Traducción Susana Merino
Los últimos datos del Instituto de Estadísticas e Informática haitiano (IHSI) referidos a las tasas de inflación de Haití se hallan referidos a agosto de 2019 y alcanzan el histórico record del 19,5%. Y desde entonces no ha dejado de trepar.
Las últimas estadísticas oficiales han sido tardíamente publicadas, el 10 de octubre. Seis días más tarde el presidente de la República designó un nuevo director general para la institución. La llegada de Wilson Fièvre, anteriormente miembro del gabinete privado del jefe de Estado y exdirector de la Oficina Nacional de Identificación (ONI) ha provocado interrupción de los trabajos, pases a disponibilidad y disfuncionamiento del IHSI.
Los empleados del Instituto han protestado por la denominación del señor Fièvre debido a su implicancia en el expediente «Dermalog». Como si fuera simbólico el presidente Jovenel Moïse lo designó cuatro días antes de que se celebrara el Día Mundial de la Estadística, algo que tampoco se celebra en Haití. Los haitianos no tenemos cultura estadística.
El Banco de la República de Haití (BRH) no ha vuelto a publicar, a partir del 16 de octubre de 2019, datos referidos a las políticas monetarias. Algo que tampoco incomoda a la República.
El censo general de población de Haití más reciente data del 2003, es decir de hace 17 años. Los censos anteriores se realizaron en 1950,1971 y 1982, siempre con intervalos distintos. Desde hace 17 años todas son proyecciones, estimaciones… De acuerdo con los intereses, las emociones… Hasta las estimaciones deben ser tomadas con pinzas, porque se han producido catástrofes naturales (ciclones) y especialmente el sismo del 12 de enero de 2010. Nadie sabe cuántas fueron realmente las víctimas del cataclismo. No hemos logrado identificar a cada víctima del seismo. Además, ¿cómo hacerlo si el Estado no sabe cuántos son los vivos para poder descontar los muertos?
Hace 17 años que el país no tiene datos sociodemográficos actualizados. Se distrae minimizando las estadísticas cuando se trata de poner en marcha políticas públicas. Todo el mundo acepta que al país no le interesa el IHSI, el único organismo encargado de elaborar importantes datos técnicos. Durante más de cuatro meses el jefe de Estado no se ha inmutado. Como todos los demás solo contempla la lenta muerte del IHSI. Hace más de tres meses que estamos asistiendo a la total desaparición de los datos, sin embargo esenciales si se quiere decidir algo con precisión. Las estadísticas son indispensables para la planificación del desarrollo económico. ¿Cómo pueden evaluar las políticas los poderes públicos si carecen de datos fiables y pertinentes?
Antes que dedicarse a manipular los datos las autoridades públicas deberían mejor ponerse a trabajar. Cualquiera que sea la manipulación de los datos no podrá cambiar el nivel de pobreza de la población y menos aún lograr su crecimiento.
Fuente: https://lenouvelliste.com/article/211698/haiti-les-donnees-statistiques-en-mort-clinique
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