esa visión, la mayoría de los hondureños cuando piensa en patrimonio, se limitan a dos ejes: el patrimonio maya, aunque la inmensa mayoría de los hondureños no tienen ascendencia maya, en parte es porque se promovía exclusivamente el turismo a Copan -Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por la UNESCO-; y el otro eje es el legado católico por la arquitectura y el andamiaje de los valores inmobiliarios de la iglesia. En el caso de Harvard es importante señalar que ahí están depositadas varias piezas del patrimonio maya, desde comienzos del siglo XIX, otras piezas llegaron a la Universidad de Harvard en el siglo XX por acuerdos institucionales, muchas de las esculturas y estelas más bellas de Honduras llegaron a Harvard. El Ministro Rodolfo Pastor Fasquelle, que está exiliado y albergado en la Universidad de Harvard, vive una relación tensa en cierta manera, pero la comunidad académica norteamericana comprendió que nosotros teníamos otra visión histórica.

MC.- ¿En Harvard lo consultaron sobre el despido ilegal que sufrió durante la dictadura de Micheletti?

DE.- Se solidarizaron conmigo, porque muchos colegas de Harvard ya tenían noticias, en el caso mío el despido fue tardío, me despiden de forma secreta y violatoria hasta el 1 de septiembre, a dos meses del golpe de Estado, la mayoría de los titulares de la Secretaría de Cultura ya habían sido expulsados, yo me había mantenido por mis relaciones con el mundo académico del exterior, porque desde el primer intento por despedirme -el 20 de agosto-, cuando Myrna Castro me envió una nota de «agradecimiento» por mis esfuerzos, pero decía que ya no me necesitaba, pero ella no tenía la facultad legal para despedirme, así que montamos una campaña internacional y pude sobrevivir en la dirección del Instituto de Antropología e Historia casi tres semanas más; entonces cuando yo llegué a Estados Unidos ya había conocimiento, sin embargo, no es lo mismo un conocimiento abstracto que conversar conmigo, llevé documentos, fotografías de la represión, refuté las denuncias de las que nunca tuve la oportunidad de defenderme en Honduras, me expulsaron a raíz de una reunión secreta del Consejo Directivo, escucharlo de viva voz impacta, más que leer los correos electrónicos o las reseñas de la prensa.

MC.- ¿Ustedes tienen un respaldo documental para evitar la pérdida de documentos históricos?, ¿cuál sería el mayor daño?

DE.- Estamos en comunicación con todos los integrantes del equipo que fue despedido, también al interior del Ministerio de Cultura y del Instituto de Antropología e Historia tenemos colegas en Resistencia, el mayor daño no ha sido en contra del patrimonio cultural, sólo podrían sufrir pérdidas los documentos históricos del Instituto Nacional Agrario. Hablando de los deterioros culturales, en términos generales, destacaría dos ejes: la destitución de los coordinadores de las iniciativas que tenían presupuestos vinculados, en la actualidad que están ausentes los responsables de cada proyecto no se saben qué harán los golpistas con los presupuestos asignados; en mi caso había depósitos monetarios en fondos, pero me quitaron la firma, entonces Myrna Castro asumió la firma de los cheques y como estamos en un régimen de facto, no sabemos si le dieron licencia para trasladar fondos que estaban destinados a varios proyectos culturales; el otro problema grave es que mucho del trabajo de la Secretaría de Cultura y del Instituto Nacional de Antropología estaban vinculados a contrapartes de la Cooperación Internacional y todo fue suspendido, con las Agencias de Cooperación Internacional se trabaja con un calendario, interrumpido por el golpe de Estado. La cosa más triste: el presupuesto de 2010 que se estaba coordinando tenía contemplado recursos del exterior, lo que se proyectó para el año 2010 quedará vacío, porque el régimen de facto no tiene interlocución con organismos internacionales. Nosotros no vamos a colaborar en el próximo gobierno que resulte de la farsa electoral, así que los trastornos del golpe de Estado son innumerables.

MC.- ¿Han iniciado gestiones en el exterior para que UNESCO visite el acervo cultural hondureño como medida preventiva para evitar los saqueos de la dictadura de Micheletti?

DE.- En el caso del Ministro Rodolfo Pastor Fasquelle sí ha presentado las denuncias porque está afuera -primero vivió en México y ahora en Estados Unidos-, el problema aquí es que descabezaron a las directoras de más alto rango, si bien ellas han tenido contacto informal con las Agencias de Cooperación Internacional, ha sido un contacto efímero, primero porque los Embajadores se fueron de Honduras, entonces lo que se da son conversaciones de lo que «posiblemente», las Agencias de Cooperación Internacional y la UNESCO no han tenido acercamiento con el régimen de facto.

MC.- ¿Editará un libro con la serie de conferencias impartidas en Harvard?

DE.- Haré varias cosas, voy a escribir un libro sobre el golpe de Estado y cómo incide en la política cultural, un libro que abarque y detalle a los personajes e instituciones involucradas, porque no debemos hablar en abstracto, yo sé quiénes estuvieron involucrados, soy historiador, los conozco bien -por ejemplo la trayectoria de Myrna Castro-; el libro abordará la experiencia de mis últimos 3 años en el Instituto de Antropología e Historia, será una especie de registro sobre las presiones de grupos de poder, de las instancias internacionales, como trabaja la burocracia, la jurisprudencia del patrimonio, para que el fututo responsable de la Secretaría de Cultura tenga un texto que le sirva en su administración, con las lecciones de gestión de recursos y la historia del golpe de Estado personaje por personaje.

