Aunque aún no ha terminado el escrutinio, todos los candidatos ya han reconocido la victoria del veterano dirigente del Partido Laborista Michael D. Higgins en las elecciones presidenciales celebradas ayer en la República de Irlanda. Michael D., que fue ministro de Cultura en 1993-97, va a ser, a sus 70 años, el noveno Presidente de […]
Aunque aún no ha terminado el escrutinio, todos los candidatos ya han reconocido la victoria del veterano dirigente del Partido Laborista Michael D. Higgins en las elecciones presidenciales celebradas ayer en la República de Irlanda. Michael D., que fue ministro de Cultura en 1993-97, va a ser, a sus 70 años, el noveno Presidente de Irlanda.
Acabado el primer recuento en 28 de las 43 circunscripciones electorales (harán falta varios por el complejo sistema de voto personal transferible que se aplica), el laborista Michael D. Higgins obtiene el 41,4%, por delante del empresario independiente (considerado ‘tapado’ del Fianna Fáil) Seán Gallagher (26,3%) y del dirigente del Sinn Féin Martin McGuinness (13,3%). Muy por detrás van el senador David Norris (7,2%), el candidato del gubernamental Fine Gael Gay Mitchell (6,3%), la independiente Mary Davis (2,7%) y la cantante Dana Rosemary Scallon (2,7%).
La victoria de Higgins, esperada cuando empezó la campaña, puede considerarse una sorpresa pues la última encuesta publicada anunciaba el triunfo de Gallagher (40% frente a 25%). Sin embargo, el debate del pasado lunes en el programa Frontlineen la televisión pública RTÉ habría provocado un vuelco electoral. En directo McGuinness acusó a Gallagher de actuar como intermediario en al menos una donación al Fianna Fáil, el hegemónico partido irlandés desbancado en febrero. Pero el empresario ex dirigente del FF no supo responder con claridad y franqueza. Obviamente Higgins ha sido el gran beneficiado.
McGuinness, comparado con el héroe legendario CúChulainn
Como conclusión, la campaña ha sido una auténtica carrera de obstáculos, de la que ha resultado finalmente vencedor el único candidato que no se ha visto salpicado por escándalos o acusaciones diversas: el pasado de McGuinness en el IRA, los ingresos públicos recibidos por los independientes Gallagher y Davis, el tráfico de influencias de Norris en favor de sus novios…
Por otra parte, la vicepresidenta del Sinn Féin Mary Lou McDonald se ha mostrado «muy contenta» con el resultado de Martin McGuinness que ha logrado incrementar el voto republicano (en comparación con el 9,9% en las legislativas de febrero): «Para el Sinn Féin se trata de un hito electoral. Hubo un tiempo, y no hace mucho, que los republicanos se consideraban una voz marginal en la política del sur y hemos cambiado eso».
McGuinness habría logrado poner de relieve algunas cuestiones cruciales, tales como las dificultades financieras o la necesidad de que los votantes de Irlanda del Norte puedan tener derecho al voto en las elecciones presidenciales, un asunto que podría abordarse en la convención constitucional que se convocará el próximo año.