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Londres, 7 de julio de 2005: mejor olvidar

Fuentes: Peace Reporter

El quinto aniversario de los atentados que sembraron terror y muerte en la capital británica ha pasado desapercibido. Tal vez haya sido para no encender los reflectores sobre un acontecimiento lleno de sombras. (Traducido por Susana Merino)

Hace cinco años, el 7 de julio Londres era víctima de cuatro atentados en pleno centro: tres bombas explotaron simultáneamente en el metro (en Aldgate, Edgwware y King’s Cross) y otra muy poco después en un autobús (en Tavistock Square). Murieron 52 personas.

El ataque fue inmediatamente atribuido a una célula de terroristas islámicos. Dos meses más tarde reivindicado en un video mensaje pregrabado por Mohamad Sidique Khan presunto jefe y miembro del comando suicida que declaró querer castigar al gobierno de Blair por su participación en la guerra de Irak (muy impopular en ese momento entre los ingleses).

La prensa británica y aún la mundial parecieran haber olvidado los atentados de Londres. No se ha publicado ningún artículo con motivo del quinto aniversario ni tampoco fue recordado en los noticieros de televisión. Hasta el mundo político pareciera haberlo olvidado al punto de que la reina Isabel se encontraba en Nueva York conmemorando a las victimas del 11 de setiembre y no las del 7 de julio.

¿Por qué tanto silencio? ¿Tendrá que ver con la nueva tendencia política británica? O ¿será simplemente el deseo de no encender los reflectores sobre un acontecimiento tan oscuro?

El día 16 de mayo de 2004 un programa de la BBC One (Panorama) transmitió una escenificación de antiterrorismo teórico basada en la hipótesis de una ataque a Londres producido por tres bombas en el metro y una cuarta bomba en la superficie. Entre los ocho miembros del «Consejo de Guerra» que discutían ante las telecámaras el escenario terrorísta se encontraba Peter Power, ex agente de Scotland Yard, director de la empresa de seguridad privada Visor Consultant.

El 7 de julio, pocas horas después de los atentados, el mismo Power declaraba primero ante la Radio BBC y luego ante ITV News hallarse conmocionado y todavía con «los pelos parados» porque precisamente esa mañana a la hora en que explotaban las bombas, su empresa estaba dedicada, por cuenta de otra empresa «cuyo nombre no podía revelar» a un importante ejercicio de antiterrorismo basado en una simulación en que «tres bombas sincronizadas estallaban exactamente en las estaciones de metro donde esa mañana se habían producido las explosiones»

El 10 de julio el diario británico Observer informaba que en la primavera se había llevado a cabo en Londres una simulación antiterrorista similar «en previsión de atentados en el metro y sobre un autobús». El ejercicio, cuyo nombre en código era Atlantic Blue, formaba parte de un operativo más amplio. «TopOff3» llevado a cabo también en Canadá y en los EEUU: su coordinador era Michael Chertoff, director de la sección estadounidense de Homeland Security.

Las investigaciones del gobierno sobre esos atentados ignoraron siempre las dudas sobre la autenticidad de las imágenes del circuito cerrado que involucraba a los terroristas (la empresa privada israelí Verint Systems solo difundió una escena) las incongruencias que se produjeron entre la versión oficial de los hechos (los cuatro habrían llegado a Londres en tren desde Luton, demasiado tarde para poder tomar el metro que explotara), los testimonios de los sobrevivientes que dijeron no haber visto personas con mochila en su vagón, las primeras noticias (aquí y aquí) según las cuales tres de los terroristas habían sido individualizados y muertos luego de los atentados por las fuerzas especiales de la policía en Canary Wharf, en el Este de Londres.

Para no hablar de las noticias publicadas por la prensa internacional en relación a la advertencia que la sede londinense del Mossad, el servicio secreto israelí, había recibido inmediatamente antes de los atentados y que fue inmediatamente remitida a Benjamín Netanyahu que ese día estaba de visita en Londres.

Muchas preguntas que requieren respuesta. Mejor olvidarlo y extender un velo de piedad sobre aquellos 52 (o al vez 56) muertos inocentes.

http://it.peacereporter.net/articolo/22937/Londra%2C+7+luglio+2005%3A+meglio+dimenticare