MC.- ¿Qué lectura hace de todos los escritos, poemas, fotografías e historias sobre el golpe de Estado?, ¿qué acercamiento previo tenía con los intelectuales y Artistas en Resistencia?

DE.- Nosotros hemos colaborado con muchos de los escritores de la Resistencia, yo traté que el Instituto se volviera más intelectualmente serio, y no tanto como se hace ahora que el Instituto es una especie de edecán de la Secretaría de Turismo; junto al Ministro de Cultura promovimos las relaciones intelectuales, organizando foros, publicando sus libros, y no sólo en Tegucigalpa, llevamos seminarios a San Pedro Sula, a Olancho, a Copan, etcétera; creo que parte del fervor intelectual de la Resistencia tiene que ver con el trabajo cultural y las propuestas políticas del Presidente Zelaya. Una de las cosas llamativas de la incidencia de la cultura popular, en la poesía y la música, creo que en parte -enfatizo: ¡en parte!- tiene que ver con nuestra propuesta de incrementar la participación ciudadana, en el caso del Instituto el trabajo de restauración no era sólo con universidades, sino que se invitaba a la población en el diseño de parques arqueológicos, ofrecíamos talleres para la conservación de documentos, teníamos un programa de Guardarecursos Naturales y del Poder Ciudadano. Creo que de alguna forma u otra se escribirá cómo el trabajo que nosotros impulsamos, en tres años y medio, de alguna forma está reflejado en la efervescencia cultural de la Resistencia.

MC.- Usted dice que para la dictadura de Micheletti, «El Instituto de Antropología es una especie de edecán de la Secretaría de Turismo», pero parece que ahora bajaron de rango a la Secretaría de Cultura, con el montaje de «La semana de la moda»; ¿por qué la miopía e ignorancia de Myrna Castro?

DE.- A nosotros se nos criticó por no prestar los sitios del patrimonio cultural para estas cosas del modelaje y sus respectivos cócteles; cuando nos pedían como locación la zona arqueológica de Copan o la fortaleza de Omoa siempre les negamos los permisos, recuerdo que una vez una empresa me llamó porque quería inaugurar una línea de perfumes en una zona arqueológica, yo le dije «eso no se hace», nunca contribuimos con los eventos de los empresarios, ahora ven con Myrna Castro una oportunidad de lucro. La población está indignada con «La semana de la moda» y con la incompetencia de la Secretaría de Cultura, he recibido numerosas llamadas, de amigos que están tristes porque la Casa Presidencial sea utilizada para perfilar un convenio entre la Secretaría de Cultura de facto y la semana de la moda; si yo no estuviera viendo eso, jamás lo hubiera creído.

MC.- ¿Cómo lograron impedir que el Centro de Documentación del IHAH lo convirtieran en Cuartel militar de la dictadura de Micheletti?

DE.- El 27 de julio, Myrna Castro sacó un comunicado donde explicaba que ella nunca dio el «visto bueno» para que el Centro Documental de Investigaciones Históricas se utilizara como oficinas de reservistas del ejército, pero el hecho es que existen los documentos donde ella firma la autorización para la nueva sede de las reservas militares, lo que ocurrió es que ella se retractó -después de varias manifestaciones en su contra- y no se utilizó el Centro Documental con fines militares, eso detonó el problema de Myrna Castro conmigo, a pesar de que ella -en privado- me decía que eso se solventaría, mientras tanto confabulaba para expulsarme. Siguen los esfuerzos por desarticular el Centro Documental que el Ministro Rodolfo Pastor Fasquelle y yo fundamos en la Antigua Casa Presidencial, los golpistas han desarticulado nuestros proyectos como una especie de ofensiva contra la visión histórica que tenía el IHAH y no sé que va a pasar.

MC.- ¿Qué piensa de las pintas y el graffiti en los edificios emblemáticos de Tegucigalpa?, ¿se debería levantar un archivo fotográfico antes de restaurar las paredes de la ciudad?

DE.- Obviamente se tiene que archivar cada una de las fotografías y se tiene que restaurar, porque desde el punto de vista patrimonial cada edificio tiene que recuperar su color original; sin embargo, si somos historiadores -y aquí no hablo como director del Instituto de Antropología e Historia-, podemos afirmar que es la primera vez en la Historia de nuestro país en que sitios del patrimonio cultural son el objetivo del graffiti de protesta, el graffiti siempre ha existido como forma de denuncia política, pero nunca se habían visto afectadas iglesias, la Catedral, la Biblioteca Nacional, la Antigua Casa Presidencial, entonces debemos hacernos la pregunta ¿por qué?, un historiador objetivo tiene que hacerse esa pregunta, al margen de que para la preservación del patrimonio se tiene que restaurar, pero merece antes un debate: ¿por qué la Resistencia insiste en pintar la Catedral y otros edificios emblemáticos de Tegucigalpa?

MC.- Finalmente, ¿no hay por qué escandalizarnos con el graffiti?, ¿mucho menos criminalizar a la Resistencia por utilizarlo?

DE.- No hay razones para criminalizar a la Resistencia, técnicamente es fácil restaurar una pared pintada con las consignas en contra del golpe de Estado, obvio genera un costo, pero tampoco es que se ha derribado parte de la estructura arquitectónica de la Catedral; de hecho si se hubiera establecido una oficina militar de reservistas en la Antigua Casa Presidencial, ahí sí pudieron modificar la estructura histórica del Centro Documental, pero el graffiti se pinta y se quita, no digo que sea la mejor forma de expresión, pero un golpe de Estado sí es un delito grave, sobre todo cuando los golpistas dicen que pretendían traer «gobernabilidad» expulsando al Presidente Manuel Zelaya.

Rebelión ha publicado este artículo con autorización del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.