China y Latinoamérica viven hoy su época más fructífera de relaciones, unos lazos que según fuentes diplomáticas de varios países se basan en el beneficio mutuo y distan mucho de la imagen de sumisión transmitida recientemente por el jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson.
«La época de los imperialismos está agotada. Hoy hay una ecuación multipolar muy clara en el mundo y eso hace bien, no hay lugar para posiciones imperiales, vengan de donde vengan», dijo a Efe el embajador de Argentina en China, Diego Guelar.
Hace poco y justo antes de iniciar una gira por varios países latinoamericanos, Tillerson pronunció un incendiario discurso en el que advirtió a Latinoamérica del avance de los «predadores» Rusia y China, quienes solo se preocupan del «beneficio propio».
Como reacción a estas declaraciones, China acusó a Estados Unidos de faltar el respeto a los países latinoamericanos y defendió que las relaciones con la región son recíprocas e igualitarias, una opinión que comparten las fuentes diplomáticas consultadas por Efe.
«En este momento, China tiene un rol importantísimo con todos los países latinoamericanos, tanto en el tema comercial como en el financiero y de inversiones. Es un proceso que irrumpe en los últimos diez años y en el cono sur está muy consolidado», agregó Guelar.
Relaciones «equilibradas»
En opinión del embajador, el hecho de que haya unas relaciones «equilibradas y muy importantes, tanto con China como con Rusia» no debería «alterar de ninguna forma las muy buenas relaciones con Estados Unidos».
En Argentina, agregó, están «presentes y creciendo» importantes empresas chinas en el sector financiero, en infraestructuras, transporte y energía, una tendencia que «no tiene reversión» y va en aumento.
«No tenemos nada que temer sino que son relaciones muy respetuosas en el campo de las soberanías nacionales y con claras ventajas para ambas partes», insistió.
En este sentido se manifestó el embajador de Colombia en China, Óscar Rueda, quien aseguró a Efe que las relaciones de su país con el gigante asiático se dan «dentro de un marco de amistad y de beneficio común».
«Quien puede calificar las relaciones entre dos países son los propios países», sentenció.
China es «uno de los principales socios comerciales de Colombia» y los planes son seguir abriendo mercado en el país asiático y exportar próximamente nuevos productos como el aguacate o la carne bovina.
En sus declaraciones, Tillerson acusó además a China de producir «ganancias a corto plazo y una larga dependencia» y dijo que «con sus prácticas injustas ha perjudicado a sectores como el manufacturero» en varios países de la región, una opinión que no comparten desde las fuentes consultadas.
«Esa crítica se hizo en su momento a las autoridades chilenas. Había un temor enorme de que (el tratado de libre comercio) afectara la producción local pero lo que hizo a la larga es que nosotros tuviéramos superávit, contó a Efe el director comercial de Chile en Shanghái, César Suárez.
Hoy en día Chile, explicó Suárez, exporta a China un promedio de 3.000 millones de dólares más que lo que importa. Estos países tienen un tratado de libre comercio desde el año 2006 y en este tiempo, apuntó, se han cuadruplicado sus intercambios comerciales.
Líneas de integración Las «líneas de integración y trabajo con China son muy fuertes y nosotros lo vemos con buenos ojos», al igual que son buenas las relaciones con Estados Unidos, agregó.
En una posición similar está Uruguay, cuyo cónsul general en Shanghái, Leonardo Olivera, destacó la importancia de estrechar las relaciones tanto con China como con Estados Unidos, las dos grandes potencias económicas mundiales.
«Este año celebramos treinta años de relaciones diplomáticas. China es el primer socio comercial de Uruguay y a este país van el 28 % de las exportaciones», apuntó Olivera, quien explicó que hoy Uruguay busca ser «la puerta» de entrada marítima a América Latina para el gigante asiático.
Las polémicas declaraciones de Tillerson tuvieron lugar unos días después de la celebración en Santiago de Chile de la II Reunión CELAC-China en la cual se aprobó un nuevo plan de acción 2018-2021 que persigue profundizar la relaciones entre China y los 33 países que conforman la Celac.
Según un documento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el intercambio comercial entre China y Latinoamérica se multiplicó por 22 en el periodo 2000-2013, y el año pasado alcanzó los 266.000 millones de dólares (215.600 millones de euros).
En materia financiera, China ha proporcionado en la última década recursos que ascienden a 141.000 millones de dólares (114.300 millones de euros) un monto superior al recibido por los países de la región de instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM).