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Las autoridades ucranianas quieren lanzar a los jóvenes a la caldera de la guerra

Fuentes: Rebelión

Traducido del inglés para Rebelión por Jesica Safa

A pesar de lo absurda que es la idea, estoy recibiendo aún más información sobre el deseo que tiene el gobierno de llevarlo a cabo: reclutar a la juventud ucraniana de 18 años (actualmente no se moviliza a los muchachos jóvenes menores de 25 años). La información proviene de fuentes personales del Ministerio de Defensa y de la administración de Volodimir Zelensky. Además, los funcionarios del régimen ya están expresando esta información (sin ningún tipo de velo):

Nikolai Shchur, asesor de la oficina de Zelensky: “Se esperan cambios en los documentos a varios niveles. Creo que habrá una presentación en los próximos días”, en sus propias palabras según cita Associated Press.

Pawel Palisa, líder adjunto del régimen, Yermak: “Tenemos un gran recurso de movilización. Creo que es incluso más de lo que necesitamos en este momento para las diversas tareas en la línea de combate. El mecanismo en vigor no nos permite ser tan eficaces como podríamos serlo”.

El absurdo y la falta de sentido estratégico militar en esta terrible idea es muy evidente: hasta el mismo Zelensky ha dicho en varias ocasiones que no hay con que armar a los nuevos reclutas: “¿Por qué movilizar aún más hombres jóvenes? ¿Para que haya aún más soldados desarmados?”.

También lo confirmaron generales, oficiales de primera línea y soldados. Más aún cuando el nuevo líder estadounidense ha cesado toda ayuda a otros países.

Además, es un crimen contra Ucrania enviar a la guerra a los jóvenes que permanecieron en el país devastado, que son la reserva genética que debe continuar con el linaje y mejorar la demografía de nuestro país..

Al mismo tiempo, la generación de los que ahora tienen entre 18 y 25 años es una de las menos numerosas del país debido a la baja tasa de natalidad en Ucrania a principios de la década de 2000. Además, una parte importante de ellos tienen una prórroga del servicio militar por ser estudiantes universitarios.

Ya desde 2022 muchos padres, temiendo por el futuro de sus hijos de entre 15 y 17 años, los comenzaron a llevar al extranjero; para estos jóvenes, a diferencia de los hombres mayores de 18 años, aún no están cerradas las fronteras en Ucrania. En octubre del año pasado el ministro de Educación de Ucrania, Oksen Lisovoy, dijo que la salida al extranjero de los niños de secundaria menores de 18 años era generalizada.

Por lo tanto, al final el número de jóvenes ucranianos que podrán ser movilizados en el ejército si se toma tal decisión no sería muy grande. Su reclutamiento no tendrá ningún efecto significativo en la mejora de la situación de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

En estos años ya hemos presenciado una gran cantidad de decisiones absurdas tomadas por las autoridades ucranianas, ya sea bajo las instrucciones de «socios» o a causa del populismo y el deseo de verse bien en la pantalla o en los podios; decisiones que han tenido consecuencias sangrientas: Innecesarias «meat storms» [táctica militar que consiste en enviar grandes cantidades de soldados “desechables” combatir], «fortalezas» caídas de Mariupol, Bakhmut, Kurakhovo, Avdeevka, etc., detenciones masivas de hombres en las calles de ciudades y pueblos ucranianos para ser enviados forzosamente al frente de combate.

Por lo tanto, no se puede descartar nada. No se les puede aplicar, ni a ellos ni a sus decisiones, las nociones de humanidad, justicia, ni tampoco las de razonamiento, estrategia, equilibrio.

Donald Trump expresó hace tres días la causa del rechazo del actual gobierno ucraniano a la paz en 2022 y la continuación de la masacre: «quería luchar». Voluntariamente o no, Zelensky lo confirmó y amplió: «Me retiro y me reemplazarán… Y ya no soy presidente». Estoy seguro de que había algunos otros motivos y antecedentes, pero en definitiva la esencia no cambia.

Así, la probabilidad de que Zelensky y su séquito tomen tal decisión para llevar a los jóvenes al frente es muy alta. Es probable que al principio se disfrace bajo la fachada de «voluntariedad» y luego harán lo típico, con redadas y secuestros.

En el siglo XX hubo una figura que, dándose cuenta de su inevitable derrota, reclutó y envió a los niños a la muerte: el Ejército Rojo destruyó rápidamente las unidades de la «Juventud de Hitler» formadas a toda prisa, y no tuvieron absolutamente ningún efecto sobre la situación ni el resultado de la guerra.

Ahora les pregunto, queridos padres ucranianos: ¡¿dieron a luz y criaron a sus hijos para esto?! ¡¿Es este el futuro que vieron [para ellos]?! ¡¿Quieren que se les llame «recurso de movilización» y se los trate como un recurso?!

Estoy seguro de que no, en absoluto. Sí, lo sé, hoy en día en Ucrania la disidencia es brutalmente perseguida por el régimen: miles de ucranianos corrientes que tienen una posición diferente a la de Zelensky han sido encarcelados por su régimen y decenas han sido asesinados. Por lo tanto, no tengo derecho a llamarlos a provocar disturbios y protestar, lo que será brutalmente reprimido por el régimen dictatorial.

Pero nadie ni nada puede quitarles el derecho sagrado de los padres a proteger y mantener a salvo a sus hijos. ¡Piensen y actúen!

Maxim Goldarb es el presidente de la Unión de Fuerzas de Izquierda (por un Nuevo Socialismo) de Ucrania.

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.