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La verdad sobre Berlusconi contada por su ex abogado

Fuentes: Sin Permiso

«Conozco bien la manera en que pide Berlusconi a sus representantes legales hacer leyes ad personam, porque hasta hace pocos años me lo pedía a mí. Y contrariamente a lo que sostiene en público, con sus abogados no tiene ningún problema en decir que son leyes para él. Por eso hoy lo afirmo con pleno […]

«Conozco bien la manera en que pide Berlusconi a sus representantes legales hacer leyes ad personam, porque hasta hace pocos años me lo pedía a mí. Y contrariamente a lo que sostiene en público, con sus abogados no tiene ningún problema en decir que son leyes para él. Por eso hoy lo afirmo con pleno conocimiento de causa: lo que están haciendo son normas ad personam«.

Carlo Taormina, 70 años, ha sido uno de los juristas punteros del Cavaliere hasta 2008, fecha en la que abandonó al premier y en la que su cambio – saliendo también del Parlamento – siguió a lo que ahora llama «una crisis moral». Libre ya de vínculos políticos, en esta entrevista en Piovonorane [Llueven ranas] dice lo que piensa y lo que sabe sobre Berlusconi y sus leyes.

Abogado, ¿cuál es su opinión sobre las dos normas que el premier está haciendo tramitar estos días, el proceso breve y el legítimo impedimento?

Le corrijo: las normas que le sirven para completar su plan son tres. Ha olvidado usted el Lodo Alfano Bis,[1] destinado a aprobarse como ley constitucional, que es fundamental.

Explíquese mejor

Empecemos con el proceso breve: se trata sólo de un globo sonda, de una amenaza que Berlusconi usa para conseguir el legítimo impedimento. El proceso breve se ha aprobado en el Senado, pero apostaría a que la Cámara no lo pondrá siquiera en el calendario, en resumen, que acabará en un cajón.

¿Y por qué?

Porque el proceso breve le sirve sólo para elevar el precio de la negociación. Llegado a cierto punto, renunciará al proceso breve para disponer en cambio del legítimo impedimento, es decir, de la posibilidad de no presentarse a la vista de sus procesos y conseguir continuos aplazamientos. Mire, ya se está gestionando la negociación y la Unione di Centro [de Casini][2], por ejemplo, ha dicho que si él renuncia al proceso breve, votará a favor del legítimo impedimento.

¿Y después, qué sucede? ¿Que entra el Lodo Alfano bis?

Fíjese, la ley sobre el legítimo impedimento es patentemente inconstitucional, y por tanto la Consulta la rechazará. Pero mientras tanto, seguirá en vigor durante al menos año y medio: sólo hasta que lo rechace el Tribunal Constitucional. Y Berlusconi, entretanto, hará aprobar el Lodo Alfano bis, como ley constitucional, y por tanto intocable por la Consulta.

Déjeme comprender: ¿Berlusconi está haciendo una ley – el legítimo impedimento- que ya sabe que es inconstitucional?

Exacto. No puede ser constitucional una ley en la que el presupuesto del impedimento es un cargo, en este caso el del Presidente del Consejo [primer ministro]. Es que no existe. El impedimento por el cual se puede aplazar una vista es un compromiso de ese día o de esos días, no un cargo. Por ejemplo, cuando yo tenía tareas de gobierno, muchas de las vistas en las que debía participar se hacían en sábado, ¿qué problema hay? Y se pueden celebrar vistas incluso en domingo. Todo el mundo tiene al menos una tarde libre a la semana. En lugar de ir a ver al Milan, Berlusconi podría acudir a las vistas. Y además, siguiendo la lógica de esta ley, la práctica de conseguir aplazamiento podría extenderse al infinito. ¿Por qué tendría que aceptar un alcalde que le procesaran? ¿Es que acaso para su ciudad son menos importantes sus compromisos institucionales? Así que eso, fuera. En resumen, que está ley no se tiene en pie, está destinada a ser rechazada en la Consulta. Y Berlusconi lo sabe, pero mientras tanto la hace aprobar y la usa durante algún tiempo, sólo hasta que pase el Lodo Alfano bis, con el cual se arregla definitivamente.

¿Cómo puede estar tan seguro?

He trabajado durante años para Berlusconi, conozco sus estrategias. Cuando era consultor legal suyo y me pedía que le redactara leyes que le protegieran de los magistrados, no dejaba dudas de su propósito ad personam. Y yo se las redactaba hasta mejor de lo que lo hacen ahora Ghedini [3]y Pecorella.[4]

¿De qué tipo?

La de legítima sospecha, me parece que estábamos en el 2002. Le servía para mover sus procesos de Milán a Roma. Él nos lo pidió abiertamente y nosotros, fieles ejecutores de la voluntad del príncipe, nos pusimos a redactarla. Y debo decir que hicimos un trabajito estupendo: parecía todo arreglado. Luego, una noche, a finales de octubre, sobre las 11, llegó una llamada de Ciampi.[5]

Que era en esa época Presidente de la República…

Exacto. Y Ciampi pidió una modificación.

¿Con lo cual…?

Con lo cual yo le dije a Berlusconi que con esas modificaciones no le serviría de nada. Él lo pensó un poco y luego contestó: «Dejémosla así mientras, y después ya veremos». Tuve yo razón: de hecho, la ley pasó con esas modificaciones y no le sirvió de nada.

¿Arrepentido?

