De la mano de Entrepobles País Valencià y Perifèries entrevistamos a la profesora universitaria y periodista peruana Rocío Silva Santiesteban. Como defensora medioambiental nos habla de las agresiones de los proyectos extractivistas en su país desde una crítica feminista. El oro del Perú En la Rinconada, una ciudad minera situada en los Andes a 5 […]
De la mano de Entrepobles País Valencià y Perifèries entrevistamos a la profesora universitaria y periodista peruana Rocío Silva Santiesteban. Como defensora medioambiental nos habla de las agresiones de los proyectos extractivistas en su país desde una crítica feminista.
El oro del Perú
En la Rinconada, una ciudad minera situada en los Andes a 5 mil metros sobre el nivel del mar, viven alrededor de 50 mil personas. La actividad de la población gira en torno a la mina. La llaman el infierno helado. Allí no llega el agua, no hay alcantarillado. Si llega sin parar la cerveza. Proliferan las agresiones sexuales y los feminicidios, hay prostitución y trata de personas. Las mujeres no pueden trabajar en la mina, tienen prohibido entrar en el interior de la tierra, sólo los hombres entran porque sino la montaña se pone celosa y no deja descubrir sus tesoros, su oro, sus preciados metales.
La Rinconada es un ejemplo de cómo los proyectos extractivos transforman los pueblos a los que llegan sus proyectos, imponiendo un determinado modo de vida. «Perú es un país minero, así nos lo dicen desde pequeñitas en la escuela. Se lleva extrayendo oro desde hace siglos. Antiguamente la minería se realizaba con socavones en la montaña por los que se adentraban los mineros en busca del oro. Hoy los mineros no son tan necesarios, la tecnología con sus máquinas ha sustituido gran parte de la mano de obra. A cambio la extracción es más destructiva. Ahora los cerros se dinamitan desde la cima. Un cerro de mil metros queda reducido a un enorme hueco en unos seis años. En esta actividad se remueven unas 34 toneladas de tierra al día, con suerte se consigue un centímetro de oro por tonelada.»
Es importante advertir que lo que llamamos extractivismo es la acción de extraer grandes volúmenes de material para ser exportados. «Decimos que entre las paradojas del sistema capitalista en el que vivimos, el oro va de gruta en gruta, pasa de las entrañas de la montaña a las cámaras subterráneas de los bancos europeos en forma de lingotes. Los recursos nunca se quedan en el país de origen, no son para consumo interno, los proyectos extractivos están dirigidos a la exportación de recursos al norte global.»
El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro. Esta es la repetida metáfora con la que se pretende concienciar a la población peruana de que la posibilidad de acabar con la pobreza y subirse al tren del desarrollo, pasa por extraer su oro. «Ante este planteamiento, nosotras nos plantamos, declarando que la riqueza de nuestro país no está en el oro, sino en su biodiversidad. Desde los movimientos sociales y también desde la academia, trabajamos para contraponer a la visión de territorio del modelo extractivo que lo concibe como fuente de beneficio económico, un modelo basado en la cosmovisión indígena ligada a tierra, que es una con nosotros y a la que hay que cuidar porque esto implica cuidarnos a nosotros mismos.» Esta es una lucha que tiene sus dificultades.
Ustedes son perros
Cuando Pizarro se encontró con Atahualpa en Cajamarca fue espoleado por el padre Valverde para que no tuviera contemplación con los incas: «A por esos perros capitán». Atahualpa, el último soberano inca, fue capturado y ejecutado después. Otros 5 mil incas fueron asesinados el día de su captura. El 4 de julio de 2012, en el mismo lugar, Cajamarca, una mujer, ante la represión que estaban sufriendo los manifestantes indígenas a manos de la policía, preguntó desesperada a uno de ellos: «¿Por qué nos tratan así?» El policía respondió: «Porque ustedes son perros».
