Sigue siendo sumamente preocupante el número de personas que pierden la vida intentando cruzar el mar Mediterráneo rumbo a Europa. Este año ya se ahogaron unas 160, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) urge a los países a ampliar la cuota de refugiados y solicitantes de asilo que reciben. […]
Sigue siendo sumamente preocupante el número de personas que pierden la vida intentando cruzar el mar Mediterráneo rumbo a Europa. Este año ya se ahogaron unas 160, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) urge a los países a ampliar la cuota de refugiados y solicitantes de asilo que reciben.
El flujo de refugiados y otros migrantes disminuye, pero todavía hay muchas personas que se embarcan en travesías peligrosas rumbo a Europa.
«Abogamos por un enfoque integral para hacer frente a los movimientos de migrantes y refugiados que se embarcan en travesías peligrosas por el desierto del Sahara y el mar Mediterráneo», subrayó el portavoz de Acnur, William Spindler.
El lunes 8, la guardia costera rescató a 60 sobrevivientes y recuperó ocho cuerpos. Pero se teme que unas 50 personas, entre ellas 15 mujeres y seis niños, se hayan ahogado. Y el miércoles 10, una balsa inflable con 100 personas se hundió frente a las costas de Libia, el país de donde salen más personas en busca de mayor seguridad.
Unos 227.000 refugiados necesitan reubicarse en 15 países prioritarios para el asilo y el tránsito en la ruta del Mediterráneo, según las últimas estimaciones.
Acnur solicitó 40.000 plazas para reasentar refugiados y solicitantes de asilo, pero hasta ahora solo se han concedido 13.000.
«La mayoría de ellas pertenecen a programas globales de reasentamiento y solo unos pocos representan plazas adicionales», precisó Spindler.
Tras conocerse las noticias de migrantes subastados y vivir en condiciones espantosas en centros de detención, tanto Acnur como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ayudaron a evacuar de Libia a unas 100 personas y reubicarlas en Níger.
Sin embargo, la Unión Europea (UE) mantiene su política de asistir a la Guardia Costera libia para interceptar y devolver migrantes encontrados en el mar Mediterráneo.
«El sufrimiento de los migrantes detenidos en Libia es un escándalo en la conciencia de la humanidad. Lo que ya era una situación grave se volvió catastrófica», denunció el alto comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al-Hussein. «La política de la UE es inhumana», subrayó.
«No podemos ser testigos silenciosos de la esclavitud moderna, la violación y otro tipo de violencia sexual y de ejecuciones ilegales con el argumento de gestionar la migración y evitar que personas desesperadas y traumatizadas lleguen a las costas de Europa», añadió.
Zeid Ra’ad al-Hussein también llamó a despenalizar la migración irregular para proteger los derechos humanos de las personas vulnerables.
Funcionarios de derechos humanos también criticaron el acuerdo entre la UE y Turquía para devolver a este país a las personas que ingresaron a Europa a través de las islas griegas. Muchos concluyeron que los solicitantes de asilo tampoco están mucho más seguros en territorio turco, pues Ankara tampoco concede el estatus de asilado o de refugiado a ciudadanos que no sean europeos.
Acnur pidió redoblar esfuerzos para fortalecer la capacidad de protección y los medios para ganarse la vida en los países que primero reciben solicitantes de asilo, para ofrecer alternativas más regulares y seguras a fin de dar seguridad a los refugiados mediante planes de reasentamiento o de reunificación familiar.
Además reclamó que se atiendan las causas de raíz de los actuales desplazamientos masivos de personas en situación de gran vulnerabilidad.
Traducido por Verónica Firme.
Fuente original: http://www.ipsnoticias.net/2018/01/miles-personas-siguen-dejando-la-vida-mar-rumbo-europa/