El pasado domingo, 29 de noviembre, hubo dos referendos nacionales en Suiza. En el primero se preguntaba a la ciudadanía si deseaba prohibir los minaretes en el país. En el segundo, ocultado por la gran prensa internacional, la pregunta era que si deseaba prohibir las ventas de armas a cualquier país extranjero. A la primera pregunta el 57,5 % respondió SÍ: A la segunda, el 68 % respondió NO. ¿Y por qué? Pues porque una cosa es soportar los símbolos musulmanes en el país (¡qué desagradable!) y otra muy distinta gestionar su dinero (¡qué agradable!). Suiza vende por valor de 500 millones de euros en armas, cada año, a países como Paquistán y Arabia Saudí. ¿Cómo iban a poner en peligro 100.000 empleos? Conclusión lógica: los talibanes y demás barbudos podrán degollar turistas suizos con navajas VICTORINOX… (Traducido por Manuel Talens)
Me centraré ahora en el referéndum sobre los minaretes. Así pues, el pasado domingo, 29 noviembre de 2009, el 57,5% del «pueblo suizo» (¿y eso que es?) Ha dicho NO, en votación democrática, a la construcción de minaretes en la tierra de Guillermo Tell tras haber introducido su papeleta con un SÍ (a la prohibición) en las urnas. El pueblo suizo no quiso escuchar a su presidente, ni a su Consejo federal (gobierno), ni a su conferencia de obispos católicos, ni a la mayoría de sus partidos políticos y organizaciones de defensa de los derechos humanos, todos los cuales habían pedido que se votase NO. Al pueblo suizo no le ha importado que este referéndum fuese contrario a la Constitución helvética y a las convenciones internacionales sobre derechos humanos. Es preciso señalar que los fascistas que habían tomado la iniciativa de este referéndum pusieron toda la carne en el asador. Véase, como ejemplo, su cartel infame, quiero decir lunático, quiero decir inmundo:
En este cartel, los minaretes se convierten en armas de destrucción masiva, similares a los misiles de uranio empobrecido y otras bombas de fragmentación y fósforo blanco.
Es evidente que el islam parece incompatible con el cretinismo de los Alpes.
Este resultado referendario podría llevar a Suiza a la ruina. La catástrofe cultural, mental, antropológica que de por sí constituye va a seguirse, quizá, de una catástrofe financiera y económica de consecuencias imprevisibles.
Imaginemos lo siguiente:
– Los musulmanes deciden retirar sus bienes de los bancos suizos.
– Los príncipes y emires musulmanes abandonan sus villas, chalés, suites reservadas el año entero y otras residencias secundarias (o terciarias) y sacan a sus hijos de las escuelas privadas y otros internados que cuestan un ojo de la cara y dejan mucho dinero en el país.
– Los países musulmanes dejan de comprar las navajas suizas y otras armas de destrucción ligera.
– Los países musulmanes dejan de comprar el chocolate suizo, la leche Nestlé, el Nescafé, los quesos gruyère y emmental, mientras que los países productores de cacao se niegan a proporcionar a la industria suiza la materia prima de su famoso chocolate.
– Los talibanes y otros terroristas barbudos atacan con artillería pesada cualquier vehículo que enarbole algo parecido a una bandera suiza, empezando por la de la Cruz Roja, y abren fuego contra el turista suizo, fácilmente reconocible incluso si no es portador de sus navajas multifuncionales VICTORINOX.
– El Irán de Amadineyad decide lanzar sus bombas atómicas (cuando las tenga listas) sobre la pérfida Confederación. Por fin, los helvéticos van a tener la ocasión de utilizar sus refugios antiatómicos, que empiezan a estar oxidados (si bien antes deberán vaciarlos de todos los cachivaches que han ido acumulando en ellos desde hace años).
Por decirlo con pocas palabras, ¡bienvenido el desplome del nivel de vida! Sic transit gloria helvetiorum.
Ya lo sé, dirán ustedes que exagero. Vivir para ver…
A partir de ahora, tiene la palabra la Corte europea de los Derechos humanos, que sin duda condenará a Suiza.
¿Lo dudan? ¿Cómo? ¿Dudan de la democracia europea? ¿Cómo se atreven?
Que pasen una buena semana… Y que la fuerza del espíritu los acompañe… ¡Hasta el martes próximo!
Fuente: Coups de dent – Chronique satirique hebdomadaire sur l’actualité politique française et mondiale
Artículo original publicado el 30 DE NOVIEMBRE DE 2009
Ayman El Kayman es un autor asociado a Tlaxcala, la red internacional de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción de Manuel Talens se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.
URL de este artículo en Tlaxcala: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=9417&lg=es