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Una nueva maniobra de EE UU contra Cuba y Venezuela

Las acusaciones de realizar espionaje

Fuentes: Rebelión

Como por arte de magia, capaz de palidecer al gran Houddini, los Estados Unidos han sacado por debajo de la manga una serie de imputaciones contra Cuba y Venezuela, por realizar actividades de espionaje contra ellos. Sin lugar a dudas estas acusaciones, que abren a los lectores el misterioso mundo del fisgoneo entre naciones, edulcorado […]

Como por arte de magia, capaz de palidecer al gran Houddini, los Estados Unidos han sacado por debajo de la manga una serie de imputaciones contra Cuba y Venezuela, por realizar actividades de espionaje contra ellos. Sin lugar a dudas estas acusaciones, que abren a los lectores el misterioso mundo del fisgoneo entre naciones, edulcorado por las películas de James Bond, la series 24 Horas, La Femme Nikita, Alias, y la saga de Bourne, son parte de su campaña ideológica por satanizar a estas naciones ante el mundo y esconden oscuros propósitos mediáticos y desestabilizadores.

Para cumplir su sucio cometido, la administración de Obama ha recurrido a su controvertido FBI, capaz de capturar a los espías que le convienen al gobierno y ducho en montaje de tinglados de especulación mediática, así como a un largo número de supuestos expertos que condicionan con sus declaraciones la política norteamericana ante el gran público.

El Buró Federal de Investigaciones ha pasado a ser uno de los instrumentos del marketing detractor de su gobierno. Fabrica potenciales amenazas, alerta sobre inminentes peligros, especula sobre tenebrosas conspiraciones, idiotizando al ciudadano común ya idiotizado y pre condicionado, a su vez, por los cientos de películas y seriales de espionaje, donde se edulcora a héroes como Jack Bauer y James Bond, para denigrar también a supuestos terroristas islámicos, apócrifos espías comunistas de Corea del Norte, Rusia, Viet Nam, China, Cuba y de otras naciones del Tercer Mundo.

Los propios monopolios de la información gastan millones de ejemplares de sus periódicos para aumentar la histeria del lector, a la par que las grandes cadenas de televisión aumentan la fobia, subliminalmente edificada, contra las naciones progresistas del mundo.

Un recurso manido en esta guerra ideológica sin parangón, es el recurrir a opiniones de supuestos expertos en el tema del espionaje para condicionar el estado de opinión de la ciudadanía. En tal sentido, la ultraderecha norteamericana ha tratado sistemáticamente de boicotear los pálidos acercamientos de la actual administración hacia Cuba, así como satanizar al gobierno venezolano en la actual coyuntura política actual en el hemisferio, recurriendo a estas evaluaciones periciales de dudosos personajes, interesados más en mentir, obtener alguna paga y detractar, que en ser honestos y justos en sus criterios.

Lo que dicen supuestos expertos sobre espionaje cubano y venezolano

Según un despacho BBC, de titulado El mundo del espionaje latinoamericano, escrito el pasado viernes por Juan Paullier, varios expertos destacan que, aunque el espionaje en la región ha sido históricamente dirigido a objetivos internos por parte de los servicios de inteligencia de nuestros países, la actual coyuntura de América Latina ha visto un incremento de la actividad extraterritorial del espionaje.

Para el autor, el crecimiento de la actividad de espionaje y su destape, ha sido el fruto de: «una manipulación mediática por parte de los políticos para justificar elementos de sus políticas bilaterales».

Atendiendo a este criterio, Robert Munks, editor para las Américas de la revista Jane’s Intelligence Weekly, señaló refiriéndose a la actual crisis entre Venezuela y Colombia: «Espionaje siempre ha habido, y siempre habrá, pero si consideramos este caso al lado de lo que ocurre actualmente entre Colombia y Venezuela, se puede decir que sí hay un aumento en los presuntos casos de espionaje revelados al gran público».

Según Munks, el panorama actual del espionaje en Latinoamérica ha visto un repunte de las actividades técnicas más sofisticadas (Techint o inteligencia técnica), por encima de las actividades del Humint o inteligencia humana, basado en el empleo del factor humano como recopilador de información.

