La primera ministra británica Theresa May se mantiene en su cargo, al salir airosa este miércoles de la moción de censura impulsada por los laboristas tras el rechazo, apenas 24 horas antes, de su acuerdo con la Unión Europea (UE) por el Brexit. Ahora hay que esperar que el lunes presente su plan B, un […]
La primera ministra británica Theresa May se mantiene en su cargo, al salir airosa este miércoles de la moción de censura impulsada por los laboristas tras el rechazo, apenas 24 horas antes, de su acuerdo con la Unión Europea (UE) por el Brexit.
Ahora hay que esperar que el lunes presente su plan B, un Brexit reformulado y edulcorado, que ya tenía en carpeta en caso de que naufragara el acuerdo original logrado con la UE, para la salida británica del bloque.
La Cámara de los Comunes respaldó a la primera ministra por 325 votos contra 306. Los conservadors, disciplinadamente, votaron en bloque en favor de May, un día después que 118 parlamentarios tories lo hicieran en contra del acuerdo de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. Para los conservadores significaría perder el poder.
La moción de censura no contó con el apoyo del Partido Demócrata Unionista, socio de May en el gobierno, que un día antes había votado en contra del acuerdo. Con este resultado May sigue al frente del gobierno y evitó una elección general anticipada.
El acuerdo del Brexit, la separación de Gran Bretaña de la Unión Europea, sufrió un duro revés el martes luego de que los planes de la primera ministra británica, Theresa May, enfrentaron la peor derrota de la historia en la Cámara de los Comunes y el líder opositor, Jeremy Corbyn, lanzó una iniciativa para derrocar al gobierno. Hubo 432 votos en contra y sólo 202 en favor, en la derrota con el mayor margen desde la sufrida por el laborista Ramsey McDonald en 1924, hace casi un siglo.
Corbyn afirmó que cualquier primer ministro anterior habría renunciado a raíz de una derrota tan dañina en el asunto más importante que enfrenta el país, y sobre el cual May ha estado negociando durante todo su gobierno. Ahora el líder laborista enfrentará intensa presión de los parlamentarios de su partido que quieren permanecer en la UE, que hacen campaña por una segunda votación pública sobre el Brexit.
Ante la cercanía del 29 de marzo, la fecha de inicio del divorcio debería ser aplazada en caso de renegociación, pero también si hay elecciones legislativas anticipadas o un segundo referendo y para ello se requiere una extensión del artículo 50 del Tratado de la UE, que rige las modalidades de salida de un país miembro, que debería ser aprobada por unanimidad del bloque.
El acuerdo sigue en agonía, mientras May busca un pulmotor que lo salve el acuerdo de un divorcio incierto y caótico, con cambios que posibiliten un Brexit más suave que el logrado por los británicos tras 19 meses de negociaciones en Bruselas.
Desesperada, May sostendrá hasta el domingo reuniones interpartidistas con los diputados para determinar qué camino tomar antes de volver a Bruselas, una senda que permita al Reino Unido salir de la UE de manera ordenada, dejando al país con el control de su dinero, sus fronteras y sus leyes. Y con una política independiente de comercio. Ya, algunas de las posturas inamovibles planteadas por Theresa May, ahora son flexibles.
Justine Greening, ex secretaria de Educación, dijo que el acuerdo de May ya está muerto e insistió en que la única manera de avanzar es seguir con el Referendo de Última Palabra. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, también insinuó que Gran Bretaña no debe celebrar una segunda consulta, al tiempo que el comisionado de la UE, Jean Claude Juncker, dijo que Gran Bretaña tiene que definir sus intenciones y advirtió que el tiempo se está acabando.
Mucha de la oposición que enfrentó May fue debido al polémico Irish backstop, que entrará en vigor si no hay acuerdo en las futuras relaciones comerciales con la Unión Europea para diciembre de 2020, en cuyo caso Reino Unido puede encontrarse dentro de una unión aduanal indefinida hasta que se decida un nuevo pacto.
Escenarios posibles
Estos son los posibles derroteros que puede tomar el proceso que debe culminar el 29 de marzo con la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE):
-Una opción es un Brexit sin acuerdo, un escenario muy temido por los medios económicos británicos, que pronostican que disparará el desempleo y la inflación, se desplomará la libra, el precio de la vivienda y se reducirá en 10 por ciento el producto interno bruto. Este escenario podría causar escasez de medicamentos, atascos en los puertos e impedir volar a las aerolíneas británicas, señalan los analistas londinenses.
May presentará el lunes un plan B al Parlamento que puede suponer la negociación de un acuerdo con la UE similar al que tiene Noruega, con acceso al mercado único pero sin ser miembro de la unión aduanera. Sin embargo, los dirigentes de la UE sostienen que el pacto actual no puede ser modificado, mientras los británicos confían que las opiniones cambien cuando se reúna el nuevo Parlamento Europeo surgido de las elecciones de mayo.
-Otra opción es la de anular el Brexit: La justicia europea dejó claro que hasta que no se haga efectiva su salida, Londres puede, si lo desea, parar el Brexit de forma unilateral sin necesidad de la aprobación de los 27 miembros.
Ahora, los diputados británicos pueden presentar enmiendas al plan B del gobierno, como la organización de un segundo referendo, que los diputados proeuropeos quieren que incluya la posibilidad de permanecer en la Unión Europea. El Partido Laborista afirmó que apoyaría esta opción, al no lograr las elecciones legislativas anticipadas.
Mirko C. Trudeau, Economista-jefe del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)