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Huelga del sector educativo en Francia en medio del avance sin descanso del virus

Los docentes protestan contra la gestión de la pandemia

Fuentes: Página/12

La crisis sanitaria impactó en las aulas: profesores insuficientes, medidas tomadas a ojo, cambiantes y sin perspectiva, protocolos sanitarios aproximativos, locales inadaptados, falta de material preventivo.

https://www.pagina12.com.ar/

Una jornada particular en Francia: huelga en la educación nacional en protesta por la aproximativa gestión de la pandemia, bloqueo parlamentario en torno a la adopción de un proyecto de ley para transformar el pase sanitario en otro protocolo (pase vacuna) y el ministro de Salud, Olivier Véran, aislado debido a que se contagió con la covid-19. El Ejecutivo francés pasó un jueves tenso en todos los planos, incluso el sanitario con un total de 361.719 contagios en las últimas 24 horas, 24 mil personas internadas y 4.000 en los servicios de reanimación. La progresión del virus acelerada por la variante ómicron llegó esta segunda semana de enero a niveles jamás vistos antes.

Al igual que los hospitales saturados y con personal insuficiente para asumir el reto masivo de la pandemia, la educación nacional es otro de los sectores que se vio acorralado en una situación a menudo extrema. Profesores insuficientes, medidas tomadas a ojo, cambiantes y sin perspectiva, protocolos sanitarios aproximativos, locales inadaptados, falta de material preventivo (máscaras específicas como las FFP2) y, sobre todo, una estrategia gubernamental que consistió en volcar todo el peso de la crisis sanitaria en el cuerpo educativo desembocaron en la huelga de este jueves 13 de enero. Según los sindicatos, el paro fue seguido por 75% del personal y, de acuerdo a las cifras oficiales, la huelga sólo la acató un 38%.

En la calle había la misma bronca contra el presidente Emmanuel Macron y su ministro de Educación Nacional, Jean-Michel Blanquier, más dedicado a instalar una pelea ideológica contra los sectores progresistas de los bachillerados y universidades que a tomar en cuenta la situación crítica de la educación. En las calles, los profesores se referían a la frase que el jefe del Estado francés dijo en el diario Le Parisien la semana pasada cuando expresó su deseo de “joder a los no vacunados”. Una profesora de matemáticas decía a PáginaI12:” hemos parado y venido hoy a joder al presidente”. Jean Michel, un profesor de historia, decía: nos maltratan, a nosotros, a los alumnos y a los padres. Nos han tomado como el juguete pobre del sistema y nos arrojan a las fauces de la pandemia para que nos arreglemos como podamos”. Uno de sus acompañantes denunciaba “la distancia entre los discursos de nuestro ministro y la pobre realidad en la que vivimos: salarios de miseria, no tenemos ni gel, ni purificadores de aire y ni siquiera máscaras FFP2 nos dan. Cada día, cuando regresamos a casa, lavamos la misma máscara de tela para volver a usarla en el curso de mañana. Esto no es la Educación Nacional sino la miseria nacional”.

El certificado de vacunación, trabado

El primer ministro francés, Jean Castex, aceptó recibir a los sindicatos para une ronda de negociaciones con vistas a mejorar las perspectivas. Paralelamente, el gobierno vio nuevamente bloqueada la adopción del proyecto del pase vacuna cuyo principal contenido consiste en que el pase sanitario de antes se transforme en una suerte de certificado de vacunación completo sin el cual no se podrá ingresar a muchos lugares públicos, ni siquiera con un PCR. El gobierno se fijó como objetivo una rápida aprobación del texto para que la ley entrara en vigor el próximo 15 de enero. No será así. La comisión mixta compuesta por senadores y diputados no se puso de acuerdo sobre el texto definitivo y este regresó a la Asamblea Nacional. Una vez cumplido este trámite, el texto volverá al Senado y recién a partir de allí, si hay acuerdo entre las dos cámaras, se podrá contemplar su adopción. Este calendario traba el programa del Ejecutivo que pensaba instaurar la ley desde el 15 de enero próximo. Lo que parecía en un principio simple se está volviendo un dolor de cabeza para el gobierno, tanto más cuanto que toda la conducción de la pandemia reposa sobre la campaña de vacunación y, por consiguiente, en la obligación velada de tornar la vacuna obligatoria. Los enredos parlamentarios proyectan brumas sobre la coherencia y dejan en el camino a las elecciones presidenciales de abril de 2022 tropiezos que atrasan la confirmación de que Macron oficialice su candidatura a la reelección.