Una de las dudosas y tendenciosas afirmaciones de Munks, se refiere a la asesoría que Cuba está brindando a la Venezuela en temas de inteligencia y contra inteligencia, lo que, según él: «constituye la mayor exportación de espías en la región».

Por su parte, Nigel Inkster, director de la unidad de Amenazas Transnacionales y Riesgo Político del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) y antiguo agente del espionaje británico durante 31 años, declaró que:«vista Latinoamérica como un todo hay relativamente pocos países que tienen capacidades de inteligencia de muy alta calidad».

Por su parte, Inkster dijo no poder evaluar la capacidad actual de la contra inteligencia venezolana en «controlar y monitorear a la disidencia interna», aunque presupone que el nivel de adiestramiento recibido por los cubanos dará sus frutos.

Otro insidioso experto al servicio de Washington, Chris Simmons, ex analista de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), declaró el pasado día 18 de noviembre, que: «La amenaza que Cuba representa para los intereses de Estados Unidos se ve amplificada por los alcances y la cercanía con que operan sus servicios de inteligencia.» (…)»Los servicios de espionaje cubanos tienen sólo dos blancos principales. Un blanco doméstico que son los cubanos y un blanco externo que es Estados Unidos».

Para Simmons, el espionaje cubano tiene una planta de oficiales per cápita mayor con respecto al de los de Estados Unidos, pues mientras el primero tiene cerca de 11 mil oficiales, lo que representa un 30 % más que el de EE UU, que cuenta con 200 mil con respecto a su población.

A instancias de la ultra reaccionaria legisladora republicana Ileana Ros-Lehtinen, Simmons puntualizó en los debates en el Congreso con vistas a levantar las restricciones de norteamericanos para visitar a Cuba, que la Isla es: «por definición en un Estado policiaco», dando un espaldarazo a las opiniones contrarias a la implementación de esta medida.

La Loba Feroz , Ileana Ros Lethinen, apoyándose en las declaraciones de su parcializado experto, arremetió contra Cuba en el Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes ese mismo día, retomando un supuesto peligro de la Isla para la seguridad nacional norteamericana. Al respecto, pidió «analizar las maneras en que los intereses de seguridad de Estados Unidos continúan siendo amenazados y son aún blancos del siniestro régimen cubano».

Con el absurdo argumento de que los viajes a Cuba favorecen al desarrollo y fortalecimiento del espionaje cubano, Ileana Ros se apoyó en los argumentos de su experto para decir que: «levantar las restricciones de viajes a Cuba sólo ayudará al régimen cubano a fortalecer sus labores de espionaje, (…) pues el 80 % de la industria turística cubana es propiedad del estado y que buena parte de sus utilidades son destinadas al presupuesto de labores de inteligencia, si se permite a los estadounidenses viajar como turistas a Cuba, enriqueceremos su servicio de inteligencia, facilitaremos que se apropien de secretos de estado y fortaleceremos el control que ejercen sobre el pueblo cubano».

La componenda esta clara: acusar a Cuba de ser un peligro potencial para Estados Unidos con vistas a contrarrestar la demanda de gran parte de los norteamericanos por visitar a la Isla. Fue una nueva jugarreta de la representante de la mafia anticubana y de la ultraderecha norteamericana.

El supuesto espionaje venezolano en Estados Unidos

También Venezuela ha padecido en estos días la arremetida de los Estados Unidos para involucrarlo en dudosos y supuestos casos de espionaje contra ellos. Las insidias fabricadas en los entretelones de los grupos reaccionarios del poder han quedado evidenciadas en los apócrifos casos Mascheroni y el de los Cónsules Espías.

● El caso Mascheroni.

A fines de octubre de 2009, los Estados Unidos fabricaron un dudoso caso de espionaje en que el principal acusado, el científico argentino Pedro Leonardo Mascheroni, manifestó haber tenido contactos con agentes de la inteligencia venezolana.

Según el científico, quien laboró en el Laboratorio Nacional de Los Álamos y está plagado de frustraciones personales y profesionales, así como en franco desacuerdo con la política energética de EE UU, Venezuela estuvo interesada en adquirir información sobre secretos nucleares norteamericanos. Sin lugar a dudas, este montaje es parte de las maniobras desinformativas orquestadas por la administración de Obama y que están orientadas a subrayar su guerra ideológica contra el presidente Hugo Chávez.

