Los conservadores han venido a celebrar su cónclave al corazón de la Inglaterra industrial y los sindicatos han respondido tomando las calles bajo una pancarta unánime: «¡Los recortes no son la cura!». A David Cameron le ha llegado tan sólo el rumor lejano, parapetado con los ‘tories’ en Manchester Central y esperando a que amainara […]
Los conservadores han venido a celebrar su cónclave al corazón de la Inglaterra industrial y los sindicatos han respondido tomando las calles bajo una pancarta unánime: «¡Los recortes no son la cura!». A David Cameron le ha llegado tan sólo el rumor lejano, parapetado con los ‘tories’ en Manchester Central y esperando a que amainara la tormenta otoñal para poder regresar al hotel.
En las calles de Manchester ha quedado sin embargo el eco de la protesta sindical, amenizada con los cánticos anti-Cameron («He’s Got to Go!», «¡Se tiene que ir!») y con la santísima trinidad de las reivindicaciones: «¡Empleos, Crecimiento, Justicia!».
Más de 35.000 sindicalistas y estudiantes se unieron a la protesta, que ha discurrido sin incidentes y bajo un estrecho cerco policial. Al llegar a First Street, hubo una llamada a la «resistencia civil» en boca de Len McCluskey, ‘cabecilla’ de Unite (el mayor sindicato británico), pero la primera demostración de fuerza en las calles de Manchester se ha saldado sin un solo detenido.
Hasta la policía ha alabado el comportamiento de los manifestantes, que no descartan sin embargo acciones más contundentes de aquí al miércoles, cuando clausura la conferencia el mismísimo David Cameron.
Unos 200 manifestantes, adscritos al grupo Occupy, se han descolgado del resto y han decidido acampar esta noche en Albert Square, con la esperanza de transformar aquello en un campamento de ‘indignados’ a lo Wall Street y Puerta del Sol.
‘Nos están chupando la sangre con nuestros impuestos’
El parlamentario laborista Tony Lloyd se ha unido a los manifestantes y ha prometido espolear hasta el último momento la oposición callejera a Cameron: «La gente está enfadada, pero muchos están asustados y no se atreven a salir a la calle. Este Gobierno está recortando miles de millones de los servicios públicos… Y hasta los propios ‘tories’ están ya reclamando un plan B para estimular el crecimiento económico».
Junto a Loyd, en la cabeza de la manifestación, la secretaria del Sindicato Nacional de Profesores Christine Blower se sumaba a una comparsa de estudidantes ‘heridos’ por los recortes, recorriendo las calles de Manchester como zombies con camisetas ‘ensangrentadas’…
«Nos están chupando la sangre con nuestros impuestos», se lamentaba Blower. «Lo que deberían estar haciendo es imponer la tasa de Robin Hood: un impuesto a las transacciones financieras para promover el empleo entre los jóvenes y ayudar a los estudiantes».
Desde Manchester Central, el ‘bunker’ acristalado donde estos días se encerrarán los ‘tories’, el ministro de Finanzas George Osborne -que este lunes será la estrella de la conferencia- se refería con desdén al bullicio que llegaba de fuera: «Tienen todo el derecho a manifestarse, pero así no van a lograr que se mueva la economía».
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/10/02/internacional/1317591943.html