Austria, Bulgaria, Hungría, Rumanía y Turquía pactaron ayer en Ankara dar impulso político a la construcción del gasoducto Nabucco, que reducirá la dependencia de Europa del gas ruso, aunque persisten las dudas sobre financiación y suministro, y constituye un argumento de peso para Ankara de cara a su candidatura de adhesión a la Unión Europea. Nabucco transportará gas desde el mar Caspio hasta Austria sin pasar por Rusia.
Cuatro países de la Unión Europea (UE) -Bulgaria, Rumanía, Hungría y Austria- y Turquía firmaron ayer un acuerdo de tránsito para el gasoducto Nabucco, considerado vital para la seguridad energética de la UE y de Turquía y apoyado por EEUU y los estados comunitarios, con el que se busca reducir la dependencia energética europea de Rusia. Los países que atravesará el gasoducto firmaron el acuerdo en Ankara tras años de retrasos, dando un importante impulso político al proyecto de 7.900 millones de euros, doscientos de los cuales aportará Bruselas. El retraso se debió a la exigencia de Ankara de quedarse con el 15% del gas transportado por Nabucco, demanda a la que ha renunciado.
«Estamos comenzando a frustrar a los escépticos, las negociaciones parecían irrevocablemente bloqueadas, pero ahora tenemos un acuerdo y creo que este gasoducto (…) no es imposible», señaló el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.
La tubería suministrará gas desde el mar Caspio hasta Austria, pasando la península de Anatolia y evitando Rusia, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó su deseo de que a través del mismo fluya gas iraní, pese a la fuerte oposición de EEUU, que no quiere que se utilice gas iraní hasta que Washington normalice sus relaciones con Teherán. «Deseamos que el gas iraní sea incluido en Nabucco cuando las condiciones lo permitan», dijo Erdogan.
El primer ministro turco señaló que el marco legal para la construcción del gasoducto quedará completado cuando el consorcio encargado del proyecto firme acuerdos por separado con los cinco países participantes, en un plazo de seis meses.
Sin embargo, pese a la firma de ayer en Ankara, las dudas sobre el suministro y la financiación empañan aún la viabilidad de Nabucco, mientras avanza un proyecto ruso similar. Dos bancos europeos se han declarado dispuestos a financiar el proyecto, pero los analistas dudan de la capacidad de reunir los fondos suficientes en plena crisis.
«Guerra del gas»
El objetivo principal del proyecto es evitar los repetidos problemas de suministro desde Rusia, país del que procede un cuarto del gas natural consumido en Europa. El pasado invierno, la «guerra del gas» entre Rusia y Ucrania, por donde transita el 80% del gas ruso destinado al continente europeo, provocó la suspensión del suministro durante dos semanas. Así, este proyecto permitirá entre un 5% y un 10% de la demanda de gas europea y supondrá una alternativa para los estados que dependen al cien por cien del gas que llega de Rusia.
Erdogan recalcó que «Turquía es un socio importante en la política energética de la UE» y garantizó que Nabucco ayudará a su país a incorporarse a la UE. En ese sentido, Durao Barroso apuntó que el proyecto «podría abrir la puerta a una nueva era en las relaciones entre Turquía y la UE, y más allá».
Nabucco tiene previsto bombear 31.000 millones de metros cúbicos para 2014, pero todavía no se han firmado acuerdos concretos para el gas que abastecerá a este gasoducto. El consorcio Nabucco ha mencionado a Egipto, Azerbaiyán y, posiblemente, Rusia y Turkmenistán como fuentes gasíferas, mientras los europeos esperan aún el acuerdo con otros países clave como Kazajstán y Uzbekistán.
Azerbaiyán e Irak han mostrado interés en suministrar gas, pero la UE aún no lo ha decidido y quiere fomentar la competencia entre productores. Estudios recientes han revelado que Turkmenistán es una fuente mucho más potente de lo que se creía ya que posee entre 4 y 14 billones de metros cúbicos de gas y sólo con un billón Nabucco podría funcionar durante treinta años.