Mascheroni aclararía que él fue contactado, en realidad, por un venezolano que nunca dijo ser representante del gobierno de Chávez y los encuentros se hicieron de forma pública, en un hotel de la ciudad de los Ángeles en febrero de 2008. No obstante, la información entregada por Mascheroni al supuesto agente venezolano era parte de material desclasificado por el gobierno, de libre acceso por la Internet.

La dudosa captura del supuesto agente de Venezuela por parte del FBI, también despertó serias dudas, por cuanto éste nunca fue mostrado en público y se especula su inexistencia.

● Supuesto espionaje de los Cónsules espías de Venezuela en EE UU.

El pasado 15 de noviembre del 2009, se dio a conocer la noticia de que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) se encontraba investigando las actividades de dos cónsules venezolanos en Estados Unidos durante los últimos años.

Los seleccionados para la burda maquinación anti bolivariana fueron los diplomáticos venezolanos Vinicio Romero Martínez, ya fallecido y quien fue cónsul de Venezuela en Puerto Rico, entre el año 2002 y 2006, y Martín Sánchez, cónsul en la ciudad de San Francisco.

Según el FBI, Romero Martínez mantuvo contactos con militantes independentistas boricuas y era partidario de posiciones anti semitas, llegando incluso a usar las valijas diplomáticas para trasladar grandes sumas de dinero para financiar la actividad de los independentistas, los que para Washington realizan actividades terroristas.

Romero, fallecido en el 2006 mientras fungía como embajador venezolano en Trinidad y Tobago, un firme partidario de la revolución Bolivariana y consumado conocedor de la vida y obra de Simón Bolívar, fue siempre un hombre solidario con las luchas progresistas en nuestro continente. Para nadie es un secreto que siempre admiró la tenas y heroica lucha de los independentistas boricuas, a los que siempre apoyó incondicionalmente, pero respetando sus funciones diplomáticas. Por estas razones, al conocerse su fallecimiento a causa del cáncer que lo aquejaba, el portavoz del Frente Socialista de Puerto Rico, Manuel Rodríguez, declaró el pesar de los puertorriqueños ante su fallecimiento en esa isla mientras participaba en la Feria Internacional del Libro, el 20 de noviembre de 2007. Para los independentistas: «Vinicio fue un aliado nuestro y siempre se mantuvo firme y solidario con las causas justas de nuestra América. Le imprimió un sentido de solidaridad a las relaciones

Hombre de bien y revolucionario sin tacha, Vinicio Romero fue condecorado Post Mortem con la Orden del Libertador, en su Primera Clase (Gran Cordón), el 10 de diciembre de 2007 por el gobierno de su país.

Algunos párrafos de la Resolución Oficial 38.828, del 10 de diciembre de 2007, emitida por el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de la república Bolivariana de Venezuela, permiten conocer la estatura ética de José Vinicio y lo impúdico de la falsa acusación contra su persona por parte del FBI:

«Historiador, escritor, periodista y conferencista, Romero Martínez nació en Altagracia, estado Zulia, en 1940. Fue director y colaborador de periódicos y revistas, programas de radio y televisión. Gabriel García Márquez contó con su colaboración como asesor histórico para la confección de su novela El general en su laberinto, sobre Simón Bolívar.»

«En 1999 resultó electo constituyente para la elaboración de la Constitución Bolivariana de Venezuela. Formó parte de las comisiones Constitucional y de Educación. Además, presidió la Comisión de Estilo que se encargó de la corrección y redacción final de dicha Carta Magna.»

«Dictó discursos de orden, conferencias y charlas en diferentes países de Latinoamérica, Estados Unidos y España.»

«Desde 1990 escribía y dirigía una página de historia en un importante diario regional. Pertenecía al cuerpo de redactores de la Hispánica de la Enciclopedia Británica, asesor histórico-literario y coordinador de la Enciclopedia Temática de Venezuela de la Editorial Venelibros, redactor y corrector de la Enciclopedia Encarta 97, y dirigió la Mesa de Poder Moral o Ciudadano en el II Congreso Constituyente de Angostura, en 1999.»

