Miles de personas se congregaron hoy en la comuna francesa de Notre-Dame-des-Landes para protestar contra el proyecto de construir allí un nuevo aeropuerto, declarado de interés nacional por el gobierno, pero rechazado por los pobladores locales. Los manifestantes ocuparán simbólicamente los terrenos destinados a la terminal aérea y levantarán de nuevo las barracas destruidas recientemente […]
Miles de personas se congregaron hoy en la comuna francesa de Notre-Dame-des-Landes para protestar contra el proyecto de construir allí un nuevo aeropuerto, declarado de interés nacional por el gobierno, pero rechazado por los pobladores locales. Los manifestantes ocuparán simbólicamente los terrenos destinados a la terminal aérea y levantarán de nuevo las barracas destruidas recientemente por las fuerzas policíacas cuando desalojaron a un grupo de ecologistas.
Durante la jornada está anunciada la visita al sitio del copresidente del Partido de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon; la ex candidata presidencial de Europa Ecología Los Verdes, Eva Joly; así como el portavoz del Nuevo Partido Anticapitalista, Olivier Besancenot.
La fachada de la alcaldía fue cubierta con una manta en la cual se lee «Vini, Vide, pas Vinci» (vine, vi, no vencí), en referencia al nombre de la corporación industrial Vinci, ganadora de la concesión para construir y explotar la instalación durante 55 años.
El plan es objeto de una vieja disputa desde su presentación en 2000 por el entonces alcalde de Nantes, Jean-Marc Ayrault, actual primer ministro francés.
Según las autoridades el objetivo es sustituir la terminal aérea de Nantes-Atlantique, que está a punto de alcanzar su nivel máximo de saturación, así como propiciar el desarrollo económico y turístico de la región oeste del país.
Los habitantes locales se niegan a entregar sus terrenos, que fueron declarados confiscables, y aseguran que la contaminación ambiental causada por un gran aeropuerto tendrá un impacto negativo en la agricultura de la zona.
Organizaciones ambientalistas rechazan la construcción porque se trata de un área muy irrigada y húmeda donde habitan numerosas especies protegidas, que estarían en riesgo por la acelerada urbanización.
Varios opositores advierten, asimismo, sobre el elevado costo del proyecto, de entre 120 mil y 130 mil millones de euros en plena crisis económica.
También denuncian que detrás del plan están algunos intereses sobre extensas cantidades de terrenos aledaños al aeropuerto de Nantes-Atlantique, próximos a la ciudad, donde ahora está prohibido construir, pero cuyo precio subiría de manera extraordinaria al quedar liberados.
mgt/ami
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=718031&Itemid=1