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[Perú] Las urgencias para la clase y el pueblo, luego de la crisis que vivimos

Los fundamentalistas del libre mercado (II)

Fuentes: Rebelión

Hasta estos momentos en el Perú, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), no anuncia ninguna acción frente a la crisis que enfrentamos por el COVID-19; salvo algunas acciones como: solicitarle la buena predisposición a la banca a colaborar con el gobierno para suspender la recaudación de deudas usureras hasta por tres meses, o el retiro de los fondos de las AFPs hasta por dos mil soles por los aportantes, mientras que por otra parte algún miembro del Tribunal Constitucional (TC) solicita que los funcionarios que ganan más que el Presidente de la República, por solidaridad, se bajen el sueldo, otros desde el poder legislativo impulsan un acuerdo de Junta de portavoces para que los trabajadores puedan retirar hasta el 25% de sus fondos en el Sistema Privado de Pensiones (SPP) sin sobrepasar 3 Unidades Impositivas Tributarias (UIT) -que equivale S/. 12,900.00 N.S.- en dos partes bajo las condiciones de las AFPs y SBS. Mención aparte, es que desde el ejecutivo se anuncia condescendencia en el cobro de impuestos y tributos, y el subsidio de hasta el 30% de planillas para el empresariado nacional, con lo que se beneficiarán principalmente las grandes empresas y transnacionales del país, porque son estas las que tienen mayor número de trabajadores adscritos. Es decir, en ninguno de los casos se ha presentado al país un planteamiento serio para reactivar la economía, en franca crisis en ciernes, y que responsablemente deban asumir una actitud patriótica la oligarquía encaramada en el poder. Esto es, no solo, la muestra de un desgobierno económico, sino una ineptitud y desvergüenza de la clase dominante y su tipo de gobierno neoliberal.

Lo que viene a continuación es que mediante una actitud rapaz la oligarquía esta protegiendo su capital empujando a la quiebra de la economía nacional, al recibir beneficios tributarios del gobierno y subsidios, lo que indica que claramente la economía se insertará en ese viejo modelo económico de 1960, el Keynesianismo; es decir, ahora se convertirán “más papistas que el papa”; con lo cual, la clase trabajadora tendrá que responder por todos estos gastos que arropa a los “humildes” explotadores del país; trasladarán esos costos de su “arropamiento económico” al pueblo empobrecido y caquéctico, porque definitivamente ese desbalance fiscal, a la que nos empujan, terminara con una deuda ante el FMI o alguna banca internacional de accionariado norteamericano; mientras tanto, esos dineros ingresados al país no acabará en inversión para los más empobrecidos, mediante un ambicioso sistema de compensación económica para el sector informal (La gran mayoría del PEA), ni para incrementar los gastos en salud (camas, equipo médico, medicinas etc.), ni para impulsar la seguridad alimentaria mediante el impulso económico a los pequeños productores que alimentan al país, tampoco para iniciar un ambicioso subsidio de pago de todos los servicios públicos, tampoco se obligará a la banca y a las grandes empresas, principalmente mineras, ponerse al servicio del país ante la emergencia, menos nacionalizarlos, no se impulsará una fuerte inversión bancaria para sostener a las pequeñas y microempresas para que no quiebren. Nada de esto se hará, será un keynesianismo a “lo bestia” que el estado los salve a ellos y el pueblo muera, si es necesario, como en Guayaquil en las calles. ¡Canallas!

El Keynesianismo que aplican finalmente terminará en colocar transfusión sanguínea a un accidentado sin lograr controlar la hemorragia con su subsiguiente deceso, porque la riqueza no la crea el capital (dinero), sino el trabajo, la protección del trabajador, del subempleado, del explotado es, ante esta crisis, necesaria; querrán controlarlo todo, ahora, mediante una base de datos, querrán volver a la etapa oscurantista de gamonales y pongos modernos; pero señores, no se puede obligar a la teoría acomodarse a la realidad, la realidad objetiva siempre finalmente se impone; y esta es clara, el neoliberalismo como modelo ya es caduco, y estamos en estas circunstancias viendo, que ante nuestros ojos, la urgencia del nacimiento de una nueva etapa más justa, más digna y más humana a impulsar. EL socialismo.

#hastalavictoriasiempre

Humberto Morales Ramirez. Excongresista de la República del Perú.