Mire, mi experiencia en el Parlamento y en el gobierno ha sido interesantísima, yo diría casi que desde un punto de vista científico. Pero muchas de las cosas que he hecho en ese periodo no volvería a hacerlas. No me avergüenzo al decir que he vivido una crisis moral, culminada cuando he visto como se estaba estructurando el entorno más restringido del Cavaliere.

¿A quién se refiere?

A Cicchitto, [6] a Bondi, [7] a Denis Verdini, [8] pero también a Ghedini y Pecorella. Personajes que llevan la delantera y que condicionan fuertemente al premier y le han llevado a marginar – a dejar fuera políticamente – a personas como Martino, [9] Pisanu [10] y Pera. [11] Y ahora están empleándose con Schifani.[12]

¿Cómo?

Sí, el próximo al que dejarán fuera será Schifani. Al término de la legislatura acabará como Pera y Pisanu.

Pero faltan todavía tres años y medio para el final de la legislatura…

La verdad, no lo creo. Creo que en cuanto arregle sus cuestiones personales, digamos en el 2011, Berlusconi irá a elecciones anticipadas.

¿Y por qué?

Porque le conviene hacerlo mientras la oposición sea así de débil, por no decir inexistente. Así gana otra vez y puede esperar serenamente a que expire el mandato de Napolitano en tres años y ocupar su puesto.

Socorro: ¿me está diciendo que tendremos Berlusconi hasta el 2020?

Es a lo que apunta. Y en ausencia de una oposición fuerte, puede suceder tranquilamente. La única variable que puede impedir este plan, más que el Partito Democratico, me parece que es el centro, es decir el entendimiento entre Casini y Rutelli. Pero si este entendimiento funcionará o no, lo veremos sólo después de las regionales.

NOTAS T.: [1] El lodo Alfano fue la ley del Estado italiano, después declarada inconstitucional, conocida formalmente como «Disposiciones en materia de suspensión del proceso penal en relación con los altos cargos del Estado» (ley 124/2008). La presentó el ministro de Justicia, Angelo Alfano, en un intento de evitar el juicio de Berlusconi. La aprobó el Consejo de Ministros en junio de 2008 «con el objetivo de tutelar la exigencia absoluta de la continuidad y regularidad del ejercicio de las más altas funciones públicas». En octubre de 2009 el Tribunal Constitucional italiano la declaró inconstitucional. El Lodo Alfano bis es un nuevo intento de otra ley con parecidos fines de burlar la acción de la justicia.

[2] Pier Ferdinando Casini (1955), político democristiano, elegido por primera vez diputado en 1983, y presidente de la Cámara de Diputados entre 2001 y 2006. Actual presidente de la Unión de los Demócratas Cristianos y de Centro.

[3] Niccolò Ghedini (1959), abogado personal de Berlusconi y diputado desde 2001.

[4] Gaetano Pecorella (1938), diputado desde 2006 y abogado defensor del Cavaliere.

[5] Carlo Azeglio Ciampi (1920), Presidente de la República Italiana entre 1999 y 2006. Fue primer ministro entre 1993 y 1994, y Gobernador del Banco de Italia, en el que trabajaba desde 1946, entre 1979 y 1993.

[6] Fabrizio Cicchitto (1940), diputado desde 2001, fue vicepresidente del grupo parlamentario de Forza italia y actual jefe del grupo del Popolo della Libertà (PdL).

[7] Sandro Bondi (1959), devotísimo berlusconiano, diputado de Forza Italia entre 2001 y 2008, senador desde esa fecha, y actual ministro de Cultura.

[8] Denis Verdini (1951), diputado del Popolo della Libertà desde 2001.

[9] Antonio Martino, (1942) fundador de Foza Italia con el carnet nº 2, ministro de Asuntos Exteriores en 1994 y de 2001 a 2006 ministro de Defensa. Profesor de Economía, entre 1988 y 1990, fue presidente de la Mont Pelerin Society, la entidad internacional que reúne a los liberales de Hayek.

[10] Giuseppe Pisanu (conocido como Beppe Pisanu) (1937), senador berlusconiano desde 2006. Entre 1972 y 1992 fue diputado democristiano, y entre 1994 y 2006, de Forza italia, de cuyo grupo fue portavoz parlamentario entre 1996 y 2001. Entre 2002 y 20006 fue ministro del Interior.

[11] Marcello Pera (1943), senador desde 1996, fue presidente del Senado entre 2001 a 2006. Pera es también conocido como filósofo cristiano, especialista en Popper y autor de un libro de conversaciones con el actual Papa.

[12] Renato Schifani (1950), senador de Forza Italia, primero, y luego del PdL, desde 1996, y actual presidente del Senado.

Alessandro Gilioli (Milán, 1962) escribe para el semanario italiano L´Espresso un aguerrido «blog d´autore» antiberlusconiano con el título de Piovono rane [Llueven ranas]. Ha sido colaborador del dominical y el semanal del Corriere della Sera, del diario Il Giornale y del semanario L’Europeo. Entre sus libros se cuentan Forza Italia: La storia, gli uomini, i misteri (Arnoldi, 1994), y con Renato Gilioli, Cattivi capi, cattivi colleghi. Come difendersi dal mobbing e dal nuovo «capitalismo selvaggio (Mondadori, 2000), y Stress economy. Conoscere e vincere il nuovo mal di lavoro (Mondadori, 2001) sobre las penurias del mundo del trabajo en el capitalismo contemporáneo.

Traducción para www.sinpermiso.info : Lucas Antón