Dedicamos este documento a todas las comunidades y organizaciones que con denuedo y mucho empeño han insistido en defender ese corazón de la vida misma, esa llave de la alimentación y la independencia que son las semillas nativas «patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad». Llevamos ya muchos años viendo crecer la andanada […]
Dedicamos este documento a todas las comunidades y organizaciones que con denuedo y mucho empeño han insistido en defender ese corazón de la vida misma, esa llave de la alimentación y la independencia que son las semillas nativas «patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad».
Llevamos ya muchos años viendo crecer la andanada privatizadora, encarnada en leyes de semillas y modificaciones constitucionales que pretenden criminalizar la posesión, custodia, intercambio y utilización de semillas ancestrales; la imposición de sistemas de protección de los llamados derechos de obtentor de variedades vegetales, sabiendo que tales derechos de obtentor en realidad son «derechos» inventados para privilegiar a quienes se apropian de los bienes comunes que durante milenios eran colectivos porque ése era su secreto para mantenerse dinámicos y transformadores, que es lo que necesita la vida para florecer y volver a florecer.
Especialmente en América Latina, todo este ataque parece querer imponer condiciones que deshabiliten la actividad agrícola independiente, aunando su lógica con los paquetes de agroquímicos, la mecanización e industrialización monocultivadora y las tendencias de acaparamiento de tierras y agua más las fragmentaciones y el divisionismo implícito en los programas gubernamentales y en los contratos que las corporaciones quisieran imponer como modo de asociarse con comunidades y pueblos.
Por fortuna, en el amplio espectro desde las comunidades más campesinas e indígenas hasta la academia y los circuitos de investigación, crece el malestar con este afán privatizador y se impulsa un cuestionamiento argumentado, una impugnación firme y la resistencia para enfrentar todos estos intentos por acaparar la clave del futuro: las semillas.
Este libro celebra esta extendida, emotiva y lúcida resistencia.
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ÍNDICE
Leyes de semillas y otros pesares
Las leyes de semillas aniquilan la soberanía y autonomía alimentaria de los pueblos
Por Grupo Semillas
La Corte Constitucional de Colombia declaro inexequible la ley 1518 de 2012, que aprueba UPOV 1991
Por Campaña por las semillas libres en Colombia
¡Ya viene la nueva 970 recargada! Las leyes que privatizan y controlan el uso de las semillas criminalizan las semillas criollas
Por Grupo Semillas
Puntos de posición sobre las semillas en el Paro Agrario
Leyes para acabar con la agricultura independiente
Por GRAIN
UPOV 91: El ataque contra las semillas en Chile
Por Camila Montecinos (GRAIN) y Francisca Rodríguez (CLOC-Vía Campesina)
Declaración de la CLOC-Vía Campesina Chile al retiro de la ley de obtentores del proceso legislativo
Por CLOC-LVC
Argentina – ¡No a la privatización de las semillas y la vida!
La ley de semillas Monsanto: ahora lista para llegar a los agricultores familiares
Documento final de la Reunión de la Campaña de Semillas de CLOC-Vía Campesina
Veinte años no son nada para la expansión de la propiedad intelectual sobre la vida (ni para impugnarla)
Por Silvia Rodríguez Cervantes
Dos décadas de ataque a las semillas y se profundiza el cerco
Por Germán Vélez (Grupo Semillas)
Leyes de semillas en América Latina: Una ofensiva que no cede y una resistencia que crece y suma
Por GRAIN
Declaración de Yvapuruvu