Del sábado 15 al miércoles 19 de julio se realizó en Managua, capital de Nicaragua, la vigésima tercera reunión del Foro de Sao Paulo. Éste, como bien se sabe, es una organización de partidos y movimientos sociales progresistas y de izquierda latinoamericanos, fundado por el Partido de los Trabajadores de Brasil en Sao Paulo en […]
Del sábado 15 al miércoles 19 de julio se realizó en Managua, capital de Nicaragua, la vigésima tercera reunión del Foro de Sao Paulo. Éste, como bien se sabe, es una organización de partidos y movimientos sociales progresistas y de izquierda latinoamericanos, fundado por el Partido de los Trabajadores de Brasil en Sao Paulo en 1990, y fue constituido para conjuntar los esfuerzos de los partidos y movimientos de izquierda, a fin de enfrentar las políticas neoliberales y sus nefastas consecuencias en los países de Latinoamérica y el Caribe.
El Foro de Sao Paulo está integrado por decenas de partidos políticos, organizaciones sociales y movimientos progresistas de las regiones latinoamericana y caribeña. En el momento de su fundación, hace 27 años, el único miembro del Foro que estaba en el poder era Cuba. Dos décadas después, varios miembros de la organización alcanzarían el poder en sus respectivos países. Por ejemplo Venezuela, Brasil, Uruguay, El Salvador, Nicaragua, Paraguay, Chile, Bolivia y Perú. Y en otras naciones de la región miembros del Foro han sido partes de alianzas y coaliciones que igualmente han llegado al poder.
Una vez llegados al poder esos gobiernos han sacado de la miseria a decenas de millones de familias por la vía de la generación de empleos y del acceso a salud y educación, medidas fundamentales en la redistribución de la riqueza social.
Por estos hechos innegables es que la derecha continental, subordinada a EU ha intensificado las agresiones económicas, políticas y mediáticas en contra de estos gobiernos antineoliberales, como se ve claramente en los casos de Venezuela, Bolivia, Brasil, Cuba, Paraguay, Argentina y otras naciones. En algunos países, como Argentina, Brasil y Paraguay, tales agresiones han logrado desplazar del poder a esos gobiernos antineoliberales, haciendo retroceder a esas sociedades varias décadas en materia de justicia social, progreso y desarrollo autónomo.
Pero los embates de la derecha continental y de EU no se circunscriben a los gobiernos progresistas de la región. También se dirigen contra las organizaciones multilaterales como la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), nacidas, como esos gobiernos progresistas, de la matriz del Foro de Sao Paulo.
En su vigésima tercera edición en Managua y en el marco del homenaje que se le rindió al comandante Fidel Castro por sus enormes contribuciones al proceso de integración regional, el Foro ha llamado a intensificar los esfuerzos de partidos, organizaciones y movimientos de izquierda y progresistas en pos del fortalecimiento de la CELAC y del ALBA, como genuinas representantes de los intereses de los pueblos latinoamericanos y caribeños.
Igualmente ha convocado a la defensa de los gobiernos democráticos de la región hoy asediados por el imperialismo, ha llamado a redoblar esfuerzos para poner fin al bloqueo contra Cuba y en pro de la normalización de las relaciones entre EU y la isla, y ha exigido poner fin a las acciones desestabilizadoras de Washington contra los gobiernos que han decidido seguir su propio camino sin la indeseada y dañina tutela de EU.
En su reunión de Managua el Foro de Sao Paulo ha convocado a recomponer las fuerzas de izquierda y progresistas de la región latinoamericana y caribeña a fin de preservar y acrecentar los avances logrados, y de ese modo evitar que nuestros países vuelvan a convertirse en el patio trasero de la potencia imperial.
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