Más modesta de lo esperado, pero imponente la manifestación contra el primer ministro Putin y a favor de unas «elecciones limpias»; más grande la organizada por el poder, pero a mucha gente la obligaron a tomar parte. (Traducido por Gorka Larrabeiti)
Pese al frío horroroso (casi veinte grados bajo cero), miles y miles de personas salieron a la calle para participar en las manifestaciones políticas previstas ayer: la de los grupos de oposición contra Putin en la plaza Bolotnaya y la de los seguidores del primer ministro en Poklonnaya Gora, un lugar apartado en el suroeste de la periferia. Las únicas cifras las ofreció la policía: 33.000 manifestantes en la plaza Bolotnaya; el triple en la manifestación a favor de Putin. Las valoraciones sumarias de algunos periodistas parecen confirmar básicamente la diferencia de tamaño entre ambas manifestaciones.
Si al final estos datos resultasen ser ciertos, para los organizadores de la manifestación de protesta se trataría en todo caso de un gran éxito debido a las durísimas condiciones climáticas y el cansancio de los ciudadanos tras un mes de movilizaciones, con una sensación de ineluctabilidad que acompaña el camino hacia la presidencia de Vladimir Putin. Es cierto, en efecto, que los miles y miles que participaron en la reunión a favor del premier fueron en buena parte «empujados» a hacerlo por las organizaciones en las que trabajan. De todos modos, el que desafiaran al frío vale también en su caso. Los números son imponentes y confirman lo que recogían los sondeos de opinión; a saber: que a pesar de los pesares todavía una parte muy consistente de los rusos, mayoritaria sin duda, apoya en cualquier caso al primer ministro.
Fuente: http://www.ilmanifesto.it/attualita/notizie/mricN/6414/