El primer ministro de Italia, Mario Monti, presentó el viernes la renuncia a su cargo ante el presidente Giorgio Napolitano, después de que el Parlamento aprobara el presupuesto 2013, preparando el camino para que se produzcan elecciones nacionales en febrero. Se espera que Napolitano disuelva el Parlamento en los próximos días y ya ha indicado […]
El primer ministro de Italia, Mario Monti, presentó el viernes la renuncia a su cargo ante el presidente Giorgio Napolitano, después de que el Parlamento aprobara el presupuesto 2013, preparando el camino para que se produzcan elecciones nacionales en febrero.
Se espera que Napolitano disuelva el Parlamento en los próximos días y ya ha indicado que las elecciones podrían realizarse el 24 de febrero.
El presidente comenzará el sábado las consultas con los líderes políticos para discutir los próximos pasos, destacó el comunicado, y mientras tanto Monti se mantendrá en el cargo de forma interina.
Monti entregó la renuncia durante una breve reunión en el palacio presidencial, poco después de que el Parlamento aprobara su presupuesto para el próximo año.
El ex comisario europeo, nombrado hace un año para liderar un gobierno no elegido en las urnas para salvar a Italia de la crisis financiera, ha guardado secreto sobre sus planes políticos, pero enfrenta a una creciente presión para que aspire a un segundo mandato.
Líderes europeos como la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, han pedido que su agenda de reformas económicas siga adelante, pero los dos principales partidos italianos han dicho que debe quedarse al margen.
Los italianos comunes, cansados de reiteradas alzas de impuestos y recortes de gastos, son también escépticos y los sondeos de opinión muestran pocos indicios de que los votantes estén dispuestos a dar un segundo mandato a Monti. Una encuesta publicada esta semana mostró que el 61 por ciento cree que no debe presentarse a las elecciones.
Tanto si se presenta como si no, su legado se cernirá sobre unas elecciones que se disputarán tras las dolorosas medidas que ha introducido para intentar controlar la enorme deuda pública italiana y reavivar su estancada economía.
La Cámara baja dio su aprobación final al presupuesto el viernes, cerrando la última tarea antes de que Napolitano disuelva el Parlamento y envíe a los italianos a las urnas.
LA SOMBRA DE BERLUSCONI
La esperada salida de Monti llega después de que su Gobierno tecnócrata perdiera este mes el apoyo del partido Pueblo de la Libertad, fundado por Silvio Berlusconi.
Monti tiene previsto celebrar una rueda de prensa el domingo, en la que podría dar a conocer sus planes.
Entre las opciones se barajan recomendaciones políticas, el apoyo a una alianza centrista comprometida con su plan de reformas o incluso que él mismo se presente como candidato.
El Partido Democrático (PD) de centroizquierda tiene una sólida ventaja en los sondeos desde hace meses, pero una alianza centrista liderada por Monti podría conseguir suficiente apoyo en el Senado para forzarlo a buscar un acuerdo de coalición, lo que ayudaría a dar forma a la agenda económica.
El regreso de Berlusconi a la primera línea política ha añadido incertidumbre y aumentado las probabilidades de una campaña electoral agria y complicada.
El multimillonario ha oscilado entre atacar la austeridad «germano-céntrica» del Gobierno y prometer que se quedaría al margen si Monti accede a dirigir al centroderecha, pero ahora parece haberse quedado en una postura crítica frente al ex comisario europeo.
Ha prometido rebajar impuestos y revocar un polémico gravamen sobre la vivienda impuesto por Monti. También ha adoptado una postura muy antialemana que en ocasiones recordaba al tono del populista Movimiento Cinco Estrellas del cómico Beppe Grillo.
Fuente: http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/226d4c649acb22a919d3d8c53d8fcf7b