Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco se comprometieron ayer a encontrar una solución a la crisis constitucional que vive la Unión Europea desde el «no» de franceses y holandeses antes de finales de 2008 a partir de las propuestas que formule la canciller alemana Angela Merkel durante su presidencia el primer […]
Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco se comprometieron ayer a encontrar una solución a la crisis constitucional que vive la Unión Europea desde el «no» de franceses y holandeses antes de finales de 2008 a partir de las propuestas que formule la canciller alemana Angela Merkel durante su presidencia el primer semestre de 2007.
Finalmente, los jefes de Estado y de Gobierno acordaron dar «un nuevo impulso» a la ratificación del Tratado constitucional para incitar a aquellos estados que lo deseen a aprobarla, señalando que la reflexión será «paralela al proceso de ratificación». La Presidencia austriaca quiere incluir una referencia a la necesidad de que este proceso «continúe con éxito». De momento, sólo Finlandia ha indicado que quiere dar luz verde al texto durante su presidencia, que empieza el 1 de julio.
El texto concreto con estas propuestas, que ya han recibido el visto bueno preliminar de los Veinticinco, iba a ser redactado anoche por la Presidencia austriaca y aprobado formalmente hoy, al término de la cumbre.
Viena ha propuesto también adjuntar a las conclusiones una lista con proyectos concretos para el periodo 2006-2010 para demostrar que la UE produce «proyectos y resultados».
El canciller de Austria y presidente de turno del Consejo Europeo, Wofgang Schüssel, se mostró «optimista» con que la UE pueda encontrar una solución con respecto al Tratado «en la segunda mitad de 2008». La misma fecha fue mencionada por la canciller alemana, Angela Merkel. «Es un proceso abierto que debería terminar antes de finales de 2008. Debería reforzarse para que sea útil para Europa y la presidencia alemana trabajará con interés para ello», dijo. El presidente francés, Chirac, admitió que «no existe solución a corto plazo».
El primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, recalcó que ahora corresponde a los estados francés y holandés aclarar qué piensan hacer. «No podemos continuar el proceso de ratificación, al menos no en mi país, hasta que tengamos una aclaración de Francia y Países Bajos», apuntó. No obstante, descartó que sea posible encontrar una solución a corto plazo porque dos estados han dicho «no» y otros dieciséis han respaldado el Tratado constitucional.
El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, reiteró que no se puede decir «sí» a la ampliación «sin cambiar las instituciones para trabajar de forma eficiente en una Europa ampliada».
Demasiada Europa para tan poco esqueleto
GARA
BRUSELAS
El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, defendió mantener la «coherencia» del Tratado constitucional el Parlamento Europeo está en contra del «desguace», dijo, si bien admitió que «alguna clase de revisión habrá que hacer» si se quiere lograr algún tipo de unanimidad. Borrell no quiso responsabilizar exclusivamente a los estados francés y holandés de la parálisis que sufre la UE y dijo que algunos otros Estados les usan como «burladero» y se niegan a continuar con el proceso de ratificación.
Además, recordó que, con el actual marco institucional, no será posible seguir adelante con el proceso de ampliación y que «no es posible seguir añadiendo pisos a un edificio sin preocuparse por la solidez de sus cimientos. Hay especies animales que han desaparecido porque el crecimiento en volumen no se ha adaptado a su propio peso y a la UE le puede pasar lo mismo. No es posible seguir creciendo en volumen sin aumentar el esqueleto», ilustró. Los Veinticinco pactaron hacer una reunión extraordinaria el 25 de marzo de 2007 en Alemania para conmemorar el 50 aniversario del Tratado de Roma.