«Publicó más de 30 obras de historia de Venezuela con carácter educativo, con más de un millón de ejemplares en total, como Las aventuras de Simón Bolívar; Las aventuras de José Antonio Páez; Mis mejores amigos; 110 biografías de venezolanos ilustres; ¿Qué celebramos hoy?, El libro de las efemérides venezolanas; La Constituyente al alcance de todos; Conciencia de género en la Constitución Bolivariana; CD: 2001 temas de historia de Venezuela en multimedia, y Mi amigo Simón Bolívar, entre otros.»

«Fue Presidente de la Sociedad Bolivariana de Venezuela (2002-2006) y miembro de la Sociedad Bolivariana de Sevilla en España, del Círculo de Escritores Venezolanos, del Instituto de Cultura Hispánica, de la Fundación Zuliana para la Cultura y de la Academia de Historia del Estado Zulia.»

«También fue socio honorario del Rotary Club Cafetal 1990-1991 y 1998-1999. Recibió diversos reconocimientos de instituciones, universidades y planteles educacionales; Orden Francisco de Miranda, Orden Mérito al Trabajo y la máxima condecoración venezolana, la Orden del Libertador, entre otras.»

«Fue miembro de la Comisión Presidencial para la celebración de los 250 años del natalicio del generalísimo Francisco de Miranda, en representación del Ministerio de Educación.»

«Recientemente se desempeñó como director general del Archivo General de la Nación. Presidió por Venezuela el Programa Binacional Bolívar-Martí».

La grotesca y cínica acusación contra José Vinicio pone en tela de juicio la catadura moral de sus acusadores.

Otro de los cónsules venezolanos involucrados en las maniobras del FBI, en contubernio con la ultraderecha norteamericana y del lobby judío en Estados Unidos, fue Martín Sánchez, cónsul bolivariano en la ciudad de San Francisco, a quien acusaron falsamente de promover una campaña anti semita en Estados Unidos. La base de sus ataques fueron sus vínculos con el sitio digital Aporrea, un incansable espacio de denuncia contra la injerencia norteamericana e Israelí en América Latina y a favor de la Revolución Bolivariana.

De más está decir que ambos casos de espionaje analizados en este artículo tienen como finalidad aislar y detractar al gobierno de Hugo Chávez, distorsionando el papel de la Revolución Bolivariana en el mundo actual. Los interesados en este fin, la ultraderecha norteamericana y la oligarquía contrarrevolucionaria de Venezuela, recurren al método más deleznable con tal de alcanzar sus propósitos.

Acusaciones contra Cuba y sus objetivos

Sospechosamente, cuando se analiza en el Congreso de los Estados Unidos la eliminación de las restricciones de viajes de ciudadanos norteamericanos a la Isla y crece el movimiento que se opone al criminal bloqueo impuesto contra ella por Estados unidos desde hace cinco décadas, las fuerzas reaccionarias de ese país han levantado serias acusaciones de espionaje contra el gobierno cubano.

Por estos días cobra sobredimensionada notoriedad el caso de dos ancianos jubilados norteamericanos, Walter Kendall Myers, de 72 años de edad, y su esposa, Gwendolyn Steingraber Myers, de 71 años, quienes son acusados por el FBI de haber espiado sistemáticamente para Cuba durante varias décadas.

Recibiendo las más incalculables presiones, ambos reconocieron que espiaron para Cuba, luego de llegar a un acuerdo con la fiscalía, en un juicio que se montó contra ellos y que fue conducido por el juez de distrito federal en Washington, Reggie Walton, quien les impuso severas penas, luego de que ambos admitieran su culpabilidad.

Walter Kendall Myers, quien laboró como funcionario del Departamento de Estado y fue acusado de espiar para Cuba desde 1976, mientras trabajaba en el área de Europa en este organismo, dijo ser poseedor del seudónimo Agente 202, por parte de la Dirección General de Inteligencia cubana. Su esposa era identificada con el seudónimo de Agente 123 o Agente E-634.

