No pasa semana en Nicaragua sin buenas noticias: La inauguración de un hospital, la construcción de una carretera, un nuevo derecho restituido a las mujeres, los pueblos indígenas o a los niños, etcétera. Realmente, son tiempos de esperanza. Pasito a pasito, este país va empezando a salir del agujero negro en el que lo sumieron […]
No pasa semana en Nicaragua sin buenas noticias: La inauguración de un hospital, la construcción de una carretera, un nuevo derecho restituido a las mujeres, los pueblos indígenas o a los niños, etcétera. Realmente, son tiempos de esperanza. Pasito a pasito, este país va empezando a salir del agujero negro en el que lo sumieron los liberales de 1990 a esta parte.
Las noticias de los últimos días revisten especial importancia porque confirman en términos generales la sustancia de esa constante brisa (en nicaragüense, llovizna) de logros con la que desde hace 3 años y medio el gobierno sandinista nos viene regando.
Las dos noticias confirman lo que vimos el 19 de julio: una Plaza de la Fe desbordada por más de 500.000 almas celebrando el XXXI aniversario de la Revolución Popular Sandinista.
La primera tiene que ver con dos encuestas de opinión de los diarios de la derecha publicadas hace un par de días. La primera encuesta la realizó El Nuevo Diario con el fin de echar tierra al liberal Arnoldo Alemán, que no es del gusto de la embajada yanqui en Managua. La segunda encuesta, hecha por La Prensa, apunta a levantar la figura de un candidato de derecha alternativo a Alemán y a Eduardo Montealegre -el empresario radial y ex director de la Contra Fabio Gadea Mantilla.
Las dos encuestas son de fabricación dudosa (una de ellas, la de La Prensa, se basa en entrevistas -la mayoría telefónicas- a habitantes urbanos del país y de clara intencionalidad antisandinista. Sin embargo, y como no se puede tapar el sol con un dedo, ambas reconocen que el FSLN ganaría si se hiciesen elecciones hoy en día.
Según La Prensa, con 36,4 por ciento seguido por Gadea con 29,8% y un «voto oculto» de un 27%. Según El Nuevo Diaro, un 39,4 por ciento votaría por Daniel Ortega, muy por delante de su favorito Eduardo Montealegre con lo que el actual mandatario ganaría en primera vuelta. Hay que apuntar que el apoyo real al actual gobierno es bastante mayor.
La segunda noticia vino ayer de la mano de dos estudios realizados con diferentes metodologías, ambos llevados a cabo con asistencia técnica del Banco Mundial, que muestran una significativa disminución de la pobreza entre 2005 y 2009, es decir, los dos últimos años de la administración Bolaños y los tres primeros de la actual administración sandinista.
Según el primer estudio, de la Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (FIDEG) y financiado por la Cooperación Suiza y el gobierno de Holanda, la pobreza y la pobreza extrema bajaron respectivamente en 15,4 y 7,5 puntos porcentuales en el período.
Las cifras del segundo estudio, realizado por el Instituto Nacional de Información para el Desarrollo (INIDE), son de 5,8 y 2,6% respectivamente.
Durante el período 2001-2005 la pobreza había aumentado en el país pasando de 45.8% en 2001 a 48.3% en 2005, mientras que la pobreza extrema subió del 15,1% al 17,2% en el mismo período.
Ambos estudios destacan la reducción de la pobreza tanto en la zona rural como en la urbana. Según el INIDE, la pobreza rural se redujo en 6,9 puntos respecto a 2005 y la urbana en 4,1. Según FIDEG, las reducciones son de 16,3 puntos porcentuales en el campo y 11,3 puntos en las ciudades.
Según FIDEG, la pobreza extrema en el campo, generalmente considerada la más difícil de reducir, pasó de 30,5% en 2005 a 18,2% en el año 2009, para una reducción de 12,3 puntos porcentuales.
Algunos factores tras esta espectacular reducción, según los estudios:
– Según INIDE, el consumo per cápita real anual aumentó en 12% entre 2005 y 2009. Además ha aumentado el nivel de consumo de calorías en la población, de 2.241 a 2.268 kilocalorías en el período.
– Según FIDE, en 2005 el 35,2% de los hogares tenía necesidades básicas insatisfechas y en 2009 el porcentaje bajó a 24,3%, casi 11 puntos porcentuales. La falta de acceso a la educación bajó de 18,3% a 7,9%, es decir, un descenso del 10,4% en el período.
Los estudios publicados abarcan los dos últimos años del gobierno liberal de Enrique Bolaños y los primeros tres del gobierno sandinista, pero que nadie se llame a engaño, porque durante la «era Bolaños» nada funcionaba en Nicaragua.
Entre 2007 y junio de 2010 Nicaragua ha invertido 3.440 millones de dólares en el combate a la pobreza y la superación del hambre, un 50% más del monto invertido durante el período 2003-2006.
Hoy se invierte tres veces más para capitalizar a micro, pequeños y medianos productores, gracias a programas como Hambre Cero, Usura Cero y el Programa Agroalimentario de Semillas. Se construyen y reparan más viviendas, se hacen más pozos de agua, se invierte más en alcantarillado.
