A 89 años vuelve el «Venerable Maestro» de la P2, que fue amigo de Perón, agente de la dictadura militar, y tuvo nefasta influencia en Italia. Gelli elogió al fascismo y al premier Silvio Berlusconi.
A los 89 años de edad y en gran forma física, vuelve el Gran Maestro Venerable de la masonería italiana Licio Gelli en esta Italia donde el pasado nunca termina de pasar. Amigo de Perón, agente de la dictadura militar argentina que lo refugió cuando lo buscaba la justicia italiana, diplomático honorario en la embajada argentina en Roma, el fundador de la logia P2, que tenía una filial en nuestro país, dirigirá un programa en una TV privada. Ayer, en una conferencia de prensa de presentación, Gelli reiteró que «fui, soy y seré fascista», elogió como su sucesor político al primer ministro Silvio Berlusconi, y amenazó con el regreso de las masacres terroristas de extrema derecha de las décadas pasadas en Italia.
Gelli es sin dudas el personaje más importante y tenebroso de muchos oscuros episodios de la historia italiana de la posguerra. Con la logia P2 dominó los altos mandos de las fuerzas armadas y de seguridad, que pertenecían al grupo masón para facilitarse la carrera.
En la filial argentina de la logia estaban inscriptos el almirante Emilio Massera y el general Eduardo Suárez Mason, dos promitentes represores de la dictadura militar argentina. Gelli ofreció ayer una conferencia de prensa para anunciar que será la voz narrante y el personaje principal de un programa en la cadena menor de la TV privada Odeón, que lo ha contratado para que hable de la Italia del siglo XX.
Autor del Plan de Renacimiento Democrático, su acción con la P2 desestabilizó fuertemente la Italia de los años ’70 y ’80. El Parlamento italiano disolvió la logia masónica por ley y la justicia ordenó su arresto, pero Gelli hubó de la cárcel suiza mientras se gestiobana su extradición y recibió refugio en la Argentina de la dictadura militar. En el campo de exterminio de la ESMA, los mismos desaparecidos tuvieron que confeccionarle un pasaporte argentino con el que volvió años después a Suiza. Como varios medicos certificaron un estado de salud endeble y la necesidad de operarlo del corazón, fue nuevamente liberado y volvió a su lujosa villa de Arezzo en Toscana. Nunca se operó y ya tiene casi 90 años de edad.
En la conferencia de prensa, el «Venerable Maestro», dijo que solo el actual premier Silvio Berlusconi, que era miembro de la P2, puede cumplir con su Plan de Renacimiento Democrático, de talante fascista. También elogio al siete veces ex primer ministro Giulio Andreotti y a Marcello Dell’Utri, estrecho colaborador de Berlusconi, condenado a nueve años de cárcel por complicidad con la mafia italiana.
Gelli dijo que ambos particparán del programa, pero Andreotti y Dell’Utri dijeron que no quieren saber nada con el Maestro Venerable. La oposición de centroizquierda reaccionó indignada y pidió que a Gellli, un «mal maestro» se le impida hacerse propaganda por televisión.
El líder de la P2 fue condenado por despistaje en la masacre de la estación de Bolonia del 2 de agosto de 1982, cuando una bomba de extrema derecha mató a 86 personas y mutiló a otras 200. También fue uno de los cerebros del asalto al grupo «Corriere della Sera» en los años ’80, que participaba con la Marina de la gestión de la editorial Abril de Buenos Aires. Y tuvo una resonante participación en el peor escándalo sufrido por la Iglesia en el último medio siglo, con la bancarrota fraudulenta del Banco Ambrosiano y el truculento asesinato en Londres en 1982 de su presidente Roberto Calvi, en maniobras que costaron 1400 millones de dólares y de las que participó el arzobispo Paul Marcinkus, presidente del IOR, el banco del Papa y organizador de los viajes de Juan Pablo II.
Las verdades, mentiras y medias verdades que Gelli puede contar en la televisión hace temblar a muchos poderosos. También en la Argentina más de uno debe estar nervioso. Y en Estados Unidos, pues según muchos rastros el líder de la P2 fue un agente de los servicios secretos civiles y militares.