Según el fiscal Channig Phillips: «El acuerdo de culpabilidad y la sentencia inminente de hoy cierran el libro sobre la vil traición de esta pareja a nuestro país» (…) »Gracias a una investigación de contrainteligencia muy bien planeada y ejecutada, que incluyó una cooperación sin precedentes con múltiples agencias, las graves violaciones cometidas por los Myers –que comprometieron secretos clasificados de nuestro país– se castigarán con fuertes penas de cárcel».

Sin embargo, los agentes a cargo del FBI y los fiscales no pudieron probar que el matrimonio haya trabajado para Cuba por motivaciones económicas o beneficios materiales de algún tipo. En voz de su abogado, Bradford Berenson, ambos reconocieron actuar «no por motivos egoístas o en busca de ganancias personales, sino debido a su conciencia y compromiso personal.»

Como castigo accesorio a la condena recibida, que les llevará a terminar sus vidas en prisión, los Myers deben pagar al Departamento de Estado casi dos millones de dólares por el concepto de los salarios percibidos por Walter Kendall mientras laboró en dicha institución.

De acuerdo con las indagaciones de la investigación, supuestamente los Myers entraron en contacto con la DGI cubana en 1976. Según la malintencionada pesquisa, un oficial de la inteligencia cubana orientó a su estrenado Agente 202 escalar posiciones dentro del Departamento de Estado o la CIA norteamericana. De la misma forma, se les acusa de haber trasladado a Cuba más de 200 informes secretos sobre la política norteamericana hacia la Isla, así como haber viajado a varios países de América Latina y ciudades norteamericanas para establecer contacto con sus oficiales operativos.

Los Myers fueron capturados el 4 de junio luego de caer en una trampa montada con un agente encubierto del FBI, mientras Walter trabajaba como profesor en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados Johns Hopkins.

La reacción ante este montaje fabricado por la ultra derecha norteamericana, sospechosamente cuando en Trinidad y Tobago se debatía el reingreso de Cuba a la OEA, en el marco de la V Cumbre Iberoamericana, en un intento por influir en la decisión de los países latinoamericanos en este sentido.

Mientras la reaccionaria representante Ileana Ros-Lehtinen defendía la restricción de los viajes de norteamericanos a Cuba, al declarar con respecto a este caso: «Teniendo en cuenta el éxito que ha tenido la inteligencia cubana para reclutar agentes», espías como Myers, ¿por qué queremos facilitar semejante actividad de espionaje al permitir viajes sin control a Cuba?», muchos sospecharon las sucias componendas alrededor de él. Fidel manifestó en una de sus Reflexiones del 6 de junio de 2009, intitulada «Respuesta ridícula a una derrota», lo siguiente: «¿No les parece a todos bien ridícula la historieta del espionaje cubano?»

Conocedor al pie de la letra del comportamiento de su enemigo histórico, el imperialismo norteamericano, el Comandante Fidel Castro reflexionó sobre la detención de los Myers: «Lo curioso es que esa noticia sale a la luz 24 horas después de la derrota sufrida por la diplomacia de Estados Unidos en la Asamblea General de la OEA». Se refería, desde luego, a la aplastante derrota diplomática sufrida por EE UU cuando los 34 países miembros votaron a favor de incluir nuevamente a Cuba en su seno, luego de 47 años de injusta exclusión.

Con respecto a aquellos que han luchado desinteresadamente por defender a Cuba, Fidel expresó: «No puedo dejar de admirar su conducta desinteresada y valiente en nombre de Cuba. Aquellos que de una u otra forma han contribuido a proteger al pueblo cubano de los planes terroristas y planes de asesinato organizados por diversas administraciones de EE.UU. lo han hecho en la iniciativa de su propia conciencia y merecen, a mi juicio, de todos los honores en el mundo».

Denunciando la maniobra y sus propósitos, así como la parcialidad de la justicia norteamericana, también Fidel puntualizó: «Las personas acusadas son Walter Kendall Myers y su esposa Gwendolyn Steingraber Myers. Se añade que el primero trabajó como especialista de asuntos europeos; que en 1995, hace 14 años, viajaron a Cuba, fecha en que fueron recibidos por mí. Me he reunido durante ese tiempo con miles de norteamericanos por diversos motivos, individualmente o en grupos, en ocasiones con colectivos de varios cientos de ellos, como los estudiantes que viajaban a Cuba en el crucero Proyecto Semestre en el Mar, por lo que apenas podría recordar detalles de una reunión con dos personas. Me doy cuenta ahora por qué George W. Bush prohibió a los estudiantes del crucero seguir visitando Cuba; durante muchas horas conversaban conmigo, a pesar de que pertenecían a familias de clase media alta.»

