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La policía detuvo a adolescentes

Manifestaciones contra el gobierno de Islandia

Fuentes: Rebelión / Agencias

Unas protestas antigubernamentales en Islandia desembocaron el lunes en disturbios. La policía usó gases lacrimógenos para dispersar a más de 2000  personas congregadas frente al parlamento en la capital, Reykiavik, con cacerolas, tambores y carracas, que pedían la convocatoria de nuevas elecciones. La policía detuvo a unas treinta personas, muchos de ellos adolescentes. Había un […]

Unas protestas antigubernamentales en Islandia desembocaron el lunes en disturbios. La policía usó gases lacrimógenos para dispersar a más de 2000  personas congregadas frente al parlamento en la capital, Reykiavik, con cacerolas, tambores y carracas, que pedían la convocatoria de nuevas elecciones. La policía detuvo a unas treinta personas, muchos de ellos adolescentes. Había un niño de 11 años entre los detenidos. El periodista Helga Vala Helgadottir resumió así sus sentimientos: «Han detenido a unos 15 adolescentes. Y mientras estas personas a las que elegimos hace dos años están dentro ahora debatiendo si debemos permitir la venta de alcohol en las tiendas normales, la nación está fuera hablándoles. Nos tienen que escuchar». Desde hace varias semanas, en Reykiavik se suceden las protestas por la forma en que el gobierno de Islandia enfrenta la crisis financiera. Los manifestantes responsabilizan al Primer Ministro Geir Haaarde por la penosa situación en que se encuentra la economía de Islandia. Dentro del Parlamento, el Left Green Parti reiteró su apoyo a los manifestantes. Varios diputados de este partido se unieron a los manifestantes durante los descansos de la sesión parlamentaria.

La economía de Islandia atraviesa grandes dificultades debido al colapso de sus sistema financiero. Entre tanto, los grandes bancos islandeses han sido nacionalizados y su moneda, la corona, perdió tres cuartas partes de su valor.

Ayer las protestas fuera del Parlamento Althingi de Reykjavik se prolongaron hasta pasada la medianoche a pesar del frío. Los manifestantes se mostraban furiosos porque el gobierno sigue rechazando su petición de convocatoria de nuevas elecciones y la dimisión de los directivos del Banco Central de Islandia y de la Autoridad para la Competencia (FME).