Entre otros muchos novatos, Ramón Jáuregui se estrenó ayer en Estrasburgo y sus palabras a la radio pública española sirven de arranque de este análisis: la vida en el Parlamento Europeo, aseguró, no es fácil. Veamos cómo viven… y cuánto trabajan.
No es que el nuevo diputado europeo del PSOE diera pena, pero casi. «Mi vida es complicada (…) Requiere mucho esfuerzo (…) No es una vida fácil (…) Es engorroso ir una semana al mes a Estrasburgo (…) El martes a la mañana entras en el Parlamento y no sales hasta la noche. Y así tres días». Tres días a la semana… Ramón Jáuregui sale el lunes de casa (de Madrid) para llegar al hotel (de Bruselas) por la noche, y regresa el jueves por la tarde. Conclusión: dos días y medio de trabajo. Aunque el viernes, asegura, lo dedica a seguir trabajando: en Madrid, en Gasteiz… ¿Agotador? ¿Por cuánto dinero? Unos 13.000 euros al mes (7.665 euros brutos, a los que se deben añadir dietas, viajes y el pago de otros conceptos, hasta llegar, o superar, los 13.000, dependiendo de la asistencia y del volumen de viajes de trabajo).
Tras Jáuregui intervino en el mismo programa de Radio 5 Raül Romeva i Rueda (Iniciativa Per Catalunya Verds), quien quiso poner las cosas en su sitio y, con elegancia, vino a decir que los diputados europeos no se pueden quejar de ningún modo, que el trabajo es una gran oportunidad y que se vive bien o mal en función de si te gusta y de si haces bien lo que tienes que hacer. «Porque -agregó- quien no quiera pegar un palo al agua lo puede hacer sin que se le controle demasiado».
Pero, ¿es verdad que los parlamentarios europeos trabajan sólo tres días a la semana? Obviamente no, aunque un vistazo al calendario de trabajo previsto para 2009 y 2010 tampoco indique que se dejan el alma en el escaño. El calendario anual de los trabajos del Parlamento Europeo es establecido cada año por la cámara a propuesta de la Conferencia de Presidentes, y se reparte del siguiente modo:
– 12 períodos de 4 días para sesiones plenarias en Estrasburgo y 6 períodos suplementarios de 2 días para sesiones plenarias en Bruselas;
-2 semanas al mes para reuniones de comisiones parlamentarias y delegaciones interparlamentarias;
– 1 semana al mes para reuniones de los grupos políticos;
– y 4 semanas al año dedicadas en exclusiva al trabajo y a la presencia del diputado en su circunscripción.
Luego, la realidad indica que esos cuatro días para plenos en Estrasburgo son, en realidad, tres y medio, porque el lunes empieza con la sesión de tarde (de hecho, casi nunca trabajan el lunes por la mañana, y no hace mucho consiguieron sacar el viernes del calendario de trabajo). Y el tiempo dirá cuáles son los datos de asistencia de cada cual. La excusa, siempre, es que dedican mucho tiempo a «trabajar» su circunscripción… Mentira (como siempre, salvo honrosas excepciones). Quien quiera echar un vistazo al calendario de trabajo podrá extraer conclusiones por sí mismo en la página web del Parlamento (http://www.europarl.europa.eu/news/public/default_es.htm), entrando desde ahí en actividades, herramientas y calendario anual.
En fin, aunque roce la demagogia, estoy seguro de que muchas personas estarían dispuestas, en estos oscuros tiempos de crisis, a decirle al pobre Ramón Jáuregui eso de «quítate tú para ponerme yo».
Como decíamos antes, el tiempo colocará también a Jáuregui en el lugar que le corresponde en la clasificación parlamentaria. De quien ya sabemos algunas cosas es del nuevo presidente (por dos años y medio) de la Cámara, Jerzy Buzek. Los datos oficiales nos indican que en la legislatura pasada (2004-2009), Buzek formuló 8 preguntas parlamentarias, presentó 7 proposiciones de resolución, 4 informes (sobre investigación y energía) y 2 opiniones (sobre el fondo de desarrollo regional); realizó 73 intervenciones ante la Cámara y elaboró (con otros cuatro ponentes) una declaración escrita. Su porcentaje de participación en las sesiones plenarias fue del 80%. La web parlorama.eu lo colocó en el puesto 410 del total de diputados europeos (926 personas fueron en algún momento parlamentario europeo en la anterior legislatura). En la mitad de la tabla, podríamos decir. Ahora, por necesidades del Partido Popular Europeo, presidirá la Cámara. Y, por cierto, es polaco, pero ya está bien de darle a cualquier presencia centroeuropea (del este, dicen) una dimensión histórica en el seno de la UE. El Muro cayó hace veinte años, y Europa Central ingresó en la UE hace cinco (1 de mayo de 2004). Tiempo suficiente para asumir con normalidad su presencia en cualquier puesto, aunque parece que quienes aún no lo han asimilado son los europeos del oeste.