La indígena peruana Máxima Acuña lleva varios años defendiendo su título de propiedad frente a la multinacional estadounidense Newmont Mining Corporation, dueña de la minera Yanacocha, cuyo proyecto de expansión atraviesa el terreno agrícola y ovejero de esta indígena, quien con dignidad y apego a su tierra ha enfrentado las acciones imperialistas de la empresa. […]
La indígena peruana Máxima Acuña lleva varios años defendiendo su título de propiedad frente a la multinacional estadounidense Newmont Mining Corporation, dueña de la minera Yanacocha, cuyo proyecto de expansión atraviesa el terreno agrícola y ovejero de esta indígena, quien con dignidad y apego a su tierra ha enfrentado las acciones imperialistas de la empresa.
Por primera vez en muchos años una problemática latinoamericana ganó el premio de la audiencia en el recién terminado festival de documentales Hot Docs. Se trata de la película «Máxima» sobre la lucha de esta campesina peruana frente a la minera extranjera.
El estreno mundial de este documental, dirigido por la cineasta peruana Claudia Sparrow, se dio en Toronto dentro de la edición 26 del festival Hot Docs, que presentó 234 filmes de 56 países, entre ellos 18 producciones latinoamericanas o con personajes hispanos.
La minera estadounidense explota oro en Perú y cuenta con un terreno de 25 hectáreas. Su expansión ha llegado hasta las cinco hectáreas de Máxima Acuña, donde cultiva papas y cría ovejas para procesar su lana. La empresa no reconoce el título de propiedad de la indígena y ha intentado echarla por todos los medios: robando sus ovejas, quemando el cultivo y golpeando a su familia.
El atropello de la multinacional ha llegado a tal grado que Máxima y su familia tienen que atravesar una valla para entrar a su terreno. Las cortes peruanas han fallado a favor de la indígena, pero el hostigamiento por parte de la minera no ha cesado. «El premio de la Audiencia a este documental demuestra que Máxima no está sola», destacó el festival Hot Docs al anunciar el esperado premio y resaltar esta historia de «persistencia y resistencia femenina ante la injusticia minera».
Al recibir el premio, la directora Sparrow, quien radica desde los 17 años en California, declaró: «La lucha de Máxima está lejos de terminar, pero este reconocimiento nos ayudará a impulsar la película y, con suerte, a generar más conciencia sobre la historia de Máxima. No podríamos estar más agradecidos por todo el amor y el apoyo que hemos recibido en Hot Docs.»
En entrevista para SEMlac, Máxima Acuña explicó cómo ha sido atropellada y hostigada por la minera: «Vengo de una familia humilde, campesina. Me ha costado mucho trabajo tener mi propiedad, pero cuando la empresa intervino mi propiedad me dijo que no me pertenece; yo me he sostenido porque tengo mis documentos de posesión de mi tierra, otorgado por mi comunidad».
Serena, humilde, pero con una mirada fija que muestra su fortaleza, la indígena peruana señaló que sólo quiere defender su propiedad y buscar justicia, «pero a las autoridades de Perú parece que no les importa la vida de un ser humano, actúan como si no pasara nada».
Tras referirse a «la madre tierra» la campesina, que ha recorrido rascacielos de Estados Unidos y ahora Canadá para denunciar el maltrato de la minera Newmont Mining Corporation, exhortó su deseo de que la minera «respete los derechos de todos los campesinos, que aprendan a respetar el derecho de las personas».
Por su parte, la cineasta Claudia Sparrow dijo que se enteró que empresas multinacionales cometían estos abusos en Perú y «casi no se hablaba de ello, mientras las comunidades indígenas sufrían por eso, lo que me impactó mucho y quise contar esta historia porque pareciera que en mi país el abuso es norma».
A Toronto también vino la abogada Mirta Vázquez, quien -según se muestra en el documental -ha acompañado a Máxima en toda su defensa incluso arriesgando la vida de su familia ante amenazas recibidas.
Aclaró que el caso de la minera Yanacocha demuestra que en Perú la ley no se aplica por igual. «Este no es el caso de dos ciudadanos en disputa por un bien sino de una gran empresa transnacional enfrentada a campesinos pobres que están defendiendo lo poco que tienen».
La abogada recalcó que el Estado debiera de asumir un rol protector de los ciudadanos pobres que no tienen cómo enfrentarse a un poder como el de una transnacional, pero el Estado no está cumpliendo con su responsabilidad.
«El objetivo de llevar el caso de Máxima a otras instancias internacionales es hacer notar que en nuestro país no existe justicia. Esto nos obliga a tocar la puerta a estados donde las empresas tienen su sede porque tienen responsabilidad, porque no puede ser que los estados promuevan a sus grandes empresas y que estas cometan abusos en los países pobres», agregó la abogada.
Otras dos cintas latinas que también ganaron premios en el festival Hot Docs fueron: «Call Confession», de Arturo Aguilar (España-México) que ganó el Best International Short Documentary Award. En esta categoría se ganó una mención honorífica el corto del mexicano Everardo González, «Un abrazo de 3 minutos», una producción de Netflix que registra el evento «Abrazos, no muros» que en 2018 permitió el reencuentro fronterizo (México-EUA) de 235 familias que llevaban años de no verse ni tocarse.
El festival Hot Docs es el más grande en su tipo de Norteamérica y el único que cuenta con un cine que sólo proyecta documentales. Su 26 edición marcó una audiencia récord de 228.000 personas durante 11 días de proyecciones.