El salario mínimo ha pasado de los 77 dólares en 2006 a 132,8 en 2010. La remuneración por alimentación para los trabajadores y las trabajadoras del campo pasó de 12 córdobas por día a 25 córdobas.
Las pensiones mínimas, que siguen el mismo nivel del salario mínimo, han tenido un aumento del 100% desde 2006 a la fecha.
El año 2009 Nicaragua atravesó una de sus peores crisis económicas con un descenso del PIB de 1,5 por ciento como consecuencia de la crisis mundial.
Sin embargo, las exportaciones ese año fueron de 2.386,8 millones de dólares comparadas a 2.033,9 millones en 2006 -el último año de Bolaños. Para este año el gobierno espera un crecimiento positivo de entre 2,6 y 3,1 por ciento, mientras que la CEPAL pronostica un crecimiento del 2 por ciento. Ya en los primeros 6 meses de 2010 las exportaciones habían superado en un 35% las del mismo período en el fatídico 2009.
En 2006, el Estado obtenía ingresos por unos 21.205,8 millones de córdobas. En 2009, año de crisis, los ingresos del gobierno sandinista eran de unos 26.938,7 millones.
A pesar de la invalorable ayuda del ALBA, en 2006, 17,41 por ciento de los ingresos del Estado provenían de donaciones externas, mientras que el porcentaje de ese rubro en 2009 era de 11,43%. Un menor porcentaje de los ingresos del Estado en la actualidad depende de la ayuda exterior.
Al mismo tiempo, el componente de impuestos del ingreso del Estado pasó de 76,69% en el último año de Bolaños a 82,32% en 2009 y se espera que aumente mucho más este año. Nicaragua recauda más y más eficientemente. Además, por primera vez en 20 años, empieza a aumentar la progresividad de los impuestos en lugar de hacerlos más regresivos.
En 2006, 15% del presupuesto del Estado se dedicaba a gastos de administración. En 2009, se gastaba 10,75%. Esa reducción se logró sin despedir trabajadores del sector público -más bien se han aumentando los salarios-, sino eliminando la infame corrupción que campeaba en el Estado. En el sector público nadie, o casi nadie, gana un salario mínimo.
En 2006, 18,91% del presupuesto se destinaba al pago de los intereses y el principal de la deuda pública; en 2009, 15,58%.
Poco a poco, y con un margen de acción aparentemente muy restringido (tiene un gobierno de minoría y una oposición sumamente agresiva que boicotea todas sus iniciativas), el Frente Sandinista está cambiando la cara al país.
En 2006, Venezuela era el destino de 0,2% de las exportaciones nicaragüenses. En 2009, éste porcentaje pasó a ser del 12,49%. En 2006, Nicaragua exportaba principalmente a los EE.UU y Puerto Rico, a México, a Centroamérica y a países como Alemania, Canadá y España. Ese panorama está cambiando en la actualidad.
En 2006, el rubro «otros países» comprendía apenas 13,55% de las exportaciones. Hoy en día, si descontamos a Venezuela, ese grupo ha crecido en más del 4% para llegar al 17,57 por ciento. En 2006, no había comercio con la India. Hoy en día el país asiático es el destino de 1,61% de las exportaciones.
Esta semana los ganaderos nicaragüenses firmaron un convenio para la exportación de 10.000 toneladas de carne a Rusia. El sector ganadero ya está desplazando al café como principal rubro de exportación.
Nicaragua es hoy un país de metas ambiciosas pero alcanzables, realistas:
– Lograr en 2017 una capacidad nominal de generación de energía de 1.897,7 MW, o sea un aumento del 143% comparado con 2006 y 73% comparado con 2010. El 90% de esta energía provendrá de fuentes renovables; es decir que se acabará con la dependencia del petróleo.
– Lograr que todos los nicaragüenses alcancen la escuela primaria en el 2012 (batalla por el sexto grado) y la educación básica en el 2015 (batalla por el noveno grado).
– Construir grandes obras de infraestructura productiva como el complejo industrial-petroquímico de la refinería Supremo Sueño de Bolívar, la irrigación de todo el litoral del Pacífico con aguas del Lago de Cocibolca, varios grandes proyectos lecheros y agroindustriales y represas como la de Tumarín en la Costa atlántica, etcétera.
De cumplirse estos y otros proyectos, Nicaragua será irreconocible dentro de unos 10 años. Se estará convirtiendo en una gigantesca confederación de cooperativas muy parecida al sueño de Sandino.
Y se puede cumplir porque, contrario a los gobiernos neoliberales, que sólo ejecutaban hasta el 85% ciento de sus recursos asignados, a partir del 2009 la ejecución presupuestaria del gobierno sandinista alcanzó el 92% y mejorando, a pesar de la eterna lucha contra los procedimientos anacrónicos que exigen las leyes heredadas del neoliberalismo.
Gracias al ALBA, por darle a Nicaragua ese espacio tan vital de maniobra política y económica para desmontar el «neoliberalato». Y gracias también por esa bella frase del código ético quechua y aymará «ama asua, ama llula, ama quella» (no robar, no mentir, no ser flojo) que pone un nombre a lo que hacen el gobierno del presidente Ortega y las masas sandinistas, que están para algo más que llenar plazas.
Fuente: http://tortillaconsal.com/
rCR