«Vemos como la cosa no ha cambiado tanto como pueda parecer en estos 500 años, sigue habiendo expolio de recursos en nuestra tierra y represión y racismo contra quienes la defienden.» En este sentido los medios de comunicación resultan una herramienta fundamental para los proyectos extractivos. Proliferan los discursos sobre las ventajas de la minería al mismo tiempo que criminalizan y menosprecian a quienes se oponen a lo que ellos llaman progreso. «La manipulación que se hace de los medios de comunicación favorece la persecución de los defensores de derechos humanos. La manipulación mediática es un síntoma de corrupción, como igualmente lo es que la policía estatal defienda a las empresas privadas. Una protección que obtienen con acuerdos secretos con el gobierno por medio de contratos que son claramente inconstitucionales.» Recientemente se han aprobado leyes que rebajan los estándares de exigencia medioambiental y de consulta previa, un hecho claramente vinculado a los intereses de las grandes empresas. «Esto supone una flexibilización para la inversión extranjera, que en muchos casos proviene de fondos de capital español.»
Estos y otros muchos ejemplos sirven para ilustrar la actual crisis de corrupción que vive el Perú donde todos los presidentes que ha tenido el país desde 1985 están implicados, procesados, encarcelados o perseguidos por casos de corrupción. «La corrupción es inherente al capitalismo, es una forma ilegítima de enriquecerse a costa del bienestar de la mayoría. Hay quienes se benefician de que se vulneren derechos humanos, por tanto la ecuación es simple, a mayor corrupción mayor violación de los derechos humanos.»
No obstante Rocío piensa que la actual crisis que vive Perú desatada por la corrupción política, puede ser positiva. «El que estos procesos salgan a la luz y se juzguen, quiere decir que hay una generación de fiscales jóvenes que está trabajando para que haya justicia en el país y que haya gente en nuestro que comience a cambiar su mentalidad.» Remarca además la importancia de que entre las alianzas entre procesos de resistencia en uno y otro lado del Atlántico se debe denunciar y perseguir la corrupción política. «Los corruptos de uno y otro lado están relacionados, denunciarlos aquí puede ayudar a perseguir la corrupción en mi país y en toda Latinoamérica.»
El gnomo de las setas
Desde la academia y en toda Latinoamérica se está realizando una importante producción teórica dirigida a cambiar el paradigma del modelo minero extractivo, un modelo que Rocío llama androeurocentrado. «La intención es sustituirlo por un modelo biocéntrico basado en las propuestas de los movimientos sociales, en la cosmovisión indígena y en el feminismo.» Es importante remarcar el papel de las mujeres indígenas en estos aportes que la academia está recogiendo. «Para ellas el territorio no es una propiedad, mantienen una relación afectiva con el medio que no pasa por la pertenencia. No se concibe al entorno como un recurso del que extraer beneficios, la relación es otra, basada en el dar, recibir y devolver a la tierra. Las mujeres se autodefinen como parte del territorio, su identidad es en relación con el agua, la tierra, los bosques; ellas son con el territorio. Así afirman que su cuerpo es su territorio por tanto si se les agrede, se está agrediendo al territorio y viceversa.»
Durante la intervención de Rocío en la Universidad Politécnica de València, una de las compañeras de Perifèries, Paula, reflexiona sobre cómo podemos desde aquí asumir este tipo de concepciones tan distintas. «Aunque podamos entender de alguna manera este tipo de planteamientos, ¿somos capaces de sentir, de conectar realmente con la idea de que la naturaleza tiene derechos? Si no hacemos ese cambio en nosotras mismas seguiremos siendo responsables de los conflictos territoriales tanto aquí como allá, porque el conflicto, debido a nuestra educación y nuestro modelo de vida, está también dentro de nosotras. Debemos aprender a reconectar con la naturaleza.»
Ante esta cuestión Rocío cuenta un ejemplo de conexión con la naturaleza, a partir del relato que un amigo suyo le hace sobre su afición a la búsqueda de setas en los bosques de Teruel. «Sucede que al principio no es fácil encontrar las setas. Uno pasa un buen rato buscando donde se encuentran, fijando su mirada en el suelo, observando al bosque con otra mirada más sutil, menos superficial. Después de un tiempo inmersos en la búsqueda, algo sucede, algo cambia y empezamos a encontrar las setas. Es el gnomo del bosque que nos da su conformidad; está bien ahora ya puedes encontrarlas.»
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