«La acusación puntualiza que el matrimonio recibió numerosas condecoraciones, pero a la vez admite que nunca buscaron dinero o beneficios personales».

«Es verdaderamente extraño que si esas personas estaban bajo control, debido a que agentes del FBI los engañaran haciéndose pasar por espías cubanos, ¿por qué no fueron arrestados antes y lo hacen en este momento?»

«Comenzará ahora el juego de la supuesta justicia contra dos personas trituradas de antemano moralmente con acusaciones que predeterminan la conducta del jurado, que debe decidir si son culpables o inocentes. Con seguridad no recibirán el trato amable que dispensaron a los terroristas reclutados por el gobierno de ese país para destruir el avión de Cubana con la totalidad de los que iban en él y cometer horribles crímenes contra nuestro pueblo, los cuales, incluso, violaron las leyes de Estados Unidos cometiendo numerosos actos terroristas deleznables en su propio territorio.»

Los hilos de la infamia y sus sucios objetivos

Los sectores más reaccionarios siempre han usado el manido tema de una supuesta peligrosidad del espionaje cubano contra la seguridad nacional, para esconder que realmente son ellos los patrocinadores de la más condenable guerra sucia contra Cuba. No es la primera vez, por tanto, que recurren a tan detestables argumentos.

Por lo tanto, tuvo Fidel sobrada razón para expresar también en la citada Reflexión: «La confrontación con Estados Unidos es ideológica y nada tiene que ver con la seguridad de ese país.»

Recuerdo cómo en agosto de 1998, habiendo sido ya informado ampliamente el FBI por parte de Cuba, sobre las actividades de organizaciones terroristas asentadas en Miami, el diario norteamericano The Nueva York Times envió a Timothy Golden, uno de sus reporteros estrella para recabar información sobre la criminal actividad de Luis Posada Carriles y su accionar canallesco contra la Isla. No bien dispusieron de la información que involucraba a sus protegidos, sin realizar siquiera la más simple amonestación contra ellos, las autoridades norteamericanas capturaron a un grupo de jóvenes por el apócrifo delito de atentar contra la seguridad nacional, hecho nunca podido legalizar por la parcializada fiscalía.

Timothy Golden calló. El FBI ignoró la comprometedora y valiosa información ofrecida por Cuba. Yo, sacado a la luz pública para denunciar al terrorista y sus cómplices, fui traicionado por las autoridades norteamericanas y por el importante periódico al no levantar éstos un solo dedo contra los terroristas frente a los que laboré por muchos años.

Supe entonces que la respuesta de nuestros enemigos fue proteger a sus criminales de la mafia anticubana arremetiendo, sin embargo, contra un grupo de jóvenes cubanos, amantes de su Patria y cuya misión fue protegerla del vándalo y el terrorista. Ellos son Gerardo, Antonio, Ramón, René y Fernando, nuestros invencibles Cinco Héroes.

Otras personas serían acusadas mucho después de realizar espionaje por parte de Cuba contra los Estados Unidos, siempre en momentos específicos en que Cuba aparecía favorecida en el contexto internacional, al derribarse los ingratos muros de aislamiento que criminalmente se han levantado contra ella. De ser cierto que Ana Belén Montes, Walter y Gwendolyn, ayudaron a Cuba, quién mejor que Fidel para declarar: «Si todo eso fuera cierto, no dejaré de admirar su conducta desinteresada y valiente hacia Cuba.»

Esta nueva trama del supuesto espionaje con el que se trata de desvirtuar la verdadera lucha del pueblo cubano `por resistir a la agresividad del imperio, no es más que una ridícula maniobra que será desoída por el mundo. Tampoco tendrán éxito los planes desestabilizadores contra la Revolución Bolivariana, montados en los tenebrosos salones de la Casa Blanca, la CIA y el FBI.

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.