Bakú, que debe aportar una parte importante del gas, insiste en que tiene suficiente para llenar el gasoducto, pero acaba de firmar un acuerdo con Moscú para el suministro de gas azerí, destinado mayoritariamente al mercado interno ruso.
Proyecto South Stream
Además de los problemas sobre financiación y abastecimiento, el proyecto tiene un competidor, el gasoducto South Stream, desarrollado por el grupo ruso Gazprom y el italiano ENI, que debe conectar Rusia y Bulgaria, pasando por el mar Negro. Al respecto, Moscú pidió a Bulgaria que no se retire del proyecto, después de que la prensa rusa informara de que los conservadores búlgaros, vencedores en las elecciones del 5 de julio, tienen intención de revisar todos los acuerdos energéticos suscritos por el anterior Gobierno.
greenpeace
Greenpeace criticó la firma del acuerdo, defendió que la energía solar será claramente un mejor mercado que el de la producida a partir del gas y denunció que Nabucco elevará en 60 millones de toneladas anuales las emisiones de CO2 de los europeos.
gazprom
El consorcio ruso Gazprom firmó ayer con la Compañía Petrolera Estatal de Azerbaiyán un acuerdo para comprar gas al país caucásico, rico en hidrocarburos. Este acuerdo resta reservas de carburante para el futuro gasoducto Nabucco.
En cifras
8.000
El proyecto del gasoducto que llevará gas desde el mar Caspio a Europa a través de Turquía está valorado en 8.000 millones de euros.
3.300
Nabucco tendrá una longitud de unos 3.300 kilómetros. La mayor parte del gasoducto, 2.000 kilómetros, transcurrirá por suelo turco.
2010
El gasoducto comenzará a construirse en 2010 y está previsto que el primer gas comience a fluir por sus tuberías en 2014.
31.000
La capacidad máxima de Nabucco alcanzará los 31.000 millones de metros cúbicos anuales.
16,67%
Los socios del proyecto son las gasistas austríaca OMV, alemana RWE, turca BOTAS, búlgara Bulgaraz, rumana Transgaz y la húngara MOL. Cada una participa con un 16,67%.
10.000
El potencial competidor de Nabucco es el gasoducto ruso South Stream, valorado en unos 10.000 millones de euros, y que trasladará gas por el lecho del mar Negro hasta Bulgaria.
Gigantesco proyecto solar en África para abastecer a Europa
Doce empresas, la mayoría de ellas alemanas, acordaron ayer participar en Desertec Industrial Initiative (DII), el proyecto de energías renovables más ambicioso del mundo. El plan prevé la construcción en el desierto del Sahara de plantas solares termoelécricas capaces de cubrir el 15% de las necesidades eléctricas de Europa y dos tercios de las del norte de África y Oriente Medio.
«Desertec es un proyecto visionario que permitirá una obtención y un suministro energético sostenible», declaró René Umlauft, consejero delegado de Energía Renovable de Siemens, tras la firma en Munich (sur de Alemania) de la declaración para la puesta en marcha de DII. Conforme al documento suscrito en Munich, la iniciativa DII se transformará en sociedad anónima en octubre.
Las empresas se han dado un plazo de tres años para desarrollar las condiciones necesarias para ejecutar el proyecto y elaborar un plan industrial y financiero.
Según un estudio realizado en 2006 por el centro aeroespacial alemán, cubrir el 15% de las necesidades energéticas de Europa mediante la construcción de plantas solares termoeléctricas en el Sahara costaría hasta 2050 unos 400.000 millones de euros. Eso supondría la instalación de plantas solares capaces de producir 100 gigavatios hasta 2050.
El plan Desertec también prevé la construcción de una red descentralizada de plantas eólicas y desalinizadoras.
Desertec cuenta con detractores, para quienes este proyecto repite el modelo de aprovisionamiento desde el exterior, es decir ahonda en la dependencia energética y evoca los fantasmas del colonialismo.
Por el contrario, sus defensores ven en Desertec un desafío comercial, tecnológico y hasta político, pues consideran que muchos países africanos podrán beneficiarse del mismo.