En vista del fiasco en la reciente Cumbre Iberoamericana en Panamá y las diferencias continuas en el tema del libre comercio, la Unión Europea trata de aumentar su influencia política en América Latina a través de la cooperación al desarrollo. Según fuentes diplomáticas, el plan presupuestario para el Instrumento de financiamiento de la cooperación al […]
En vista del fiasco en la reciente Cumbre Iberoamericana en Panamá y las diferencias continuas en el tema del libre comercio, la Unión Europea trata de aumentar su influencia política en América Latina a través de la cooperación al desarrollo.
Según fuentes diplomáticas, el plan presupuestario para el Instrumento de financiamiento de la cooperación al desarrollo (ICD) de la UE para los años 2014 hasta 2020 prevé incrementar la actividad política en los países latinoamericanos y caribeños.
El proyecto del programa ha sido consensuado entre la Comisión Europa y el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE). Por su parte, Jonathan Hatwell, Jefe de la División de Asuntos Regionales en el departamento del SEAE, informó recientemente a representantes de los estados miembros de la UE que las negociaciones con el Parlamento Europeo durarán hasta finales del año.
Conforme al proyecto de programa, la UE desarrollará tres iniciativas regionales para influir a la política latinoamericana. El denominado programa continental define las metas para los 33 estados miembros de la Comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños (CELAC). Este programa se concentra en los temas de reformas de los sistemas jurídicos, el combate de la criminalidad, gobernabilidad democrática y política fronteriza. En el contexto de iniciativas de la política de desarrollo, la UE tratará de influir sobre la política comercial y fiscal, tratando de formar «capital humano» en la región. En el caso de América Central, la Unión Europea se concentrará en la cooperación regional de los estados regionales y el problema de la inseguridad que debilita el libre comercio con Europa.
Según las fuentes diplomáticas, la Comisión Europea y el SEAE se planifica otro programa regional para los años 2014 hasta 2020, que también busca apoyar los planes europeos de libre comercio con Perú y Colombia.
A la par, la UE trata, según sus propias documentos, de incorporar a Ecuador en este bloque asociado con el comercio neoliberal. El tratado de libre comercio de la UE con los países sudamericanos ha provocado últimamente fuertes críticas de organizaciones sociales en Europa y América Latina.
Alemania cada vez más aislada por su política anticubana
El gobierno alemán está cada vez más aislado en la Unión Europea a causa de su intento de establecer una política anticubana en las relaciones entre Bruselas y La Habana.
Según un reporte del portal alemán amerika21.de, que se apoya en documentos internos de la UE, los diplomáticos alemanes siguen insistiendo en una llamada cláusula suspensiva en un contrato político que se está negociando entre la UE y Cuba. Si, según la Unión Europea, Cuba violara los derechos humanos, el deseado convenio se volvería a suspender, agregó el portal, que informó además que la introducción de la «Ley Cuba» es apoyada por Polonia, República Checa y Lituania y Suecia. Según protocolos internos, a los cuales tuvo acceso el portal alemán, la mayoría de los estados miembros de la UE se opuso en las últimas sesiones del Grupo de Trabajo sobre América Latina a la cláusula. Los estados ibéricos, España y Portugal, demandaron aprobar la actual línea de orientación de la UE para las negociaciones con Cuba, que no contiene el controvertido párrafo. Conforme a amerika21.de, esta posición recibió el apoyo de Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Letonia, Luxemburgo, los Países Bajos y Rumania. Bélgica, Francia y Italia votaron explícitamente contra la posición de Alemania en las negociaciones con Cuba.
En varias reuniones de los últimos meses, altos representantes del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) reiteradamente trataron de neutralizar la posición anticubana de los diplomáticos alemanes. Una cláusula suspensiva sentaría un precedente en la diplomacia europea, argumentó en una reunión interna a mediados de septiembre el director ejecutivo para las Américas del SEAE, Christian Leffler. A la par, Leffler rechazó otra demanda de Polonia para crear una ofician de contacto de la Unión Europea para grupos contrarevolucionarios dentro de Cuba. Sin embargo, el SEAE rechazó estas posiciones de Alemania y Polonia, anunciando nuevas iniciativas para solucionar el problema que paraliza la negociación de la Unión Europea con Cuba.
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