Por segunda vez en su gobierno, el presidente derechista Luis Lacalle Pou compareció ante la Asamblea General legislativa para dar cuenta de los últimos doce meses de su gestión, con un discurso donde vuelve a ilustrar un país de las maravillas que dista mucho de la realidad de cientos de miles de uruguayos.
Por su parte, el conflicto ruso-ucraniano también tiene sus repercusiones en tierras uruguayas. Manifestaciones, posicionamiento por parte del gobierno y yerros diplomáticos.
Este 2 de marzo Lacalle realizó su segundo discurso en carácter de balance de su gestión hasta el momento. Sin duda alguna dicho balance fue positivo para su gestión, soslayando los temas más acuciantes para la población y haciendo autobombo de sus logros.
Inició por el plan de vacunación, destacando allí el alto porcentaje de ciudadanos vacunados. Es real, pero se le olvidó mencionar los meses de demora en obtener la vacuna por temas ideológicos y los uruguayos fallecidos en ese momento. Ni una palabra dijo sobre los tres meses en que los casos, las internaciones y las muertes ascendieron a niveles terribles.
Un tema que brilló por su ausencia en el discurso presidencial fue el de la cada vez más cuestionada concesión del puerto de Montevideo hasta 2081 a la trasnacional belga Katoen Natie.
Como al pasar, mencionó que prevé para este año un llamado a licitación para potabilizar aguas del Río de la Plata. El año pasado había anunciado el “proyecto Neptuno” y ahora se le llama “proyecto Arazatí”, como cuando fue impulsado a comienzos de este siglo.
Más allá del nombre y sobre todo de las objeciones técnicas que llevaron antes a descartarlo, implica la asociación con inversores privados, y en 2004 hubo una reforma constitucional para establecer que “el servicio público de abastecimiento de agua para el consumo humano” sea prestado “exclusiva y directamente por personas jurídicas estatales”. Quizá lo que esté preanunciando su interés en la privatización del agua.
Con énfasis en el “dato, no relato”, Lacalle Pou destacó ante la Asamblea General que “se cumplieron los planes económicos y no se les metió la mano en el bolsillo a los uruguayos”. En comparación con el informe de 2021, en este pareció que había menos trabajo previo para seleccionar los datos y el modo de presentarlos, con miras al destaque en titulares de los medios de comunicación y el impacto en la opinión pública.
La enrevesada promesa de que este año “va a comenzar el proceso de registrar la recuperación del poder adquisitivo del salario” no da para iniciar festejos, y menos aún el compromiso de reducir el impuesto a las jubilaciones y el IRPF para las franjas más bajas de ingresos… en 2023 y sólo si se obtienen “resultados satisfactorios en la economía”. Eso no es dato ni relato, señaló un editorial de ladiaria.
En materia de políticas sociales, destacó que el refuerzo de las asignaciones familiares implicó un aumento de 127% de los fondos y dijo que en 2021 “se triplicó la población asistida a través del sistema de comedores” y llegó a 24.000 personas. Aunque parezca mentira, es el mismo gobierno que le negó a los escolares repetir el plato de comida en los comedores.
Sobre seguridad Lacalle Pou apuntó que “no se trata de relatos ni de voluntarismo”, sino de “datos”, ya que “las cifras son contundentes, ha habido una mejora sensible en este aspecto”.
Alegó que la Ley de urgente consideración (LUC) le proporcionó a la Policía el “escudo legal” que necesita ante una delincuencia que “está cada vez más armada y cada vez más tecnificada”. Obviamente era un título para la prensa, porque nunca dijo a qué norma se refería, ni dijo cuál es el plan para “potenciar las posibilidades de rehabilitación” en las cárceles.
El 27 de marzo se realizará el plebiscito sobre la eliminación de 135 normas antipopular y represivas incluídas en la LUC.
Fernando Pereira, el líder sindical devenido en presidente del centroizquierdista Frente Amplio, insistió con que Lacalle Pou ante la Asamblea General “ignoró las principales necesidades de la gente” .“Yo no sé qué pueden pensar una maestra o un policía cuando les dicen que no les metieron las manos en el bolsillo, si en el primer año de gobierno perdieron 19 jornales”, sostuvo.
Señaló Lacalle que, para “no entrar en la discusión infértil” sobre la disminución de delitos y la asociación a las restricciones de movilidad de la pandemia, iba a comparar con las cifras de 2019 y apuntó que “los homicidios se redujeron 23%, las rapiñas y los hurtos casi 19% y 36% los abigeatos”. “Si bien hay una disminución de 1%, nos sigue azotando el flagelo de la violencia doméstica”, agregó.
En tema seguridad, que fue en campaña electoral el caballo de batalla y actualmente también lo es por parte del gobierno, sus detractores lo definen como un relato falso. Se ha modificado la manera de cuantificar los delitos y las denuncias y en realidad los abusos policiales han ido en aumento. Recientemente tres policías abusaron dentro de un móvil policial a dos mujeres. También dentro de los delitos cometidos por violencia de género y con arma de fuego, los policías representan un altísimo porcentaje.
En materia de política exterior, destacó el inicio de “conversaciones formales con Turquía para ver si se puede avanzar en un TLC”, y mencionó que hubo “acciones puntuales”, como la firma de acuerdos o la solución de situaciones, en las que se coordinó la “estrategia con el sector exportador para así poder tener acceso a la mayor cantidad de mercados en países y regiones”.
El mandatario dijo que “la pandemia cambió al mundo” y que la invasión de Rusia a Ucrania “está haciendo cambiar aún más la realidad mundial. Así fue que nos tuvimos que mover en las relaciones exteriores, y tendremos que estar atentos a lo que sucede en estos tiempos”, afirmó.
Cabe recordar que el canciller Fernando Bustillo votó en la OEA en contra de la condena del ataque de Rusia a Ucrania, en una postura que sorprendió a propios y extraños, ya que el Presidente ya se había pronunciado por twitter condenando a Rusia. Bustillo puso el cargo a disposición luego de error en la OEA y Lacalle no lo aceptó. Lo que sí requirió es que Uruguay rectifique su voto ante el organismo internacional.
Elbio Rosselli, exrepresentante de Uruguay ante ONU dijo estar “confundido” tras “idas y vueltas” ante ONicolás CenturiónEA. “Estos titubeos nos dejan muy mal acomodados en el escenario internacional”, aseguró el doctor en Diplomacia.
La empresa estatal de telecomunicaciones Antel, dejó de transmitir Rusia Today (RT) por Vera TV el canal de la empresa. El presidente de la telefónica estatal, Gabriel Gurméndez, argumentó que es un “canal al servicio de la propaganda y justificación de la violenta invasión militar de Rusia a Ucrania”.
“Ni en los peores momentos de la Guerra Fría se hizo algo igual”, declaró Guido Manini Ríos, senador ultraderechista de Cabildo Abierto, integrante de la coalición derechista de gobierno. La Embajada de Rusia en Uruguay “lamentó” la decisión del presidente de la compañía estatal. De esta manera, Uruguay toma partido en el conflicto y se suma al coro de del doble rasero de Occidente en cuanto a invasiones e intervenciones militares.
Nicolás Centurión. Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.