Grecia alcanzó por primera vez desde el inicio de la crisis el peor registro en el índice de desempleo de los 17 países que integran la Eurozona, según el informe publicado ayer por la oficina europea de estadísticas Eurostat. En concreto la tasa llegó al 26,4 por ciento, superando en una décima a la registrada […]
Grecia alcanzó por primera vez desde el inicio de la crisis el peor registro en el índice de desempleo de los 17 países que integran la Eurozona, según el informe publicado ayer por la oficina europea de estadísticas Eurostat.
En concreto la tasa llegó al 26,4 por ciento, superando en una décima a la registrada en España, y contrasta fuertemente con la media de la región que se encuentra tras los datos de febrero en el 12 por ciento.
Pese a la percepción gubernamental de que 2013 pondrá punto final a seis años de recesión diversos analistas auguran un aumento del indicador, lo que pronto podría afectar al 30 por ciento de la población activa.
En declaraciones al canal televisivo Skai, Angelos Tsakanikas, responsable de la Fundación para la Investigación Económica e Industrial (IOBE), aseguró que el actual nivel de desempleo en el país es insostenible, máxime cuando dos de cada tres parados llevan más de un año sin trabajo. A su parecer esta situación aumenta el riesgo de conflictos sociales y políticos, agravados por la continuidad de unas duras medidas de austeridad que lejos de colaborar en la recuperación económica solo están contribuyendo al cierre de empresas.
Así lo atestigua un reciente estudio de la Confederación Helénica de Profesionales, Artesanos y Comerciantes, al documentar el cierre de 75 mil empresas durante el pasado año y prever que otras 55 mil, la mitad de ellas negocios familiares, lo harán en 2013 dejando en la calle a cerca de 200 mil trabajadores.
Mientras tanto, el ministerio de Trabajo puso en marcha un programa de orientación y empleo para 35 mil jóvenes desocupados de entre 18 y 29 años, que pasarán a desempeñar durante cinco meses una tarea laboral en las empresas que lo soliciten, sin contrato ni cobertura social o sanitaria alguna.
A su vez la oposición no ha dudado en denominarlo como de «mano de obra esclava», atendiendo a las bajas retribuciones que percibirán los jóvenes por trabajar en empresas privadas, pero forzados por una tasa de desempleo que afecta al 57,8 por ciento de los menores de 25 años.
El plan no solo es insuficiente habida cuenta de la coyuntura laboral griega, pues durante los últimos meses la recesión económica destruyó cerca de mil puestos de trabajo diarios, sino que además ha recortado a la mitad el número de beneficiarios desde que hace dos meses fuera anunciado por el ejecutivo.